‘En un lugar de la mente’, un viaje quijotesco para descubrir la mirada creativa de los excluidos

La creación ofrece un lugar libre desde el que todos parten de la misma base, con la sensibilidad como único requisito. Con esta premisa de igualdad nació el proyecto 'En un lugar de la mente', una película documental que trata de profundizar en las posibilidades creativas de quienes viven alejados y apartados de la sociedad, víctimas del estigma que causa el diagnóstico de enfermedad mental que padecen. Dirigida por Pep Bonet, esta película parte de una idea original de los guionistas José Corbacho y Catalina Solivellas, junto con 3 Salut Mental. En ella se realiza una versión libre de 'El Quijote' - en una especie de road movie que sigue de cerca el proceso creativo de la obra teatral interpretada por actores y actrices no profesionales de Mallorca con diagnóstico en salud mental.

José Corbacho se refiere a esta película como una “road movie” de alguien que “intenta llegar a un final sin conocer el destino, un “viaje” en el que se intenta explicar la salud mental y huir de estigmas, al tiempo que se muestra “lo curativo que puede ser la creación o el teatro”. “Estamos muy felices de que un proyecto que nace de algo tan pequeño, para visualizar a gente con diagnóstico de salud mental, y que hace teatro de forma terapéutica o curativa haya tenido esta visibilidad, que es para lo que nace este proyecto”, cuenta sobre este "pelimental", como le gusta llamarlo, que tras su paso por el festival de Málaga se ha podido ver en el Evolution Mallorca, el Atlántida Film Fest o en Zinebi. Por su parte, Solivellas, patrona de una de las tres fundaciones que componen 3 Salut Mental (Fundación Es Garrover, Estel de Llevant y Asociación Gira-Sol), define este proyecto como “una película que muestra sin demasiada pretensión cómo es posible que las personas que la sociedad excluye son capaces de crear belleza y poesía”.

Corbacho y Solivellas coincidieron hace más de 30 años en la compañía La cubana, con la que realizaron muchas giras y funciones. Allí descubrieron lo “terapéutico” que puede ser el teatro, pero también “los problemas que puede provocar”, según señala Corbacho. “Estos actores no tienen prejuicios. Cuando les preguntábamos por qué el Quijote veía molinos, nos decían que, al igual que les ocurre a ellos, a veces confunde realidad y ficción. Lo ven todo desde un prisma que tiene más sentido común, que tiene menos capas de las que ponemos nosotros”, cuenta el guionista sobre este grupo de teatro, que usa la creación de “manera terapéutica”. Además, en palabras de Solivellas, "'En un lugar de la mente' consigue un espacio de creación donde todos son iguales”, lo que en su opinión refleja que “el arte es de los pocos espacios en los que los humanos no se confrontan”.

Solivellas cree que 'El Quijote' es una “obra magna", que "no deja de sorprender por la modernidad y la grandeza de cada frase que escribió [Cervantes], como espejo y reflejo del ser humano”. En este sentido, Corbacho cuenta que el personaje de la obra de Cervantes que se muestra en 'En un lugar de la mente' es mallorquín, como los molinos y también las cuevas (Drach), y muestra a un protagonista de una novela “moderna” que habla de “diversidad cultural” o incluso de feminismo.

Mejor en escena que en la vida

Durante la realización de este proyecto, los actores confesaron sentirse mejor encima del escenario que en la vida, algo que sorprendía a sus propias familias, maravilladas por “la energía y el brillo” que eran capaces de transmitir. Los protagonistas de esta historia comparten el estigma y la exclusión de la sociedad, pero cada uno parte de un diagnóstico diferente y de causas distintas, relacionadas con problemas en la infancia, con estrés laboral o con adicciones. “Pensamos que el mundo siempre lo mueve el dinero y estamos equivocados. El mundo lo mueve el miedo al diferente, es lo que mueve unas cosas rarísimas últimamente. La diversidad en todo siempre crea riqueza, pero hoy parece más bien una resta”, lamenta Corbacho.

Los actores de 'En un lugar de la mente' “luchan contra el estigma”, pero también demuestran que son capaces de llegar donde otros no pueden, porque ellos, a diferencia de otros actores, “se tiraban a la piscina”. “Su diferencia se transforma en algo tan positivo que te preguntas a qué viene su estigma, los juicios de valores o los apriorismos absolutos. Se crean unos compartimentos estancos que hay que romper, porque hemos tendido a encerrarlos cuando lo que necesitan es vivir como cualquiera de nosotros”, señala Corbacho.

Más allá de las posibilidades infinitas de este grupo de actores, los guionistas de esta película afirman que también han recibido mucho a cambio. En el caso de Solivellas, asegura que le ha reconectado con su “inocencia” y con la “ingenuidad”, y también con la vocación de los inicios, algo “muy íntimo y pequeñito que con los años se desenfoca, pierde vibración y también sentido en el día a día”. “Me ha hecho tener a flor de piel un sentimiento de gratitud y de reconectar, entender por qué elegí un día ser actriz. Un momento de mi vida que me hace ver quién soy, me abre a la posibilidad de no solo ser actriz sino creadora de historias”, ha señalado.

***Este artículo es posible gracias la película 'Un lugar de la mente', dirigida por Pep Bonet y producida por El Obrador de lo Real y Ens Public de Radiotelevisio de les Illes Balears