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Criticas

‘Entrevista con el vampiro’, el relato de una relación tóxica a través del tiempo

AMC+ estrena este jueves la nueva adaptación de las novelas de Anne Rice

Madrid·Actualizado: 12.01.2023 - 06:00
Jacob Anderson y Sam Reid son Louis y Lestat en ‘Entrevista con el vampiro’
Jacob Anderson y Sam Reid son Louis y Lestat en ‘Entrevista con el vampiro’ · Fotografía: AMC+

“Hay historias ahí fuera que necesitan ser contadas”. Así, con esta frase del personaje de Daniel Molloy (Eric Bogosian) hablando a cámara sobre qué es el periodismo y cómo ha cambiado, arranca ‘Entrevista con el vampiro’. Una de esas historias a las que hace referencia es, sin duda, la que Louis de Pointe du Lac (Jacob Anderson) tiene que desvelar al mundo en una primera temporada orquestada en torno a la sorpresa (en muchos sentidos) en una versión de la obra de Anne Rice que pone el foco en la relación tóxica entre quien habla y su creador, amante y abusador: el vampiro Lestat (Sam Reid).

Rolin Jones es el responsable de esta nueva adaptación de las novelas de Rice, que ya vivieron una primera aproximación con aquella película de 1994 de Neil Jordan en la que Brad Pitt (Louis), Tom Cruise (Lestat), Kirsten Dunst (Claudia) y Christian Slater (Malloy) inmortalizaron a los cuatro protagonistas. Quienes la viesen y la recuerden se darán cuenta desde el primer episodio que esta versión de 'Entrevista con el vampiro' es distinta. El germen y el material de partida son los mismos, pero el resultado difiere en muchos puntos. Los cambios introducidos abren muchas más ventanas a las que asomarse, el insinuar da paso al mostrar y, aunque hay romance, no hay romanticismo a la hora de narrar.

Louis de Pointe du Lac convoca a Molloy en pleno confinamiento a su inmenso y lujoso apartamento en un rascacielos de Dubái. Está dispuesto a contar (una vez más) su vida con Lestat y quiere que quien ya la escuchara en otras ocasiones vuelva a hacerlo. Al otro lado se encuentra con algo más que un oyente. Más bien con un interlocutor con sentido crítico y buena memoria que no duda en poner contra las cuerdas al narrador y señalarle las incongruencias, contradicciones y medias verdades de su relato. Porque las palabras de Louis están filtradas por el tamiz de la memoria, por el paso de las décadas y por una relación tempestuosa y abusiva en la que él fue la víctima.

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