Residencia

'Una habitación propia': la revolución de tener un lugar seguro y tiempo para crear

Las cineastas Natalia Grande y Alba Lozano participan en la sexta edición de esta residencia artística, que busca apoyar la creación de mujeres cineastas

Madrid·
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Natalia Grande, participante de la residencia artística 'Una habitación propia'
Natalia Grande, participante de la residencia artística 'Una habitación propia' · Fotografía: Una habitación propia

En tiempos de emergencia habitacional, en los que tener un espacio digno para vivir se convierte en muchas ocasiones en una auténtica odisea, la oportunidad de poder crear en un lugar seguro se ha convertido en un bien preciado del que puede presumir la iniciativa 'Una habitación propia', una residencia inspirada en Virginia Woolf y convocada por el espacio Etxe Betea (La Casa Llena), en la que mujeres cineastas desarrollan sus largometrajes entre octubre de este 2025 y junio de 2026. De nuevo, en esta sexta edición se acompañará a dos mujeres durante el desarrollo de sus proyectos, al igual que ocurrió en convocatorias anteriores con Naiara Carmona, Estibaliz Urresola, Ainhoa Rodríguez, Mikele Landa, María Herrera, Naia Arantzamendi y Tamara Lucarini. La propuesta es atractiva: cada una de ellas dispondrá de una habitación propia física en uno de los edificios más emblemáticos del centro de Bilbao y un apoyo económico de 5.000 euros. Además, ambas proponen la mentora que consideren más adecuada para su proyecto.

Nerea Sciarra, coordinadora de Etxe Betea y sus residencias, destaca en declaraciones a Kinótico que se trata de un laboratorio que además de ser “necesario” también es “efectivo”, y que obedece a la situación de las mujeres en el cine. “Desafortunadamente, los datos que tenemos de las cineastas a nivel estatal todavía no son tan igualitarios como nos gustaría. Todavía vemos que hay una necesidad de hacer y crear espacios para mujeres cineastas donde puedan desarrollar sus proyectos acompañadas, con tiempo y con dinero”, explica. Sobre este asunto, y en referencia al reciente informe de CIMA, que refleja una diferencia del 24% en los presupuestos que manejan hombres y mujeres, esta iniciativa pretende además “cambiar la industria con una semilla muy pequeña”.

"Todavía vemos que hay una necesidad de hacer y crear espacios para mujeres cineastas donde puedan desarrollar sus proyectos acompañadas" (Nerea Sciarra)

La propuesta es tan jugosa que en la actual convocatoria han recibido más de 400 solicitudes, un “éxito total” y una “barbaridad”, en palabras de Sciarra, que recuerda que en años anteriores se presentaron entre 100 y 120 proyectos para las dos plazas, una en euskera (para favorecer un terreno en el que hay “pocas mujeres”) y un segundo espacio para otro idioma. En la presente edición, disfrutarán de esta residencia Natalia Grande y Alba Lozano, que presentarán, respectivamente, 'Préstame tus ojos' y 'Utländsk', ambos proyectos de ópera prima. “Se está generando un ecosistema de cine a nivel de País Vasco y queremos formar parte de ello y poner a las mujeres en el centro”, ha subrayado sobre uno de los principales objetivos de esta residencia.

'Una habitación propia' se mantiene, pues, como una iniciativa “revolucionaria” y que mantiene el espíritu de Virginia Woolf, según señala Sciarra: “Espacio, tiempo y dinero para poder escribir”. “Sabemos que, para hacer una película, en el mejor de los casos puedes estar entre dos y cinco años, mucho tiempo en el que te dedicas a la creación, a estar, a no producir como está considerado en la sociedad. Es muy importante dar ese espacio y una cantidad económica, y esa paz mental de estar acompañada por otras mujeres que están en el mismo proceso”, ha indicado sobre una fase inicial que puede ser “muy solitaria” y también "vulnerable".

Espacio para “repensar”

Natalia Grande es una de las solicitantes elegidas para participar en esta sexta edición de 'Una habitación propia'. Según señala a Kinótico, estar es una oportunidad para “desarrollar” su idea, pero también para “compartirlo con otras miradas, otras personas, y un espacio para repensar el proyecto”. Esta directora de fotografía y cineasta peruana, graduada en Cinematografía en la ECAM, que ha trabajado en más de una veintena de películas, considera esta iniciativa “una enorme oportunidad” y “un sueño”, porque permite escribir en un lugar físico en el que se desarrolla el proyecto, hay compañía y todo está dispuesto en torno al acto creativo. “Al ser un espacio que habla de 'Una habitación propia' de Virginia Woolf te hace aproximarte a ciertas conversaciones que no necesariamente están seguras en otros espacios parecidos que son más diversos o que tienen temas más mainstreams. Qué bonito es estar en espacios donde tienes pares y donde poder conversar de experiencias parecidas o con personas que van a entenderlas”, agrega.

"Qué bonito es estar en espacios donde tienes pares y donde poder conversar de experiencias parecidas" (Natalia Grande)

Su proyecto se titula 'Préstame tus ojos' y habla sobre la relación con su padre, un fotógrafo ciego, y el juego homónimo con el que ellos caminaban por las calles de Cuzco, donde se crio, con la cámara al cuello, y en el que ella se convertía en su mirada. Ella aprendió a ser su lazarilla y al mismo tiempo también fotógrafa. “Me iba preguntando qué veía, se lo iba narrando, y él me decía cuándo tomar fotos. Fui heredando su mirada a partir de este juego. Volví a España y en este espacio que había entre los dos empecé a pensar en mi mirada. Este proyecto parte de ese juego, que al mismo tiempo se ha vuelto mi búsqueda de emancipación de la mirada de él”, explica esta cineasta sobre el proyecto con el que busca firmar su primer largometraje.

Posado de Alba Lozano, participante en el programa 'Una habitación propia'
Posado de Alba Lozano, participante en el programa 'Una habitación propia' · Fotografía: Una habitación propia

Alba Lozano, la segunda de las participantes de la sexta edición de 'Una habitación propia', graduada en Comunicación Audiovisual y en Dirección Cinematográfica en la ECPV y en la UDD (Chile), se presenta con el proyecto 'Utländsk', que parte de un cortometraje previo y cuyo título significa extranjero en sueco. Así se sienta la protagonista de esta historia en desarrollo, Esti, que salió de su pueblo natal hace años y que regresa tiempo después ante los apuros económicos. De vuelta a su casa, tendrá que lidiar con una relación con su madre anclada en la adolescencia y también con el estigma que supone robar en las txosnas de las fiestas locales, cuyos beneficios van a parar para las familias de los presos de ETA.

"Cumple con esas necesidades que tengo. He estado en esa casa varias veces, he rodado un proyecto, y me transmite mucha tranquilidad, mucha paz. Me hace sentir bien" (Alba Lozano)

Para Lozano, 'Una habitación propia' le permite tener un espacio para asentarse, trabajar “tranquila y en casa”, especialmente después de tener que abandonar su casa, donde tiene un estudio en el que trabajar, “un espacio propio vital” tan importante para desarrollar los proyectos. “Cumple con esas necesidades que tengo. He estado en esa casa varias veces, he rodado un proyecto, y me transmite mucha tranquilidad, mucha paz. Me hace sentir bien”, afirma. Su proyecto llega, además, con cierto rodaje, después de haber pasado por Apika Audiovisual Project Lab 2025 y Noka Mentoring, y con la ambición por conseguir un “foco local” y una mayor “visibilidad” para el proyecto.

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