‘Air’, la apuesta muy americana de Ben Affleck y Matt Damon para volver a los premios juntos

En 1998 dos veinteañeros llamados Matt Damon y Ben Affleck subían al escenario a recoger el Oscar al Mejor Guion original por ‘El indomable Will Hunting’. Ha pasado más de un cuarto de siglo de aquella película sobre un joven con un gran talento para las matemáticas y, sorprendentemente, la relación de estos dos amigos con los premios de la Academia de Hollywood no ha sido tan profusa como cabría presagiar entonces. Por falta de talento no ha sido. En ‘Air’ forman de nuevo un equipo que apunta a ganador. Aunque aún esté por ver de qué. ¿Nominaciones? A eso aspiran. ¿Premios? Es pronto aún sin conocer a los rivales. ¿Taquilla? Debería funcionar. ¿Crítica? Vista la película, van por el buen camino.

Affleck demuestra con este trabajo, como ya hizo en ‘Argo’ y ‘The Town’ –la primera le valió el Oscar a Mejor Película–, que sabe contar historias, dónde colocar la cámara, qué mostrar en qué momento, imprimir ritmo y tensión narrativa cuando toca y, no menos importante, dejar el papel protagonista a otro cuando esa es la mejor decisión para que el guion –firmado aquí por Alex Convery– luzca. En ‘Air’, el protagonista no es Michael Jordan, a quien solo se le ve de refilón y de espaldas en alguna que otra escena cuando era irremediable incluirlo. El protagonismo recae en Sonny Vaccaro. Este ejecutivo de Nike amigo de las apuestas y experto cazador de talentos en la cancha de baloncesto supo ver que había algo especial en el futuro 23 de los Chicago Bulls y se jugó su carrera (y todo el presupuesto de Nike para la renqueante sección de baloncesto) en un único movimiento: fichar a Michael Jordan cuando solo era un novato de 18 años y crear una línea deportiva a su alrededor. Visión de futuro, lo llaman. Ahora se conoce como las míticas zapatillas Air Jordan.

Que Vaccaro acertó y ganaron todos es algo sabido. El retrato que se hace de él es el de un tipo de mediana edad, con buen fondo (y algo fondón, como el mismo bromea), cabezota, talentoso y locuaz. Un tipo normal con el que ‘Air’ quiere que se empatice para que el espectador esté a favor, vibre con sus triunfos, sufra con sus caídas y quiera que Nike gane la batalla a las todopoderosas Converse y Adidas. Para transmitir todo eso, Matt Damon era la elección correcta. Nominado al Oscar solo tres veces como actor (‘El indomable Will Hunting’, ‘Invictus’ y ‘'The Martian’), el de Boston es una opción ganadora cuando se trata de despertar empatía. Affleck, por su parte, se guarda para sí el papel de Phil Knight, cofundador de Nike, que ejerce como esa figura de intermediario entre las ideas de Vaccaro y la Junta, intenta ser un jefe cercano y a la vez con autoridad y le sale de aquella manera.