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Crítica | Series

'Los leones de Sicilia' combina con naturalidad tres series en una mayor de bellísima factura

Los ocho episodios de la serie, dirigida por Paolo Genovese, están disponibles en Disney+ y ofrecen un recorrido por la historia de los Florio y de la Sicilia del XIX

Madrid·Actualizado: 07.11.2023 - 04:47
Miriam Leone y Michele Riondino son Gulia y Vincenzo Florio en 'Los leones de Sicilia'
Miriam Leone y Michele Riondino son Gulia y Vincenzo Florio en 'Los leones de Sicilia' · Fotografía: Disney+

‘Los leones de Sicilia’, serie basada en la obra de Stefania Auci, adaptada por Ludovica Rampoldi y Stefano Sardo y ya disponible en Disney+, funciona como dos series en una. O, quizá, apurando, hasta tres. Por un lado, el relato de ascenso social y económico de una familia, la de los Florio. Por otro, un recorrido de seis décadas por la historia de Sicilia. Y, por último, la historia de amor entre Vincenzo Florio (Michele Riondino) y Giulia Portalupi (Miriam Leone). Las tres son parte de un todo: el de una serie de una factura bellísima que alterna el relato histórico con el social y romántico en equilibro.

La obra original se publicó hace relativamente poco, en 2019. Una ambiciosa novela de algo más de 400 páginas narrada en orden cronológico que cuenta cómo los hermanos Paolo e Ignazio Florio, a iniciativa del primero, deciden abandonar su Bagnara natal, en Calabria, para buscar un futuro más próspero y sin terremotos en Palermo. La serie, dirigida por Paolo Genovese (también productor creativo), se separa del material de partida en algunos puntos y apuesta por los saltos temporales poniendo el foco en la historia de Vincenzo y Gulia. Ese cambio en la narración y la decisión de abrir con un Vicenzo adulto no solo es acertada, sino que contribuye a captar la atención. ¿Quién es ese hombre que anda como un Peaky Blinder, es capaz de plantarse ante un noble y hablarle como le habla para, a renglón seguido, lanzar la oferta que lanza a unos operarios?

Esa escena, datada en 1830, en Tonnara dell’Arenella (Sicilia), atrae por su fuerza. También marca el tono y el estilo en lo visual y lo musical de la serie –la música moderna está muy presente, Laura Pausini incluida–. Además, con ese arranque se consigue en solo unos minutos un doble objetivo: atrapar a quien no ha leído la novela y a quién sí. Para los segundos, conocedores de la historia, el atractivo está en ver cobrar vida a unos personajes ya imaginados con la lectura, pero también en descubrir cómo van a contar una historia que abarca seis décadas –de 1799 a 1861–. Los responsables de la adaptación deciden arrancar a la mitad para jugar luego a saltar en el tiempo mientras se afanan en construir una historia de múltiples capas que funciona como un retrato social, económico y político de varias décadas a través de sus personajes.

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