James Gunn y Peter Safran están a punto de inaugurar su DCU y hay mimbres para la esperanza

Anda el patio superheroico revuelto desde hace demasiado tiempo, con sus fans añorando tiempos pasados gloriosos y sus detractores intentando matar al género día sí y día también. A nadie se le ocurre hablar de fatiga del drama, la comedia o el terror después de varios estrenos fallidos. Rota la lanza a favor de un género que en realidad es todos –se asocia más a la indumentaria y habilidades de sus protagonistas que al tono o la trama–, lo cierto es que últimamente se respiran ciertos aires de esperanza. Especialmente en DC –en Marvel aún andan buscando la manera de reavivar las llamas tras las salidas de su MCU de quienes fueron sus principales valedores sin siquiera dejarles escapar del todo, como es el caso de Robert Downey Jr.–. En la casa que vio nacer al primer superhéroe y al héroe enmascarado por antonomasia, es decir, a Superman y Batman, llevan un par de años poniéndolo todo patas arriba para lanzar un renovado y prometedor DCU. Tarea que encomendaron a James Gunn y Peter Safran al colocarles al frente de DC Studios. Esta nueva era quedará inaugurada el 5 de diciembre con el estreno de la serie animada ‘Creature Commandos’ en Max. Sin embargo ‘El Pingüino’, que acaba de cerrar su primera temporada (quién sabe si habrá más), es un ejemplo real y palpable de la senda a seguir, que diría Agatha Harkness en un ejercicio de intrusismo.

La serie centrada en el personaje que Colin Farrell interpretó en la versión de Batman de 2022 no pertenece al DCU de Gunn y Safran, si no a lo que su artífice, Matt Reeves, ha definido como "saga épica del crimen de Batman”. Y, sin embargo, sigue siendo parte de un todo mayor y casa con la idea que las ya no tan nuevas cabezas pensantes al frente de las futuras adaptaciones de los cómics de DC tienen en mente: algo distinto, sopesado, bien cimentado y que trascienda más allá del cliché y la fórmula. El respaldo tanto de la crítica como de la audiencia a la serie firmada por Lauren LeFranc ha sido rotundo. Según datos de HBO recogidos por Variety, el último episodio, el octavo, fue visto por 2,1 millones de espectadores en todas las plataformas, superando en aproximadamente un 50% la audiencia del primero –que acumulaba hace unos días 17 millones de espectadores desde el estreno el 19 de septiembre–. Los números han confirmado a ‘The Penguin’ como la tercera temporada debut de HBO o Max más vista a nivel mundial, solo superada por ‘La casa del dragón’ y ‘The Last of Us’. Eso es lo que quiere Warner para sus títulos televisivos –aunque las expectativas para ‘Creature Commnandos’ sean más modestas por tratarse de animación– y lo que quiere, también, para los que lleguen a las salas. Por eso ha confiando en alguien con la visión de James Gunn, un guionista, director y productor que ha demostrado su solvencia en el género y su capacidad para conectar con el público. Todo eso, que se va a ir desgranando en párrafos sucesivos, hace pensar que es altamente probable que el de St. Louis triunfe donde otros no lo hicieron o lo hicieron solo a medias.

Gunn tiene a su favor –como lo tuvo Greg Berlanti a la hora de construir su ‘Arrowverso’– varias cosas: conoce el material de origen (se mueve igual de bien entre las viñetas de Marvel que entre las de DC), va más allá del género (transciende al traje colorido y la licra), goza de un sentido del entretenimiento superior a la media (sus películas y series serán mejores o peores, pero en la mayoría de ellas no son aburridas) y derrocha entusiasmo con lo que hace (no hay más que verle y escucharle hablando de sus proyectos). Esto no suele dar premios. Lo que sí da, si los astros se alinean, son dólares. También una considerable base de fans que confían en su criterio.