Carlos Montero, más personal que nunca: “De joven soñaba con hacer cine pequeñito y de culto... y he acabado haciendo ‘Élite’”

Septiembre de 2003. Irene llega a Madrid con ganas de comerse el mundo y de convertirse en directora de cine. Allí conoce a sus mejores amigos y también a Julio, que sería el protagonista perfecto para sus películas y también para su vida. Pero la vida siempre tiene otros planes. Así empieza ‘Todas las veces que nos enamoramos’, la apuesta de Netflix para San Valentín con la que Carlos Montero se abre en canal y vuelve a sus primeros años en la ciudad en la que se pudo convertir en la persona que siempre había soñado ser.

“Yo nunca he sido ese tipo de autor que cuenta su vida. No soy bueno haciéndolo. Cuando lo he intentado, no me ha salido y no quería hacerlo”, reconoce Montero cuando Kinótico le pregunta por la conexión entre su nueva serie y su propia experiencia cuando llegó a Madrid en plenos años 90 desde Celanova, un pequeño pueblo gallego de 3.000 habitantes. El guionista decidió avanzar diez años en el tiempo y que la historia de ‘Meet Cute’ (el título con el que se anunció el regreso a la comedia romántica de Montero) arrancara en el otoño de 2003. “Ya era todo bastante biográfico y no quería que fuera todo tan personal. Tenía miedo de que, si lo hacía en los 90, me vería obligado a contar mi vida. Quería que estuviera el espíritu, que estuvieran todas mis vivencias, mi emoción, pero no que estuviera mi biografía”, explica.

Más personal que nunca