Entrevista

Katarina Zhu: "El trabajo sexual se ha convertido en una metáfora del capitalismo en el cine"

En el Cinema Jove de Valencia, la directora y guionista presenta 'Bunnylovr', ópera prima que también protagoniza junto a Rachel Sennott y Austin Amelio

Valencia·
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La actriz, guionista y directora Katarina Zhu en una foto de archivo del Festival de Sundance
La actriz, guionista y directora Katarina Zhu en una foto de archivo del Festival de Sundance · Fotografía: SUNDANCE

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En chanclas y sudadera, pidiendo disculpas por no haberse sabido aclimatar convenientemente a la humedad de Valencia, la directora, guionista y actriz Katarina Zhu se presenta ante Kinótico en el Cinema Jove. De ascendencia sinoamericana, pero neoyorquina por encima de sus posibilidades -como ella misma confiesa en la entrevista-, Zhu es uno de los grandes nombres a seguir del nuevo cine independiente estadounidense. Y lo es gracias a 'Bunnylovr', su debut en el largometraje y una de las sensaciones 'indie' del último Festival de Sundance. Protagonizada por ella misma, la omnipresente Rachel Sennott y Austin Amelio (al que hemos podido ver rodando en España en 'Cuando nadie nos ve'), la película cuenta la historia de una trabajadora sexual ('webcamer') que empieza a establecer un vínculo algo más estrecho de lo común con un cliente hasta el punto de hacerla reflexionar sobre la soledad o el concepto mismo de libertad en el mundo tardocapitalista.

Como proyecto nacido de la pandemia, y originalmente ideado para un cortometraje, 'Bunnylovr' es una de esas películas de sensaciones, de introspección y de reposo, de las que van creciendo en el recuerdo con el tiempo. "Empecé a escribirla después de una ruptura. Me interesaba explorar ese lugar al que vas cuando tienes el corazón roto y haces cosas que no harías normalmente, como relacionarte con desconocidos en internet", confiesa Zhu, que no se puso realmente en marcha con el filme hasta marzo de 2023, cuando "vomitó" el primer borrador de lo que acabaría siendo el guion de la película. "Siempre es difícil, pero le agradezco mucho a Rachel [Sennott] su trabajo como productora. Fue la primera en sentarse a hablar con mecenas para la película. Contactó a la misma gente que hizo 'Shiva baby', y a partir de ahí todo fue más fácil. Pero fue difícil, hizo falta un ejército entero de gente para poder armar nuestro presupuesto. Hasta que no estábamos montando no llegó la última partida necesaria de dinero", apunta la realizadora.

"Sería inocente por mi parte pensar que Rachel Sennott no es el gran atractivo de la película para mucha gente. Ha sido una defensora desde el primer minuto, tanto de la película como de mí como directora. Es mi productora y es también mi amiga, me ha apoyado muchísimo y nos ha abierto muchas puertas", reconoce Zhu sobre la actriz, a la que hemos visto en 'Bottoms', 'Saturday night' o 'Antes era divertido'. Y sigue, sobre el papel clave que ha jugado para que en 'Bunnylovr', con un presupuesto de mínimos, puedan sonar canciones de Charli XCX o Harmony: "Tengo mucho que agradecer a Ella May Sahlman, mi supervisora del departamento de música. Y a uno de mis productores, Tristan [Scott-Behrends]. Hay una canción de The Breeders, incluso, que es como la pieza que nos faltaba cuando ya habíamos adquirido todos los derechos. Les escribí una carta, pidieron ver la escena... pero al final se pudo. La canción de Charli [XCX] fue directamente responsabilidad de Rachel, que es su amiga. Se la pidió y accedió, porque quería ayudar. Me siento muy afortunada. Solo una canción se nos escapó, pero es que era de Bruce Springsteen... no teníamos el presupuesto", confiesa Zhu entre risas.

La actriz y directora Katarina Zhu en un fotograma promocional de 'Bunnylovr'
La actriz y directora Katarina Zhu en un fotograma promocional de 'Bunnylovr' · Fotografía: CINEMA JOVE

Alejada del trauma viajero de 'Silver Lake Cleaners', su primer cortometraje, de 2022 y en el que exploraba cómo es marcharse de casa para llegar a una gran ciudad, Zhu busca en su película epatar con la desidia zeta y el aceleracionismo de un mundo que, probablemente, ya no valga la pena intentar cambiar. "Quería explorar el desenamoramiento, y creo que en el centro de ese sentimiento está el sentirse sola. Una soledad incurable, de algún modo. Todos los personajes de la película están solos e intentan curarse. El padre, por ejemplo, que es adicto a las apuestas. El cliente, también, adicto a este tipo de relaciones online. Y Rebecca, claro, la protagonista, lanzándose a este tipo de cosas", completa la directora, que también reflexiona en la entrevista sobre cómo es enfrentarse a la multitarea. "Me siento muy agradecida con el equipo, porque todo el mundo me lo ha hecho más fácil (...). También ayuda que la mayoría del equipo estuviera compuesto por mujeres jóvenes y asiáticas. Eso cultivó un ambiente donde no había lugar para los juicios o los prejuicios, donde me sentía segura para ir a lugares difíciles de explorar, también como actriz".

Inscrita en la tradición del trabajo sexual en pantalla, uno de los temas favoritos del nuevo cine estadounidense más allá de cualquier debate ontológico acerca del abolicionismo (o no), 'Bunnylovr' se apoya en el trabajo de su protagonista pero no deja que consuma toda la película. "Creo que el trabajo sexual ha entrado en el mainstream de manera más fácil a través del cine. Eso, y la irrupción de plataformas como Onlyfans, que han tenido un gran impacto en la relación entre trabajo sexual y medios, haciéndolo más fácil de entender, de algún modo (...). El trabajo sexual se ha convertido en una metáfora del capitalismo en el cine porque define claramente a cliente y trabajador, su dinámica. Es fácil, a través de él, explorar la libertad, por ejemplo", se despide la realizadora.

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