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Borrador de la norma

La definición de realizador novel en la ley de cine levanta ampollas en el sector: "Confunde industria con cultura"

Algunos productores creen que equiparar los trabajos en cine y en plataformas para definir esta figura puede mermar la calidad de las películas

Madrid·Actualizado: 11.04.2024 - 05:14
Fotograma de 'Creatura', de Elena Martín
Fotograma de 'Creatura', de Elena Martín · Fotografía: Avalon

El proyecto de la ley del cine que se aprobó en la pasada legislatura y que no llegó a tramitarse por la convocatoria de elecciones generales contenía una definición que, si se mantiene en la próxima ley, puede cambiar el panorama cinematográfico más de lo que muchos piensan. Ese es el aviso que algunos productores han lanzado ahora que el borrador de la norma está de nuevo en la cocina y que existe la posibilidad de remediar el asunto antes de que sea tarde y se convierta en un problema que parece haber pasado inadvertido en el sector.

Según la ley aún en vigor, el realizador novel es aquel profesional que "no ha dirigido o codirigido más de dos largometrajes calificados para su explotación comercial en salas de exhibición cinematográfica". Con el objetivo de adecuarse al contexto actual e incorporar en la norma otras ventanas del audiovisual (televisiones y plataformas), el nuevo texto legislativo plantea incluir también en esta definición a los realizadores que no hayan sacado adelante "más de dos obras audiovisuales, de al menos 60 minutos cada una, o 200 minutos de una serie; que se hayan difundido a través de servicios de comunicación audiovisual".

Con esta modificación, muchos cineastas no habrían podido tener la consideración de nuevo realizador para sus segundos proyectos, ya que muchos cuentan con experiencia en series o documentales para televisión, así como videoclips musicales. El peligro de dejar fuera a cineastas que no pueden esperar tantos años a levantar su primer o segundo proyecto, la merma en la calidad de realizadores que pueden aprender en otros terrenos antes de sus primeros largometrajes, así como la falta de diversidad son algunos de los miedos de los profesionales del sector que dan la voz de alarma.

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