Pierre Saint-Martin: "'No nos moverán' conecta con todas las atrocidades vividas en México"

Pierre Saint-Martin Castellanos está convencido de que el cine tiene la capacidad de "generar sinergias, donde todos podemos vernos vinculados a heridas y a dolores que, aunque no provengan exactamente de la misma raíz, están relacionados, y si se está hablado con verdad, nos podemos ver reflejados en la pantalla". Esa creencia defendida por el cineasta mexicano se hace real y palpable con su película ‘No nos moverán’, la cual compite en la sección oficial del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano. El primer largometraje de Saint-Martin Castellanos tiene como detonante la masacre de los estudiantes ocurrida en 1968 en la Plaza de las Tres Culturas en Ciudad de México, que dejó más de 300 muertos y una profunda herida de la que hasta la actualidad se le califica como un drama colectivo. El director y coguionista construye la historia de ‘No nos moverán’ alrededor de la abogada Socorro (interpretada magistralmente por Luisa Huertas), quien, tras casi cinco décadas del asesinato de su hermano Coque en la también llamada matanza de Tlatelolco, da con una pista que le puede llevar hasta el soldado que cometió el crimen.

‘No nos moverán’ es una historia que parte de una obsesión de justicia y venganza ante la impunidad y el dolor, para luego encontrar el espinoso camino de la redención. Premiada en el Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse, donde tuvo estreno mundial, así como en el Festival de Guadalajara, entre otros, además de haber sido rodada en blanco y negro, otro de los aspectos resaltantes de ‘No nos moverán’ es el tono narrativo, más cercana a la comedia negra que a la solemnidad que podría exigir la historia. "No fue una decisión decir ‘vamos a hacer una tragedia con tintes de comedia’", comenta el director, y ahonda en detalles, "el humor obedece al personaje principal femenino que está basado en mi madre", delata el cineasta, quien junto al coguionista Iker Compeán Leroux lograron construir a esa Socorro alimentada por una personalidad muy particular. "A través de la ironía, el sarcasmo y el humor mi madre encontró formas de sobrevivir a las dolencias, y a todos los eventos traumáticos que vivió", explica, "tratamos de mantener ese humor y eso fue lo que generó el tono de la película".

Así mismo, Saint-Martin Castellanos le da gran parte del crédito a la legendaria actriz Luisa Huertas. "Fue militante del 68", apunta y resalta sus dotes interpretativas como su solvencia, fuerza, potencia. "Además es una persona muy emotiva y muy generosa, entregada también al humor, eso fue lo que hizo una conexión perfecta entre el personaje en el que está basado y la actriz, la cual se puede ver en pantalla y le roba los corazones a los espectadores".

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No se trata solo de venganza

‘No nos moverán’ deja claro que a pesar de ser una película que formalmente pertenece al subgénero de ‘venganza’, lo que hace es darle un buen sacudón y optar por otros derroteros. En esta historia confluyen los sufrimientos de su madre, las frustraciones propias, como también el dolor por la violencia que se vive en México. "Quise conectar con todas las atrocidades que se habían vivido, como la de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, por mencionar alguna de las tantas cosa que ha sufrido mi país", explica, "todo eso estaba dentro de mí y quise colocarlo con esa necesidad de justicia, y que al no encontrarla tal vez la venganza pasa por nuestra cabeza. Me parece un sentimiento completamente humano por el cual todos hemos atravesado en diferentes etapas de nuestra vida. Eso empujó a hacer esta película con la energía de la redención y con la energía de la venganza".

Pierre Saint-Martin Castellanos se permite abrazar una esperanza relacionada con el poder del cine. Si bien duda de que una película pueda ayudar a una completa sanación ante un trauma colectivo, por lo menos puede propiciar una conversación "para poder ver primeros pasos y un acercamiento más profundo a la relación que tenemos con estos traumas".