Las claves de ‘Berlín’, el 'spin-off' ideado para aprovechar la estela del éxito de ‘La casa de papel’

Berlín era un personaje de ‘La casa de papel’ que no debería de haber tenido este recorrido. Presentado inicialmente como el elemento imprevisible dentro del grupo de atracadores, casi el antagonista a los planes del Profesor y el que estaba más dispuesto a hacer daño a los rehenes solo porque podía, acababa muriendo al final de la primera temporada, la única emitida en Antena 3. Pero había conectado con los espectadores, por lo que cuando la serie se mudó a Netflix, Berlín siguió apareciendo en los 'flashbacks' al pasado del Profesor, su hermano, aportando nuevos matices a su personaje hasta que, en la última entrega de la serie, tuvo su propio episodio en el que veíamos que, antes de entrar en la Casa de la Moneda, había tenido su propia banda de ladrones y se había dedicado a robar joyas por toda Europa.

Ese capítulo era lo que en Estados Unidos se llama un 'backdoor pilot', la presentación de su 'spin-off', ‘La casa de papel: Berlín’, que Netflix estrena hoy, 29 de diciembre. Es la segunda serie derivada de la creación de Alex Pina y Esther Martínez Lobato que ve la luz después del remake en Corea del Sur y la esperanza es que conecte con el público de la misma manera. Cuando sus dos responsables se pusieron a pensar en cómo continuar el universo de la serie, ya sabían que centrarse en Berlín era el camino a seguir porque, en palabras de Álex Pina, “el villano carismático es mucho más goloso para escribir pero es que, además, al espectador le divierte. La falta de parámetros morales muchas veces es un vehículo de entretenimiento. Ya no estamos en esa ficción blanca en la que no podías molestar al espectador, ahora mismo creo que estamos en otro momento de la ficción. Pero, además, es que el personaje le da a todos, o sea, puede hacer lo peor, pero también lo más noble. Y queríamos llevar este personaje a provocarlo siendo un segundo plato, siendo un perdedor en el amor, enfurecerlo un poco, trabajar un poco más con el Berlín 'dandy' y llevarlo a la comedia”.

Que el personaje estuviera muerto en ‘La casa de papel’ también les liberaba de las constricciones impuestas por las tramas de aquella serie, pero planteaba otros retos. “Había cierta dificultad en ello porque no sabes si la gente va a disfrutar la serie de una manera genuina con una historia en presente y nos hemos esforzado mucho en que no parezca un 'flashback', en que cuando te sientes a ver la serie estés viendo esa historia en presente con ese personaje y se te olvide que murió”, explica Esther Martínez Lobato: “Realmente es un Berlín muy distinto al que estamos acostumbrados y al que creo que parte de la audiencia va a esperar ver. Hay ciertos toques que te recuerdan a Berlín, pero es verdad que es en otra época, con otra energía y en otro entorno, con una vocación de comedia”.