Sandra Tapia y "el reto" de llevar la animación española a los Oscar con 'Robot Dreams'

El 23 de enero de 2024 la Academia de Hollywood anunciará los finalistas en la 96ª edición de los Oscar. Ese mismo año se celebrará el vigésimo aniversario desde que Ibon Cormenzana creó Arcadia, una productora que nacía “con el objetivo de producir largometrajes de calidad con potencial internacional, apoyando el cine de autor e impulsando el talento de jóvenes promesas del cine”. Junto a uno de esos autores, Pablo Berger, rozaron el sueño dorado cuando ‘Blancanieves’ fue seleccionada para representar a España en la gran fiesta del cine a nivel mundial. La desafortunada coincidencia de que ‘The Artist’ se adelantara un año en su estreno dejó fuera de juego a la icónica revisión del clásico cuento, pero desde la compañía no renunciaron a seguir haciendo proyectos de primer nivel que, años más tarde, les devolverían a la lucha por el premio más importante de la industria del cine. Tras quedarse a las puertas en las dos últimas ediciones con ‘Mediterráneo’ y ‘As bestas’, ‘Robot Dreams’ amenaza con convertirse en la primera película de animación en representar a España en los Oscar.

La adaptación de la novela gráfica de Sara Varon, una emocionante historia de amistad entre un solitario perro llamado Dog y el robot que decide construir para combatir su soledad, no puede haber empezado mejor su trayectoria internacional. 24 horas después de su triunfal presentación en el Festival de Cannes, Neon anunció que había comprado los derechos de la película para Norteamérica. Tres años antes, la distribuidora hizo historia con el primer Oscar a la Mejor Película para una película rodada en un idioma ajeno al inglés gracias a 'Parásitos'. Dos años más tarde, Neon convirtió a la danesa ‘Flee’ en la primera producción en ser finalista en optar a la estatuilla en las categorías de Película internacional, Película de animación y Película documental.

La venta a la distribuidora de las últimas cuatro ganadoras de la Palma de Oro apareció en todos los medios especializados. “Era maravilloso entrar en el mercado y que mucha gente nos felicitara por la venta porque eran conscientes de lo complicado que es vender una película a una distribuidora que compra 10-12 películas al año y que tiene esa experiencia en premios y festivales. Sabemos que para el público es algo secundario, pero en la fase en la que estábamos a nivel de venta y mercado fue muy importante”. Son palabras de Sandra Tapia, productora ejecutiva en Arcadia desde 2010 y socia de la empresa en 2019. “Nosotros teníamos dos sueños: pasar por cines y vender la película a una de las grandes de la distribución en Estados Unidos: Neon, A24 o Sony Pictures Classics. Los dos se hicieron realidad”.

Cannes fue el escenario de una conexión inmediata. “Allí conocimos a Tom Quinn, fundador y CEO de Neon”, recuerda la ganadora del Goya. “Tom y Pablo congeniaron inmediatamente y empezaron a hablar de la nostalgia que había sentido como 'new yorker' mientras veía la película. Fue uno de esos momentos en los que te das cuenta de que tiene sentido todo el esfuerzo y el trabajo que has hecho para llegar hasta ahí. Emocionar a un 'new yorker' real desde un estudio de animación español es la guinda del pastel de los cinco años que llevamos trabajando en este proyecto”. Poco después de su paso por la cita francesa, los periodistas especializados empezaron a incluir a la película en sus apuestas para la carrera al Oscar de animación. Las ambiciones de Arcadia van un paso más allá. “Es una oportunidad para recordar que las películas de animación son películas también”, un mensaje compartido una y otra vez por Guillermo del Toro durante la última temporada de premios.

Un año después de que ‘As bestas’ se quedara sin representar a España en los Oscar a pesar de un brillante futuro que se traduciría en nueve premios Goya y un César francés a la Mejor Película europea del 2022, sus productores creen haber aprendido una lección, conscientes de que las películas que no se han estrenado todavía en salas parten en una situación de desventaja respecto a títulos como ‘Alcarràs’ o, este año, ‘20.000 especies de abejas’. “Lo que hemos aprendido con las experiencias previas es que la película hay que enseñarla, enseñarla y enseñarla sin miedo. Hay que hacer muchos pases y darle facilidad al académico, para que la pueda ver en la Academia, pero también fuera, en horario laboral o en fin de semana”, relata la productora. No hay que centrarse solo en Madrid y Barcelona porque vivan ahí la mayoría de los académicos, sino que también hay que llegar a otras ciudades”. Tapia recuerda también la importancia de VEOMAC, la plataforma de streaming en la que se pueden ver las películas que se presentan a la temporada de premios. “Es un sistema seguro y está muy bien organizado para que se puedan ver las aspirantes durante el periodo de votación”.

La carrera por el Oscar a la Mejor Película internacional empieza en España, pero el verdadero campo de batalla está lejos de nuestras fronteras. El recorrido internacional de ‘Robots Dreams’ no ha podido empezar mejor. Después de la premiere en Cannes, llegó el Festival de Annecy, la cita más importante del planeta en el campo de la animación. El equipo llegó a la ciudad francesa "bajo el síndrome del impostor". Días más tarde abandonaba el certamen con el premio de la sección Contrechamp bajo el brazo. La historia ambientada en el Nueva York de los años 80 es la primera película española en ganar ese premio.

En septiembre llegará el Festival de Toronto, un lugar mágico para el cineasta bilbaíno. “Recuerdo dos cosas del paso por el TIFF de ‘Blancanieves’”, confiesa Sandra. La primera es la entusiasta reacción del ahora desaparecido Roger Ebert, el único escritor galardonado con el Pulitzer por su trabajo como crítico de cine. La segunda fue el emocionante coloquio que continuó a la premier mundial de la cinta. “No se fue casi nadie del pase. Pablo se creció enormemente ante la gente porque es un showman, pura emoción y humor. Él vivió 10 años en Nueva York, así que tiene un inglés perfecto. La gente pedía por favor que siguiera el coloquio mientras a las puertas de la sala la gente se agolpaba esperando a la siguiente proyección. Fue increíble”.

En su segunda visita al festival canadiense, una tradicional parada en la temporada de premios, los españoles llegarán con la tranquilidad de tener los deberes hechos y haber vendido la película en todos los grandes territorios internacionales (en Francia, una de las cunas de la animación, llegará a los cines de la mano de Wild Bunch). “Todavía estamos en una fase de preparar la agenda de Pablo porque las peticiones de festivales son tremendas. Hay bastantes territorios importantes que requieren su presencia, pero también tenemos que bloquear las fechas para la campaña en Estados Unidos”. Antes de viajar a Toronto, los productores de ‘Robot Dreams’ se reunirán de nuevo con Neon para ver los siguientes pasos de la campaña de promoción de la producción.

Desde Arcadia ven su aventura arriesgada como un experimento híbrido. “El equipo está formado por gente que viene de la animación, pero también por profesionales que solo habían hecho cine en acción real hasta ahora”. En los créditos de la producción aparecen el montador Fernando Franco, la diseñadora de sonido Fabiola Ordoyo, ganadora del Goya por ‘As bestas’, o el músico Alfonso de Villalonga, compositor habitual de las películas de Berger. “Lo que nos gustaría es que, una vez han visto la película, valoraran el reto de haber hecho algo así porque creemos que es una historia universal que puede viajar por todo el mundo. Ya lo está haciendo. Nos encantaría ser la candidata pero, pase lo que pase, estamos muy orgullosos de la película que hemos hecho”.