Iberseries & Platino Industria

Axel Kuschevatzky y la hazaña de crear contenido con "capacidad de viajar" como ‘Argentina, 1985’

El productor, en el marco de Iberseries & Platino Industria, ha contado que no existe un modelo para crear y producir contenido internacional y que el dogma no funciona

Madrid·Actualizado: 05.10.2023 - 13:30
Axel Kuschevatzky, CCO y fundador de Infinity Hill, en Iberseries & Platino Industria
Axel Kuschevatzky, CCO y fundador de Infinity Hill, en Iberseries & Platino Industria · Fotografía: Irene Meritxell / Iberseries & Platino Industria

Iberseries & Platino Industria, cuya tercera edición finaliza mañana en el Matadero de Madrid, ha celebrado este jueves su tercera jornada. De nuevo en la Casa del Lector, donde cada día tienen lugar las kynotes con importantes nombres de la industria audiovisual en lengua hispana y portuguesa, el primer convocado del día ha sido Axel Kuschevatzky, CCO y fundador de Infinity Hill (Argentina). El título de su ponencia, moderada por Pina Mezzera, editora de Cveintiuno (España): ‘Crear y producir contenidos internacionales. ¿Hay un método?’. La respuesta corta a esta pregunta es ‘no’. La más larga la desgranó el productor argentino, tirando de bueno humor y en un ambiente más distendido de lo habitual, a lo largo de media hora.

Kuschevatzky, cuyo nombre está asociado a producciones tan exitosas a nivel internacional como ‘El secreto de sus ojos', ‘Relatos salvajes’ y ‘Argentina, 1985’ y que aún no ha superado la ‘derrota’ ante ‘Sin novedad en el frente’ en los Oscar, como bromeó, ha reconocido, nada más comenzar, que le parecía más interesante la coproducción y no ser “dueño” de nada como forma de trabajo. También, que “cuando trabajas en la producción empiezas a entender la presión que tienen los ejecutivos, algo que a los productores nos cuesta entender: los tiempos, los planes, el coste de las cosas…”. Además, ha contado que existe cierta creencia extendida de que el productor lleva algo a una plataforma y el estudio lo recibe y “no es así, no es una transacción, son sociedades de trabajo”.

La lista de producciones de Kuschevatzky roza el centenar y, aunque ha tenido sonoros éxitos como los antes mencionados, “en ese infinito número de proyectos hubo muchos que fueron mal, pero soy muy bueno ocultando los fracasos [risas]”. La reflexión que ha lanzado el productor argentino ante los pesentes es: qué es un fracaso y qué es un éxito. La respuesta está en cada uno, pero también en cada proyecto. En unos casos puede ser recuperar lo invertido. En otros, un recorrido de premios. De sus declaraciones lo que se desprende es que, de alguna manera, hay que desdramatizar porque hasta Steven Spielberg ha fracasado, ha asegurado en un par de ocasiones.

Pensar en términos globales y trabajar en términos locales

Infinity Hill, la productora que fundó hace algo más de tres años con dos socios, nació con una idea de “base de hacer una compañía flexible, que no se sobredimensionará, en varios idiomas, que pensase en términos globales pero trabajase en términos locales, y dando importancia a la narrativa”, entre otras líneas maestras fundacionales que han ido cumpliendo con el paso de los proyectos. La filosofía de base, ha profundizado, era “cómo hacer cosas que tengan la capacidad de viajar”. Y para eso siempre se han hecho preguntas como si se entiende lo que están contando, a quién se lo están contando.

Pero, ¿realmente hay un modelo para crear y producir contenidos internacionales? Es decir, uno con garantías de funcionar. “No hay claves del éxito. Si las tuviese, no te las doy, me las quedo todas [risas]. Spielberg ha tenido fracasos no recuperando inversión en alguna película. Y si a él le pasa, cómo no me va a pasar a mí”, ha respondido con sentido el humor. Lo que sí hay es una forma u otra de trabajar. En su caso, ha contado que creen “en las relaciones a largo plazo con los narradores”. El mejor ejemplo es Santiago Mitre, con el que lleva una década de proyectos y con el que ya tiene “una relación de confianza, de ayudarnos”. El éxito ‘Argentina, 1985’ no fue cosa de un día.

Otro de sus éxitos internacionales más recientes ha sido la serie ‘Staged’ (2020-2023), protagonizada por David Tennant y Michael Sheen, que surgió en la pandemia. Como tantas otras producciones, nació intentando dar con un proyecto que hacer en condiciones de confinamiento, rodado con móviles y ordenadores. Escribieron los guiones, la red de contactos se puso en funcionamiento y llegaron a Tennant. Al actor escocés le encantó y sumó a su compañero de rodaje y aventuras en ‘Buenos presagios’ (Prime Video). La serie acabó en la BBC y fue tal su éxito que la repusieron enseguida. Para la segunda temporada, se había convertido en una ficción de “culto para los actores”. Una serie que trata no sobre el coronavirus –palabra que se vetó–, sino sobre “el hastío, sobre cómo los actores pueden vivir en un mundo donde nadie les aplaude”.

Estos son dos ejemplos de producciones, muy distintas entre sí, que han funcionado internacionalmente, pero “no hay una realidad, tenemos que ser adaptativos. No se nos puede escapar lo que nos rodea”, ha apuntado Kuschevatzky. Adaptarse a eso, pero también al modelo de exhibición que le va bien a cada título.

A la hora de trabajar con películas para plataformas, por ejemplo, depende de cuál sea, estas irán o no a cines. “Antes eran más reacias a eso”, ha reconocido, pero “lo que está empezando a pasar es que muchos streamers se están dando cuenta de que no solo no afecta [el estreno en salas], sino que es interesante. Como no todo va al cine, si algo va, tiene una razón de ser, es más interesante, que no importante. Si es lo suficientemente fuerte como para ir al cine, eleva el producto”. Luego hay que ver cada caso concreto, “hay algunas que para las que su destino natural no es ir a salas, o solo un par de semana, o más tiempo porque lo necesitan. El dogma no funciona”, ha sentenciado..

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