Iberseries & Platino Industria

¿Miedo a la IA? No, pero cuidado con los derechos de autor

En el marco de la cuarta edición de Iberseries & Platino Industria ha tenido lugar un intenso debate sobre la IA y los dobles digitales

Madrid·Actualizado: 04.10.2024 - 12:18
Óscar Olarte, Ignacio Lacosta,  Curro Royo, Mariola Cubells, Carmen Páez, Clara Ruipérez y Samuel Castro en Iberseries & Platino Industria 2024
Óscar Olarte, Ignacio Lacosta, Curro Royo, Mariola Cubells, Carmen Páez, Clara Ruipérez y Samuel Castro en Iberseries & Platino Industria 2024 · Fotografía: Iberseries & Platino Industria

Una de las conferencias y 'keynotes' de la última jornada de esta edición de Iberseries & Platino Industria ha querido poner sobre la mesa un debate al que en Kinótico nos hemos acercado en varias ocasiones y que es un tema candente, controvertido y un tanto farragoso: el uso de inteligencia artificial en la industria audiovisual. Moderada por la periodista de la Cadena Ser Mariola Cubells y con el título ‘La Inteligencia Artificial en la producción audiovisual: el doble digital escénico y el doble digital actoral’, ha sido una forma de acercarse al tema. Los llamados a consulta en esta ocasión han sido Clara Ruipérez, directora de estrategia jurídica de Contenidos, Marcas y Transformación Digital en Telefónica; Ignacio Lacosta, fundador de Xreality Studios; Curro Royo, guionista y vicepresidente de DAMA; Carmen Páez, Subsecretaria de Cultura; y Óscar Olarte, cofundador y CEO de MR Factory. De su intenso debate se sacan varias conclusiones, quizá la más general es que si bien no hay que temer a la IA, sí que hay que estar atentos a que el uso que se le da es el correcto, justo y, sobre todo, legal.

Abría el debate Mariola Cubells con una pregunta clave, ¿por qué hay miedo y a qué no hay que tener miedo? La primera parte parece sencilla de responder, la pérdida de trabajos y vulneraciones de los derechos de autor es lo más evidente. A lo segundo respondía Óscar Olarte explicando que la IA posibilita “un modelo que ofrece a los creadores ampliar” la parte más creativa sin toparse con la limitación del presupuesto. Desde su lado del terreno del juego –el de quienes parte de su negocio reside en usar la IA–, Ignacio Lacosta apuntaba que se trata de herramientas que “hay que aprender a utilizar” y que “no hay que tener miedo a que nos quite trabajo, pero sí a que los operadores que sí usan IA nos lo quiten”. Para hacerse una idea lo que implica usar esta tecnología ha contado cómo un doble digital de un barco supuso el trabajo de entre ocho y nueve personas durante tres semanas la primera vez. Para la siguiente tiraron del ‘data set’ y una persona y dos horas bastaron.

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Pero, claro, como han expuesto el resto de ponentes, no es lo mismo generar un doble digital de un barco o de un espacio, que hasta puede ser positivo en términos de conservación de patrimonio o rodajes más sostenibles –aunque quizá, como ha apuntado Mariola Cubells, las Film Commissions no estén de acuerdo del todo–, que generar un doble de un ser humano, de un actor. No había ninguno presente, pero Curro Royo ha ejercido de portavoz suyo y trasladado el mensaje de preocupación que le habían transmitido desde la Unión de Actores, donde ya se han encontrado contratos en los que solo por participar en un casting se pretende que el actor autorice un escaneo y que se pueda usar su voz o su cuerpo digitalmente. “El problema”, ha añadido, “es que la litigación sobre eso puede ser tan larga que cuando llegue a donde se decide, la tecnología les ha podido pasar por encima. El reto del legislador es legislar previendo que estas cosas no sucedan”. Lo dice con conocimiento de causa, porque poco antes recordaba que cuando ellos encontraron la manera de cobrar por los DVDs, ya no se vendían. Como voz de los creadores, además de bromear con que los guionistas no son luditas que escriben con tinta como Cervantes, ha explicado que lo que les “gustaría es que no sea otra tecnología que nos ha dejado atrás”. Saben que es parte del negocio y ha venido para quedarse, pero eso no quita que vean a estar ahí militando en el “¿qué hay de los nuestro?”.

