‘Agatha, ¿quién si no?’ tiene tanto carisma como Kathryn Hahn y es tan imprevisible como Harkness

Las series bajo el sello Marvel pueden ser de tres tipos: un 'sí' rotundo ('Loki' para algunos, 'Wandavision' para otros y ojalá 'Caballero Luna' para más gente), un 'ni chicha ni limoná’ ('Ojo de halcón') o una ocasión perdida ('Invasión secreta'). Tras ver los dos primeros episodios de 'Agatha, ¿quién si no?' –los que hoy estrena Disney en su servicio de streaming–, la serie protagonizada por Kathryn Hahn entra directamente (y aquí se oirán suspiros de alivio) en el primer grupo. Sí, esta es de las buenas, de las que lanzan una propuesta que se sale un poco del carril y que engancha, aunque siga de inicio el camino marcado por su serie madre y recoja los aciertos de otras que llegaron antes que ella. Pero, sobre todo, lo que hace funcionar a ‘Agatha, ¿quién si no?’ es haber apostado por un personaje tremendamente interesante interpretado por una actriz que derrocha carisma. Eso y jugar con eficacia la carta del misterio.

Sobre las series Marvel siempre hay cierto aire de desconfianza, la sinopsis de esta no dejaba nada claro su argumento y, encima, el tráiler tampoco animaba a venirse muy arriba. Todo eso en contra (aunque poco) le ha venido bien a ‘Agatha, ¿quién si no?’ para rebajar unos cuantos grados las siempre peligrosas expectativas y darse así de bruces en pantalla con una serie que desprende carisma, arrojo, humor y misterio. Lo consigue basándose en una apuesta visual atrayente –entra por los ojos–, unos personajes tremendamente interesantes –la bruja de Aubrey Plaza va a dar mucho juego– y un ritmo endiablado –no se pierde el tiempo, la trama avanza, sus protagonistas con ella y no hay baches–.