La unión de Viola Davis a la huelga aviva las fricciones a raíz de los permisos especiales concedidos por SAG-AFTRA

La actriz y productora se encontraba enfrascada en el rodaje de ‘G20’, un thriller de acción sobre un atentado a la cumbre del Grupo de los Veinte, hasta que el sábado anunció que se retiraba del proyecto en apoyo a las huelgas que han parado los motores de la industria de Hollywood. ‘G20’ había recibido un permiso excepcional para seguir su producción, junto a un centenar de películas “independientes”, es decir, ni producidas ni distribuidas por estudios o plataformas parte de la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP). A pesar del visto bueno del sindicato, Viola Davis ha decidido quedarse en las barricadas: “Me encanta esta película, pero no creo que sea apropiado que esta producción avance durante la huelga”. Davis también ejercía de productora del film, bajo su compañía JuVee Productions.

Así, se pone en parón indefinido el rodaje dirigido por Patricia Riggen (‘Los 33: una historia de esperanza’, 2015), para un film con Davis como la presidenta de Estados Unidos, encargada de rescatar una cumbre del G20 de un ataque terrorista. Aquí la piedra de toque que puede haber motivado la decisión de Davis: ¿era ‘G20’ de verdad una producción “independiente”? Técnicamente no, pues Amazon Prime Video ya había comprado los derechos de distribución de la película. De hecho, la producción de ‘G20’ es uno de los casos de excepción que han levantado el polvo entre las filas de actores en huelga, y el abandono de Viola Davis puede leerse como un gesto de reconocimiento ante las controvertidas condiciones de independencia que el sindicato está negociando, excepciones ambiguas a ojos de tantos.