Sobre el caso de los actores, como experta en materia legal, Clara Ruipérez ha apuntado que es “un problema de interpretación, la legislación existe” y en varias de sus intervenciones ha insistido en que el problema con el que se encuentran muchas veces es que legislar es lento, pero la jurisprudencia aún lo es más. Además, como ha desgranado, el sistema que impera en Estados Unidos no tiene nada que ver con el Europa. Allí se prioriza a la industria, la inversión. Aquí, a los creadores. De hecho, en Estados Unidos, como se ha visto a lo largo de las negociaciones para las renovaciones de los convenios colectivos de los gremios de actores y guionistas, se hace más por sectores. Como ha recordado el representante de DAMA, el tema de los dobles digitales los actores de Hollywood lo resolvieron con un "puedes, pero me pagas” . En el caso de los guionistas, como le contaron los negociadores del WGA David A. Goodman y Christopher Keyser, con los que habló Kinótico, la solución fue incluir una línea en la que se decía que “nunca reescribirán nada que no haya escrito un ser humano”. Al final, el problema en el caso de los guionistas, que ha quedado reflejado en el podcast de ALMA con infinidad de testimonios, es que todo el mundo sabe escribir y se cree capaz de escribir un guion. De ahí que Royo, en tono de broma pero igualmente certero, haya sentenciado que su problema no es con la inteligencia artificial, sino con la “estupidez natural” y puesto el ejemplo de quien le dice a ChatGPT que desarrolle una idea y luego responde que “no dijiste que tenía que poner en el tecla”.

Imagen de una de las conferencias sobre IA en la cuarta edición de Iberseries & Platino Industria
Imagen de una de las conferencias sobre IA en la cuarta edición de Iberseries & Platino Industria · Fotografía: Iberseries & Platino Industria

El debate ha sido intenso y con distintos puntos de vista, pero solución no ha habido. Para la subsecretaria de Cultura no hay que tener miedo a esta tecnología, hay que integrarla, pero poniéndola al servicio de los creadores y sin olvidarse de los derechos. “Hay que integrarla respetando el marco jurídico de propiedad intelectual”, ha sentenciado, e incidido en que no es lo mismo crear un doble digital de un espacio o de una cosa, que no tiene derechos, que de una persona. Aunque también ha advertido de que si el Ministerio de Cultura tiene unas tarifas para rodar en los espacios bajo sus competencia y el modelo cambia a un escaneo y recrearlo digitalmente, igual hay que revisar las tarifas.

Para acabar, y sabiendo que el tema da mucho de sí y que el debate va a continuar, tanto Ignacio Lacosta como Óscar Olarte han querido señalar lo anecdótico que es, por ahora, el uso de esta tecnología en el cine y las series. Y el primero ha ido un poco más allá al advertir que en un rodaje se dan situaciones, como que un personaje diga mal una frase, que se pueden solucionar con cierta facilidad usando IA generativa en postproducción, pero “si no vamos a poder usarla aquí, vamos a tener que contratarlo en EEUU”.

En el lado de los creadores, Curro Royo ha optado por un mensaje positivo y de esperanza porque, ha dicho, “en la historia de la humanidad quienes han abierto nuevos caminos han sido disruptivos” y, básicamente, una IA no podría haber escrito series como ‘Perdidos’, ‘Los Soprano’ o ‘Breaking Bad’. “No tenemos que tener miedo” porque “las máquinas serán capaces de crear y de dirigir películas, sí, pero serán las máquinas quienes vayan a verlas”. Como respuesta a su comentario final, risas y aplausos entre las butacas.

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