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Opinión

¿En qué estás pensando, Netflix?

La plataforma ha lanzado esta semana su plan para evitar que se compartan contraseñas en España, Canadá, Portugal y Nueva Zelanda

Madrid·Actualizado: 10.02.2023 - 05:18
Las oficinas centrales de Netflix en Los Angeles
Las oficinas centrales de Netflix en Los Angeles · Fotografía: Netflix

Hace apenas cinco años, cuando se le preguntaba a Netflix por ese tercio de sus usuarios que compartía contraseñas, respondía con una campaña que rezaba que “el amor es compartir tu contraseña”. Pero, como cantaba Rocío Jurado, se les rompió el amor de tanto usarlo. Lo que entonces era una manera de llegar a nuevos clientes, en 2023 es una sangría de dinero y las plataformas de streaming no están para tirarlo. Entre el recién anunciado despido del 3% de los trabajadores de Disney (con una Disney+ que sigue sin dar beneficios) y que a Wall Street ya no le sirve con que se presenten aumentos en el número de suscriptores para establecer el valor de esas compañías en bolsa, pintan bastos para todos.

Para Netflix, tal vez, esos bastos sean aún más apremiantes porque es la única de las grandes plataformas que carece de otra fuente de ingresos: la N roja vive y muere en el streaming. Empieza a sentir los vaivenes de clientes que se dan de alta y de baja según qué estrenos haya y es acuciante encontrar maneras de aumentar beneficios. De ahí vienen el plan con anuncios y las nuevas medidas contra quienes comparten contraseñas, de las que Netflix ya ha informado, vía e-mail, a sus abonados españoles y que enseguida suscitaron una oleada de protestas a través de redes sociales: “¡Pues si Netflix me obliga a pagar más, me paso a Filmin!”

El caso es que la plataforma tiene pocas vías de crecimiento más allá de exprimir un poco más a sus usuarios. El crecimiento de nuevas cuentas es finito y hace años que dejó de ser una start-up molona que quería ser tu mejor amiga para que te suscribieras a sus precios sin competencia y no te fueras nunca. Ahora es quien ostenta la posición dominante en el sector, la empresa a quien todos se quieren parecer y a quien quieren destronar, y la tarta de los nuevos clientes se ha vuelto mucho más difícil de partir. ¿Cuál es la solución para seguir creciendo? Subir precios y aguantar el chaparrón.

El presidente ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, y el codirector de la compañía, Ted Sarandos
El presidente ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, y el codirector de la compañía, Ted Sarandos · Fotografía: Kinótico

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