Festivales

El Festival de Lanzarote hace balance para renovar su compromiso con "la educación en valores a través del cine"

Días después de finalizar la 24 edición del certamen, Kinótico habla con el director de FICL, Ismael Curbelo, para valorar la cita y mirar al futuro con entusiasmo

Madrid·Actualizado: 13.06.2024 - 04:42
Clausura de la 24 edición del Festival Internacional de Cine de Lanzarote
Clausura de la 24 edición del Festival Internacional de Cine de Lanzarote · Fotografía: Dani Cabe / FICL

Más de dos décadas de trabajo constante avalan la gestión y el poder de convocatoria del Festival Internacional de Cine de Lanzarote –FICL en adelante–. Y, aún así, sorprenden las cifras que la cita cinéfila lanzaroteña por excelencia: la reciente 24 edición ha recibido un total de 2.605 cortometrajes, procedentes de 116 nacionalidades diferentes. La selección del jurado conformó una programación que convocó a 8.000 espectadores, que asistieron a las diversas actividades y exhibiciones organizadas durante el festival.

Hablamos, en definitiva, de una edición que ha batido récords tanto en la recepción de películas como en la asistencia del público. Los números dan la razón a lo que sospechaba el equipo de dirección del certamen: existe un creciente interés del público por descentralizar la mirada y un alza en el reconocimiento del festival a nivel internacional. Kinótico habla con Ismael Curbelo, director de un certamen cuyo compromiso con el público, los valores que el cine puede transmitir, y las realidades locales y universales de sus cineastas, no hacen más que crecer.

"Después de una edición de récords se siente un profundo sentido de logro al ver cómo el trabajo duro y la dedicación de todo el equipo organizador han dado sus frutos, proporcionando una experiencia cinematográfica excepcional para los espectadores y un escaparate destacado para los cineastas", describe Curbelo. Sin embargo, insiste en que el resultado es fruto del trabajo y la fidelidad de muchas personas: "batir récords nos proporciona una gran satisfacción, pero quiero expresar un gran agradecimiento hacia todos, desde los cineastas hasta todas las personas que forman parte del equipo que hace posible el Festival, a los patrocinadores y, por supuesto, al público, cuyo apoyo ha sido fundamental para el éxito del festival".

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Sin una programación interesante, con todo, el éxito de público no llegaría a pesar de los esfuerzos que se pusieran. No es el caso: el Festival Internacional de Cine de Lanzarote, organizado por Fisme producciones y el Cabildo Insular de Lanzarote, finalizó en mayo su vigésimo cuarta edición con una gala de entrega de premios celebrada en el Teatro Víctor Fernández Gopar 'El Salinero', en Arrecife. De los 59 cortos a competición, el premio a Mejor Corto Internacional fue para 'The Old Young Crow' del director japonés Liam LoPinto. El máximo galardón en la sección nacional fue para 'Cura Sana' de Lucía G. Romero, del que ya te hablamos a su paso por la Berlinale. Y 'Tras los Pasos Perdidos' de los artistas Santiago Alemán y Juan Gopar se llevó el primer premio en la Categoría Canaria.

"El FICL se esfuerza por equilibrar la internacionalización con el apoyo al talento local" (Ismael Curbelo)

Ismael Curbelo dice que esa es una de las claves del FICL, que "se esfuerza en cada edición por equilibrar la internacionalización con el apoyo al talento local". Según el director del certamen, el festival "ofrece una programación diversa que incluye producciones locales, nacionales e internacionales, proporcionando una plataforma para que los cineastas locales exhiban sus obras y ganen visibilidad. Además, organiza talleres y masterclasses para formar a cineastas locales". De ahí que se preocupe por fomentar "un entorno colaborativo, facilitando que cineastas internacionales den a conocer sus trabajos y colaboren con otros cineastas".

Clausura de la 24 edición del Festival Internacional de Cine de Lanzarote
Clausura de la 24 edición del Festival Internacional de Cine de Lanzarote · Fotografía: Dani Cabe / FICL

Este año, además, el equilibrio fue también temático. Este año los cortometrajes seleccionados por el comité del festival "destacaron por su compromiso con temas sociales de gran relevancia, abordando problemáticas actuales que van desde la migración hasta la justicia social, la igualdad de género o la crisis climática". Una programación que para el director, se significa con "una mirada profunda y honesta sobre la sociedad y sus desafíos contemporáneos", pues, "más allá de proporcionar entretenimiento, muchas producciones inspiraron a reflexionar y generaron un diálogo importante sobre los problemas a los que nos enfrentamos como sociedad".

"Seguiremos resaltando la función social del festival, que también es un espacio para celebrar el arte cinematográfico" (Ismael Curbelo)

El desafío de cara al futuro, para Curbelo y su equipo al frente del FICL, es repetir el éxito de esta edición a través de la búsqueda de historias y miradas que apelen al público. Los planes futuros del festival se enfocan "en continuar promoviendo la educación en valores a través del cine, reconociendo su poder como una herramienta que transmite conocimiento". Además, Curbelo se muestra comprometido con el arraigo local: "seguiremos resaltando la función social del festival, que no solo representa un evento cultural, sino también un espacio donde la comunidad se congrega para celebrar el arte cinematográfico". Así, en la próxima edición, la dirección del Festival quiere "mantener y fortalecer la capacidad del séptimo arte para cumplir con esta importante labor social: sensibilizar al espectador, revelar la belleza y ayudarle a reconocerse como parte integral de una comunidad". Y por qué no, seguir batiendo récords en Lanzarote en 2025.


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