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Crítica | Festival de Berlín

'Sorda', una historia de miedos y maternidad que no da lecciones y, sin embargo, enseña mucho

Escrita y dirigida por Eva Libertad, es la única película de una cineasta española a competición en el Festival de Berlín y nace de un corto nominado al Goya en 2023

Madrid·Actualizado: 15.02.2025 - 18:30
Miriam Garlo y Álvaro Cervantes en un fotograma de la película 'Sorda'
Miriam Garlo y Álvaro Cervantes en un fotograma de la película 'Sorda' · Fotografía: A Contracorriente Films

‘Sorda’, el corto nominado a los Goya en 2023, ha crecido abriendo una ventana aún más espaciosa a la sordera que resulta tan didáctica (sin pretender dar lecciones de nada) como enriquecedora. Porque lo que hacen en comunión Eva Libertad –desde el guion y la dirección– y Miriam Garlo –en la actuación– es poner en pantalla una historia narrada desde la empatía bidireccional, el conocimiento de una realidad en primera persona –Garlo es sorda, Libertad oyente y ambas son hermanas– y que evidencia esas piedras en el camino con las que continuamente tropieza la comunidad sorda en una sociedad pensada por y para oyentes. ‘Sorda’ desprende una sensibilidad, una eficacia en lo narrativo y un discurrir sin ‘peros’ sorprendente (o no) para una ópera prima. La historia que naciera como un corto codirigido por Libertad junto a Nuria Muñoz sobresale en el fondo y en la forma.

En esta película, que acaba de ser proyectada en el Festival de Berlín, pero que también pudo verse en un pase previo en Madrid, el discurrir de la narración resulta natural y orgánico. Lo primero que se aprecia, quizá porque es lo más evidente, es el profundo conocimiento de lo que se está tratando de transmitir. Como contaron Libertad y Garlo a Kinótico hace poco más de dos años, aquel corto que ha servido de germen para este largo nació de los propios miedos de la segunda a la maternidad. Porque ser madre es un paso, un cambio de rol, rodeado de inquietudes. Unos temores, dudas y preguntas que se multiplican y amplían cuando se es sorda. A los habituales se suman otras como si el bebé oirá o cómo comunicarse con él tanto en un caso como en el contrario, por ejemplo.

'Sorda' lo aborda a través de la historia de Ángela (Miriam Garlo) y Héctor (Álvaro Cervantes), una mujer sorda y su pareja oyente. Su relación funciona, pero cuando la bebé entra en la ecuación el esquema cambia y las dinámicas, también. En ese viaje de entenderse de nuevo Libertad cuenta, con pocas piezas, cómo es ser sordo en un mundo oyente. La película está plagada de situaciones cotidianas que para quien no oye suponen un reto y exigen un sobreesfuerzo. Ahí entran principalmente las barreras comunicativas. Situaciones como acudir a un establecimiento, a una consulta médica, a una reunión de padres y madres o pasar una tarde en el parque se pueden convertir en un episodio de aislamiento y frustración. La cámara capta con naturalidad y sensibilidad los distintos estados emocionales por los que atraviesa Ángela. Garlo despliega un abanico amplísimo a través de sus expresiones corporales. Su personaje habla –perdió la audición en fase postlocutiva–, pero tiene pocas frases y su principal forma de comunicación son la lengua de signos y la lectura labial.

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