¿Ya eres parte de Kinótico? Inicia sesión

Sigue leyendo este artículo por solo

0,70€

¡O únete a la comunidad Kinótico con una de las siguientes opciones!

Kinótico Pro

  • 3.99

    / mes

  • 39.99

    / año

Kinótico Industria

  • 9.99

    / mes

  • 99.99

    / año

* Sin compromiso de permanencia. Podrás cancelar cuando quieras

Crítica

‘Los colonos’ acierta con su mezcla de géneros para revisar un genocidio obviado

El primer largometraje del director chileno Felipe Gálvez, parte de Una Cierta Mirada en el Festival de Cannes, obtuvo el premio Fipresci de la crítica internacional

Cannes·Actualizado: 03.06.2023 - 05:44
Fotograma de 'Los colonos', película del chileno Felipe Gálvez que participó en el Festival de Cannes 2023
Fotograma de 'Los colonos', película del chileno Felipe Gálvez que participó en el Festival de Cannes 2023 · Fotografía: Quijote Films

Apenas despunta el siglo XX en Tierra del Fuego. Un despiadado militar escocés, un mercenario de Texas -“capaz de oler a un indio a kilómetros de distancia”-, y un parco y asustadizo mestizo adolescente con buena puntería emprenden una misión. Para MacLennan (Mark Stanley), Bill (Benjamin Westfall) y Segundo (un sobresaliente Camilo Arancibia) la orden es clara: “Limpiar el territorio” para obtener una salida al mar, una ruta segura y rápida para las ovejas hasta el Atlántico. El mandato proviene del terrateniente José Menéndez (Alfredo Castro soberbio, dotando de elegante vileza y cínica perversión a un personaje real), que le achaca a los nativos comerse su rebaño.

Este es el punto de partida de ‘Los colonos’, dirigida por Felipe Gálvez, la cual relata el exterminio de los selk’nam (también llamados ona) en Chile a principios de 1900. Para ello Gálvez y su coguionista Antonia Girardi optaron por el camino menos obvio, más intrincado y, por ende, más intrigante y fascinante.

‘Los colonos’ acierta con su mezcla de géneros entre el western, la aventura, la road movie, el thriller y los elementos del horror. En ese cruce juega un importante papel la fotografía de Simone D’Arcangelo, que evoluciona a lo largo de la historia, dividida en episodios y con un salto en el tiempo. D’Arcangelo da en el punto al capturar el impresionante paisaje, sin permitir que este se robe la atención, haciendo a sí mismo efectiva la inmersión del espectador en escenas y secuencias claves de la película.

También te puede interesar