'Mariposas negras', la película avalada por la ONU para denunciar el abandono de los refugiados climáticos

Acaban de volver de Nueva York y la sonrisa contenida, a medio camino entre la sensación del deber cumplido y la responsabilidad de quien se siente mensajero de las tesis que van a marcar nuestro próximo siglo de existencia como especie, les delata. David Baute y Edmon Roch, director y productor, respectivamente, de 'Mariposas negras', atienden a Kinótico recién bajados del avión, volviendo de la mismísima sede central de la ONU en Manhattan, a donde fueron invitados por ACNUR para hablar de su película. Todavía con la gravedad impresa en el discurso que exigen las altas instancias, los responsables de la película hablan con este medio de la importancia del reconocimiento de la agencia más importante del mundo para con los refugiados, de la reciente nominación a los Premios Forqué y de un difícil camino que empezó hace más de una década y que tiene su próximo capítulo en los cines, de la mano de Sideral y a partir del 13 de diciembre.

"David [Baute] tenía ya cientos de horas grabadas, siguiendo a las personas que luego serían protagonistas de la película. Sirvió de documentación, porque siempre tuvimos claro que queríamos hacer 'Mariposas negras' en animación, pero no como género, sino como medio narrativo para llegar al mayor número de gente. Que Naciones Unidas te acoja, te haga ir allí para presentar la película y ponerla como ejemplo, es extraordinario", explica a Kinótico Edmon Roch, productor con décadas de experiencia y parte de éxitos como 'Atrapa la bandera' o la saga 'Tadeo Jones'. Y sigue: "Ellos nos explican, claro, que la línea editorial de nuestra película no es la suya, pero que agradecen que exista. Allí nos recibió el director de ACNUR, Sivanka Dhanapala, y nos dejó claro que ya había pasado el momento de las palabras para dar lugar al momento de la acción. Y que esta película podía ayudar a entender eso", completa.

En 'Mariposas negras' Baute orquesta -de la mano del estudio creado ex profeso por Ikiru Films para dar vida a la animación 2D del filme- un cuento coral de tres vidas. Tres mujeres que, obligadas por las circunstancias climáticas y sus consecuencias (guerras, destrozos, destrucción del tejido laboral) han de abandonar sus lugares de origen sin la esperanza de volver. Así, de Centroamérica y casi hasta el Golfo Pérsico, la película transita por Francia o el corazón de África, poniéndole rostro a la necesidad de los desplazados por el clima. "Muchas personas desconocen que la primera causa de migraciones del mundo es el cambio climático. El problema es que, al no ser reconocida como una causa por las instituciones internacionales, estas personas quedan sin ningún tipo de protección ni amparo", explica el director.

La realidad más allá de la verdad incómoda

Septiembre de 2019. Estamos en Ontinyent, localidad de la provincia de Valencia. El pueblo, ante las mayores inundaciones de su historia, decide expropiar las casas que dan al antiguo cauce del río y naturalizarlo, en una decisión que si bien se tildó de polémica en su momento, cada año que pasa se entiende como más acertada. Y es que episodios como el de la trágica DANA de Valencia, que según todas las previsiones científicas serán cada vez más comunes en zonas habitadas, en cierto sentido ha vuelto a abrir el melón de los refugiados climáticos, acaso denominación exacta de los cientos de vecinos de la periferia de Valencia que seguirán durmiendo esta noche en albergues y hoteles.

Baute, que además de la coordinación de Miradas Afroindígenas y el Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias lleva cerca de 12 años intentando sacar la película adelante, aborda aquello que Al Gore bautizó a principios de siglo como "la verdad incómoda". "La película no es un panfleto sobre el cambio climático. Se mete en la vida de estas tres mujeres e intenta contar su realidad, un día a día que es real y del que solo nos hemos separado, con animación, para preservar sus identidades, para no causarles problemas", explica el director, que apunta que de ahí viene precisamente el nombre de la película, de las migraciones de mariposas que empezaron a alertar a la comunidad científica del cambio de paradigma climático que se avecinaba.

De factura extraordinaria, bella cuando se acerca al corazón e iracunda cuando denuncia la barbarie, 'Mariposas negras' es una denuncia, sí, pero también una apelación a la humanidad, quizá más allá de la pantalla. "Después de todos estos años, la cosa solo ha ido peor. La realidad que anunciábamos ya está aquí. Cuando nosotros empezamos este trabajo, se lo contábamos a la gente y nos decía que sí, que vale, pero que eso pasaba en África o en Asia. Doce años después eso ya nos está tocando a la puerta y se va a quedar aquí. Estos días, por ejemplo, se de la mala planificación de emergencias, se habla de malas infraestructuras o la violencia del agua, que es cierto también, pero tenemos que mirar al problema de fondo, que es el cambio climático", explica Baute, en la línea de las impactantes declaraciones del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que al inaugurar la COP29 no pudo ser más claro: "El cambio climático mata", afirmó ante el silencio sepulcral del foro.

Con la temporada de premios recién empezada y la nominación a los Premios Forqué en la categoría de animación ya asegura, el camino de 'Mariposas negras' -quizá hasta los Goya de Granada- es uno desafiante, al caminar por el fino cable de la animación que no apela específicamente a los niños y por transitar, en un más difícil todavía, por la carretera de lo documental: "Es un desafío, pero la respuesta del público ha sido increíble por allá por donde ha pasado", apunta Roch, haciendo referencia a la presencia del filme en la Meca de la animación que es el Festival de Annecy o a su selección en el exclusivo IDFA (International Documentary Film Festival Amsterdam), quizá la cita más importante del mundo para el cine documental junto al CPH:DOX de Dinamarca. "Hemos luchado desde la autoría y desde la verdad, siempre para defender el discurso de la película", se despide meridiano el productor.