Sean Baker: "Posiblemente sea uno de los cinco directores realmente independientes en Estados Unidos, soy afortunado"

“Sean Baker es el gran retratista de ecosistemas al margen, alguien que pone el foco en no-lugares, en personajes que tratan de salir a flote o encontrar algo de comodidad dentro de su hábitat”. Son palabras de Carlos Madrid, director del Cinema Jove, un festival que inauguraba el pasado jueves su edición nº38 con la entrega al director de ‘The Florida Project’, ‘Red Rocket’ y ‘Tangerine’ del premio Luna de València, un reconocimiento reservado a las primeras espadas del cine independiente y de autor internacional.

El estadounidense sigue los pasos de recientes homenajeadas en la capital del Turia como Mia Hansen-Løve y Lynne Ramsay, miembros de una nueva generación de directores y directores que reivindican que otro tipo de cine es posible incluso en tiempos de plataformas de streaming y sobredosis de superhéroes. Sobrevivir como independiente es difícil, pero no imposible, como ha demostrado un cineasta obsesionado con mostrar aquello que no aparece en el 99% del cine salido de unos Estados Unidos con los que se muestra aún más crítico que en sus largometrajes, para los que prefiere reservarse una ambigüedad moral y política de la que se despoja durante su encuentro en Valencia con un reducido grupo de periodistas.

Además de dar numerosos detalles inéditos de ‘Anora’, su octava película como director y guionista, Sean Baker desgrana la claves de una carrera que huye deliberadamente de Hollywood, el lugar en el que reside, parece, para estar seguro de qué es lo que no quiere hacer en su cine. Kinótico habló con uno de los grandes referentes del nuevo cine independiente estadounidense sobre la búsqueda de una independencia total, todas esas veces que estuvo a punto de caer en la tentación de los estudios, la hipocresía de la sociedad estadounidense con el sexo, el espíritu reaccionario que puede llegar a reinar en TikTok o por qué no se siente del todo cómodo con la huelga de guionistas que asola Hollywood desde hace ya más de 50 días. La conversación no tiene desperdicio.