'Diario de mi sextorsión' y el robo que le cambió la vida a Patricia Franquesa: "Te llegas a sentir muy sola como documentalista"

Era martes. Era 14 de mayo. Era, de hecho, el día en el que el mundo del cine se levantaba en Cannes para dar comienzo a una edición en la que acabaría triunfando 'Parásitos', de Bong Joon-ho. La directora Patricia Franquesa, eso sí, tenía la vista puesta en Locarno, ya más entrado el verano, y se había desplazado a Madrid para seguir trabajando en su nueva película. Un encuentro con un ex y un bocadillo en el mítico Brillante después, la realizadora se había quedado sin película, sin ordenador y, por supuesto, sin nada que calmara el desasosiego de perder meses de trabajo de un tirón mal dado. Lo que no sabía Franquesa, desdichada, es que aquel robo solo sería el principio de una historia de invasión de privacidad, chantaje, crimen digital, machismo y criptomonedas que ha contado con pulso médico en 'Diario de mi sextorsión', uno de los documentales más interesantes de los estrenados este año en España.

"La película está generada en torno a tres tipos de elementos. Lo documental, es decir, todos los correos y los documentos oficiales que iba reuniendo. El archivo general, en el que tengo imágenes mías relacionadas con lo que me iba ocurriendo. Y el archivo diario, en el que me iba grabando en distintos momentos mientras se estaba desarrollando el caso", explica meridiana la realizadora, desde la misma habitación de su casa en la que la vemos girar sobre sí misma en el documental y que da fe de la desesperación: apenas tres meses después del robo de su ordenador portátil, Franquesa comenzó a recibir amenazas que no solo ponían en juego su privacidad a nivel de datos, sino que también implicaban la difusión de fotografías íntimas entre sus contactos. "El 1 de agosto me entero del chantaje. El 2 de agosto ya tenía escrita una primera sinopsis. La película. No sé si hay diferencia entre la Patricia persona que siente y la Patricia documentalista que hace películas", completa, sobre la trama que le llegó a exigir 2.200 euros por no difundir sus fotos robadas.

Franquesa, que firma en 'Diario de mi sextorsión' su segundo largometraje tras 'Querida Sara', explica a Kinótico que empezó a hacer cine porque tenía mala memoria: "Mi madre murió cuando yo era muy joven, y yo creo que fue desde ese momento en el que el registro de las cosas cobró una gran importancia en mi vida. Lo que no se guarda, lo que no se cuida del paso del tiempo, deja de existir. El ordenador y el móvil son mis biógrafos, porque me ayudan mucho a llevar un registro de mi vida, de quién soy y quién era en una fecha concreta", explica la cineasta, que ya trabaja en un nuevo documental que incluye otra parte de sus vivencias y que se extenderá temporalmente desde 2018 a 2024.

Con brío y elegancia estética, siempre fiel a la forma estricta de adoración a la pantalla que toma su película, Franquesa construye una inteligente autopsia de la importancia de la huella digital: "Quería hacer una película sobre la huella digital que yo había dejado y que el hacker podía utilizar para hacerme chantaje. La película no va de la filtración de mis fotos privadas, va de quién utiliza esa información que creemos segura y para qué. A mí me encanta Internet, desde que tenía 11 años vivo en Internet, entonces quería hacer una reflexión sobre nuestra privacidad, sobre lo que se puede hacer con nuestros datos", apunta la directora.

"Te llegas a sentir muy sola como documentalista, como directora, pero también como persona, como víctima", confiesa sincera Franquesa, que no dudó demasiado a la hora de decidir o no exponerse. "Va acorde a mi personalidad, pero la policía me dio muy pocas esperanzas. Una de sus ideas para ayudarme [Franquesa hace un gesto irónico con las manos] fue que dijera a mis contactos que si abrían las fotos les entraría un virus en el ordenador. Cuando estaba escribiendo esos mails me detuve, porque caí en la cuenta de que ellos me habían dado cero contexto. Me puse a buscar, vi el proceso por el que pasaban las víctimas y que habían muchísimas. ¿Cómo no iba a documentarlo? ¿Cómo no iba a rodar esto que me estaba pasando a mí?", argumenta Franquesa, acostumbrada a ponerse en primera línea (en su primera película viajaba a Afganistán) y que aquí se ha demostrado, primero a ella misma, que podía ir un paso más allá.

Sobre la financiación, que ha llevado cuatro años -y que en realidad es veloz para el estándar en el que se suelen mover los proyectos de no ficción en nuestro país-, Franquesa explica que allá donde iba su proyecto resultaba "sexy" para los grandes operadores, pero que la forma era un punto de no retorno. "Te explicaban que les gustaba la idea, en los procesos de pitch, pero que no entendían por qué quería contarlo desde lo digital. No entendían la propia esencia del documental. Yo podría haber hablado a cámara o haberme entrevistado con otras víctimas, pero es que mi documental era personal, era lo que me había pasado a mí y cómo me había pasado a mí", apunta, dando pie a preguntarle por el egoísmo y la autoconsciencia. "Por supuesto, me pregunté muchas veces si esto acaso no era un ego-trip, una celebración vanidosa de mí misma, pero la respuesta del público me ha dicho que no. Acabo de venir de China, donde se ha visto la película y la gente me ha venido a felicitar. En Corea, por ejemplo, nos pedían la película casi como elemento educativo, por el altísimo número de casos de extorsión sexual que tienen", añade.

"Se acabó convirtiendo en un diario", describe Franquesa, también, sobre un proceso creativo que la llevó a pasar por varios responsables de montaje hasta encargarse ella misma del trabajo. "Creo que también ha sido una experiencia muy grata a nivel personal, para abrirme y para entenderme. Es cierto que durante toda mi vida he sido como un gato solitario, que se queja de la soledad pero a la vez la disfruta. Con el documental he aprendido a abrirme, a salir de mi zona de confort", apunta, firmando una de las apuestas más atrevidas que ha dado el cine español, a lo bonzo, en los últimos años y un documental candidato a todo en los inminentes Premios Forqué y Premios Feroz. Tras su paso por cines selectos, 'Diario de mi sextorsión' podrá verse en Movistar Plus+ a partir del sábado 30 de noviembre.