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Diseño de vestuario

‘Succession’ y la miseria en el armario del rico

Análisis en profundidad del diseño de vestuario de la serie de HBO centrada en una familia de magnates, los Roy, inspirada en el imperio de Rupert Murdoch

Madrid·Actualizado: 10.04.2023 - 04:24
El vestuario de 'Succession' es obra de Michelle Matland, nominada a dos Emmy
El vestuario de 'Succession' es obra de Michelle Matland, nominada a dos Emmy · Fotografía: HBO

‘Succession’ ha llamado la atención de muchos espectadores por su intrigante trama sobre una familia adinerada y poderosa que lucha por el control de un imperio mediático. Pero aquí no hemos venido a hablar de tramas, sino de vestuario. Un vestuario que no se ve, que no se nota, que pasa totalmente desapercibido. Un vestuario tan discreto como la propia burguesía neoyorquina, cuyo hermetismo y opacidad en torno a la vida privada y los negocios de sus miembros ha alimentado mitos y leyendas sobre su riqueza y poder. Hermetismo esporádicamente roto, eso sí, por los numerosos actos de beneficencia a los que asiste. No olvidemos que el mecenazgo ejercido por la clase alta neoyorquina se remonta a los primeros años de la ciudad, cuando los ricos comerciantes y banqueros comenzaron a construir mansiones y a patrocinar obras de caridad y cultura -un mecenazgo que no se puede desligar del protestantismo, que ve la riqueza y el éxito como una forma de dedicación a Dios: menuda turra nos ha dado y nos sigue dando Hollywood con este tema-.

El vestuario de ‘Succession’ es obra de Michelle Matland, cuyo trabajo más conocido son los figurines de aquel thriller protagonizado por Emily Blunt llamado ‘La chica del tren’. Todo lo que hace Matland en la serie protagonizada por la familia Roy es pura moderación. ¿Pero qué les voy a contar yo, que vengo de un lugar llamado Cataluña? En verano te puedes cruzar, por Cadaqués o Sitges, con el presidente de la caja de ahorros más importante del país vestido como si hubiera salido de ’13, Rue del Percebe’, con la gorra de propaganda y las chanclas. En la actualidad, la burguesía catalana sigue siendo un actor clave en la economía catalana y española, y su estanqueidad es una forma de mantener su influencia y poder. Lo del mecenazgo, desgraciadamente, tuvo su momento de gloria durante el siglo XIX y parte del XX; ahora, esta gente es más de Juvéderm y de tataki.

Primer capítulo, primera secuencia de Logan Roy: el patriarca de la dinastía va más bien desastrado; ni gemelos de oro, ni abrigo con cuello de piel, ni traje a medida. El espectador sabe que es rico porque lleva escolta y viaja en un coche con las lunas tintadas. Es importante mencionar el papel clave que juega el vestuario en la serie. Mediante esta primera toma de contacto tenemos la percepción de que los ricos de ahora, los de verdad, no viven ni como los millonarios del Titanic ni como los empresarios de chichinabo de los culebrones turcos. Tenemos la percepción de que estamos viendo un pedacito de realidad por un agujero. La sensación de que estamos asistiendo a una proyección de LA VERDAD. Y eso está muy bien.

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