Entrevista

Silvina Cornillón, directora de los Quirino, pone en valor el trabajo de "acompañar" al sector de la animación iberoamericana

Cornillón, que vivirá esta semana su primera edición como directora, apuesta por seguir creciendo y mirando al futuro sin perder de vista la "esencia" de los Quirino

Madrid·Actualizado: 07.05.2025 - 05:30
Silvina Cornillón, directora de los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana
Silvina Cornillón, directora de los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana · Fotografía: Premios Quirino / Verónica Oliver

Nacidos en 2018 para reconocer lo mejor de la animación iberoamericana, los Premios Quirino celebran esta misma semana, del 8 al 10 de mayo en La Laguna y con el patrocinio principal del Cabildo de Tenerife a través de Turismo de Tenerife, una edición que ha vuelto a batir un récord de candidatos y que supone la primera con Silvina Cornillón como directora. Precisamente con ella, que recogía en enero el testigo de Bea Bartolomé al frente de este evento que es mucho más que una entrega de galardones, hemos hablado en Kinótico de lo que cabe esperar de los Quirino, de las herramientas que ofrece, de su esencia y su futuro y de cómo ve ella, desde dentro, la salud de la animación iberoamericana.

Pese a que es su primera edición como directora, la argentina Silvina Cornillón lleva vinculada a los Premios Quirino desde sus comienzos, por eso sabe bien cuál es el papel que juegan dentro de la industria. Al preguntarla por ello, echa la mirada atrás y recuerda cómo ya antes de celebrar su primera edición la convocaron como “embajadora latinoamericana” con la misión de dar difusión al evento y cómo este ha ido cuajando hasta el punto de que no hay un “invitado que no se vaya de acá recomendándole participar en Premios Quirinos a otras personas”.

"Cada vez se reciben más obras, hemos recibido un 10% más que el año pasado, que ya fue un récord"

Esa sensación positiva que dejan en quienes forman parte del evento tiene que ver, valora Cornillón, con todo el trabajo que se ha hecho en ediciones pasadas y que ha contribuido al crecimiento: “Cuando uno ve las estadísticas de las convocatorias, año a año, cada vez se reciben más obras, este hemos recibido un 10% más que el año pasado, que ya había sido un récord total…”. Eso, a su juicio, no deja de ser una muestra de “la gran necesidad que había de un espacio así”. Parte de esa satisfacción está relaciona con que “cualquier persona del sector que quiera venir con un proyecto a participar del foro sabe que puede estar relajado en cuanto a lo que va a encontrar acá respecto a oportunidades, porque sabe que se encuentra con una agenda muy completa de actividades, de reuniones y todo compacto y en un lugar hermoso como es Tenerife. Así que más no se puede pedir”.

Los números, muchas veces, hablan por sí solos. Para la edición de 2025, la octava, se han presentado un total de 263 obras de 17 países, lo cual arroja un interesante y variado crisol que puede servir para tomar el pulso a la industria de la animación iberoamericana. En este sentido, Cornillón pone de manifiesto una verdad absoluta, que “siempre se quedan por el camino obras que merecerían haber sido nominadas porque hay un cupo”. Pero, dicho esto, también valora que “este año las obras están representadas por 10 países y eso es mucho mayor que el año pasado, que fueron siete”. A esa circunstancia, además, hay que añadir el peso de las coproducciones, “que están cada vez más presentes y son cada vez más necesarias, siempre lo han sido, y eso se liga con todo lo que tiene que ver también con la misión de Premios Quirino”. Y es que, en un sector como el de la animación, el modelo de la coproducción ha ido creciendo hasta convertirse en una las mejores (si no la única en algunos casos) vías para poder sacar adelante un proyecto. De hecho, la directora de los Quirino no duda a la hora de responder de manera contundente que sí cree que el futuro de la animación pasa por la coproducción y cita ejemplos recientes como Perú y Chile, que han ido ganando presencia.

Sobre todo se extiende en el caso brasileño y cómo su industria ha encontrado en la coproducción una tabla de salvación: “Brasil ha tenido un cambio también a lo largo de los años, quizás motivado en un inicio por una crisis más interna relacionada con el gobierno anterior de Bolsonaro, donde la cultura, que había sido un caso de estudio casi ejemplar siempre respecto a los apoyos y cómo financiaban todo y cómo funcionaba, de pronto [vio cómo] muchas empresas y estudios tuvieron que salir a buscar eso que antes lo tenían resuelto internamente”. Y eso, que es una circunstancia negativa, se tornó en positiva al resultar "muy enriquecedor en otros sentidos”. Por eso, por lo que demuestra la experiencia, ella cree que camino va en ese sentido, sin vuelta atrás.

"Poder volcarse en historias que tengan otras características, con otros colores, con otra personalidad, es un diferencial"

Y añade más razones: “También porque se trata de un momento en el cual hay mucha competitividad; hay muchos cambios en general en el mercado y los mismos compradores de contenidos y quienes financian proyectos para cadenas y demás, ellos mismos, están sufriendo esta competencia cada vez mayor. Poder volcarse a historias que tengan otras características, con otros colores, con otra personalidad, es un diferencial. Están buscando ahí como la perla negra, rara, y me parece que cuando hay una coproducción, siempre hay un estudio que da un respaldo detrás. Esa brecha técnica o de escala de producción que a veces pasa (…) es una gran diferencia la que se logra cuando hay una coproducción y responden todas estas compañías. Eso también suma y hay que tenerlo presente”.

Los desafíos de la animación

Encontrar un único desafío en una industria tan compleja no procede. Se trata más bien de un conjunto de retos que quien dirige los Premios Quirino tiene muy presentes. Uno capital, por ejemplo, es el de la distribución, el “poder aumentar la circulación de las obras”. Para ayudar en ese sentido, “desde Premios Quirino, el granito de la arena está quizás en esto de que las obras finalistas, los cortometrajes finalistas, puedan verse a través de Filmin y Retina Latina ampliando un poco también esa ventana”. Otros desafíos son, “por supuesto, el fomento y los recursos, sobre todo considerando que en algunos países de la región sus administraciones son mucho más cambiantes y más inestables”. Eso implican incertidumbre y tener que estar siempre “dónde está el nuevo fondo que vaya a surgir, al que puedas aplicar y demás”. A todo esto, en ese panorama que dibuja Cornillón, hay que sumar “muchas incertidumbres en este momento respecto a los adelantos tecnológicos y la inteligencia artificial, son como interrogantes en el aire”.

Con todo esto en mente, se muestra expectante con lo que dará de sí el laboratorio de futuros que tienen programado para este jueves. Se trata de una actividad que celebran en esta edición por primera vez y en la que se va a dedicar una tarde completa a dilucidad “dónde estamos parados, cuáles son nuestros desafíos y hacia dónde queremos ir. Armar un primer boceto, una hoja de ruta, y hacerlo de forma colectiva”. El fin con el que nace este laboratorio de futuros es la establecer unas conclusiones que plasmarán en un informe con la idea de “compartirlo con las administraciones públicas y ver también si desde ese lugar se puede lograr un cambio o una mejora, al menos”.

Silvina Cornillón, directora de los Premios Quirino
Silvina Cornillón, directora de los Premios Quirino · Fotografía: Premios Quirino / Verónica Oliver

Este laboratorio es solo una de las muchas actividades que se organizarán entre el 8 y el 10 de mayo con el objetivo de ofrecer herramientas a los profesionales de la industria. Algo que tiene que ver con el espíritu de los Quirino de extender cada vez más el acompañamiento. “A priori”, explica Cornillón, “nuestro primer objetivo tiene que ver con la gala de premiación y con el foro de coproducción, pero también con este otro trabajo que se viene haciendo de estructurar un poco al sector y acompañarlo” y aprovechar “la atención que nosotros podemos tener por parte de las instituciones y las autoridades, que a veces no es la misma que tiene el sector”.

"El desafío está en cómo hacer crecer el evento sin que Premios Quirino pierda su esencia"

En ese continuo mirar hacia delante, crecer y ofrecer más, ¿cuál es su meta desde la dirección? ¿Hacia dónde quiere llevar los Premios Quirino? “Estamos en un momento de evaluación, quizás, dada por la transición y por mi llegada al evento. Sin duda, la idea es poder trazar un plan que sea un poco más a largo plazo (…) Creo que la base donde empezamos es grandiosa y realmente es un privilegio para mí haber asumido la dirección, para esta edición y en un evento con estas características, con todo el gran trabajo que han hecho tanto José Luis [Farias] como Bea [Bartlomé], cada uno en su turno. El desafío está en cómo hacer crecer el evento sin que Premios Quirino pierda su esencia”.

Aún preguntándose a sí misma por el camino a seguir, lo que no pierde de visa es que “lo importante ante todo es priorizar ese ADN y esa esencia, que no se pierda, que esto no se vuelva un evento con otras características, sobre todo respecto a ese cuidado tan especial que se le da a cada uno de los participantes que se suma en cada edición; y que las oportunidades puedan aumentar sin que eso implique cambiar radicalmente”. Su filosofía tiene que ver con la sustentabilidad, con dar soluciones a los participantes y “que sea realmente una fuente de oportunidades para lo que están buscando. Y después, lo otro, que acompaña todo esto, tiene que ver con los proyectos más relacionados con la formación, que es algo en lo cual venimos trabajando y nos gustaría poder tener un impacto más concreto”.

'Robot dreams' y los números de 2025

En la última edición, la de 2024, 'Robot dreams, de Pablo Berger, fue reconocida como Mejor Película; mientras que la segunda temporada de la serie musical 'Jasmine & Jambo', de Silvia Cortés, obtuvo el premio a Mejor Serie; y el galardón al Mejor Cortometraje recayó en el filme brasileño 'Lulina e a Lua', de Marcus Vinicius Vasconcelos y Alois Di Leo. Los trabajos presentados aspiran a ser finalistas en las siete categorías principales: Largometraje, Serie, Cortometraje, Cortometraje de escuela, Obra de encargo, Animación de videojuego y Videoclip. Las obras finalistas en las categorías principales competirán, además, en tres categorías técnicas: Desarrollo visual, Diseño de animación y Diseño de sonido y Música original.

Abierta a obras de animación de los 23 países que conforman la región iberoamericana, la convocatoria recibió 15 largometrajes, 32 series, 116 cortometrajes, 48 cortometrajes de escuela, 17 obras de encargo, 15 videojuegos y 20 videoclips que, en conjunto, suman 54 horas de animación. España lidera la lista de países con mayor representación con un 33%, seguido de Brasil (14%), Argentina (12%), México (12%), Colombia (8%), Portugal (7%) y Chile (7%). También se han recibido obras de Bolivia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela.

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