Temporada de premios

El 'Fin de fiesta' de Elena Manrique, un nuevo comienzo para quien lleva toda una vida

La ópera prima de la directora, protagonizada por una genial Sonia Barba y Edith Martínez Val, llega tras varias décadas dedicada a la producción de primer orden

Madrid·Actualizado: 11.12.2024 - 06:19
Elena Manrique y Sonia Barba durante el rodaje de 'Fin de fiesta', ópera prima de la directora
Elena Manrique y Sonia Barba durante el rodaje de 'Fin de fiesta', ópera prima de la directora · Fotografía: JULIO VERGNE

"Ser señora es el nuevo punk", dice Elena Manrique en el otro extremo de la videollamada, mientras enseña cuernos rockeros y al simpático Gizmo, de 'Gremlins', que lleva en la camiseta. Si la vida es actitud, la vida y la actitud de una de las productoras ejecutivas más respetadas del cine español no pueden ir más de la mano. Desde las Islas Canarias, donde se encuentra trabajando en la localización de 'Pioneras' (película sobre la primera selección femenina de fútbol en España), Manrique encuentra tiempo para atender a Kinótico en relación a 'Fin de fiesta', su ópera prima y proyecto en el que ha volcado casi tres décadas de experiencia profesional, que van desde éxitos de crítica y público como 'El orfanato' o 'Celda 211' hasta pequeñas joyas independientes como 'Torremolinos 73' o 'Ámame'. "Llevo un tiempo en esto, sí", bromea la realizadora.

Para su primera película como directora, Manrique ha viajado hasta lo berlanguiano, ofreciéndonos en 'Fin de fiesta' una comedia donde la clase y los contrastes son la gasolina de una risa contenida, a veces sorprendida y a veces epatante en pequeñas frivolidades disfrutables: mujer rica y déspota conoce a inmigrante pícaro en apuros. "Hace muchos años, participé en los primeros proyectos de LittleSecretFilm. Casualidad o no, cuando dejó de ser autofinanciado, dejaron de contar con mujeres. Sea como sea, esto fue una experiencia completamente distinta. Cuando llegué a hacer esta película tuve la suerte de poder contar con la casa que has visto, empezamos a rodar un día antes de lo previsto, incluso... todo fue sobre ruedas. De alguna manera, todo el rodaje se sintió más orgánico. Al tener 'el culo pelao', ya he pasado por todo lo bueno y todo lo malo, aunque haya sido desde un lugar distinto. ¿Sabes cuándo he estado más nerviosa en todo el proceso? El día del pase en Toronto. No me soportaba a mí misma", confiesa Manrique, que en la semana de votación clave de los Premios Goya, cuenta con los galones de haber paseado su debut por plazas tan importantes como el Festival de Toronto o la Seminci de Valladolid.

"Por momentos, me he sentido como el niño al que con mucho esfuerzo le pagan clases de música y tiene que aprovecharlas bien, tiene que sacarles mucho partido", explica Manrique, que para sacar adelante su filme ha contado con La Claqueta PC, Perdición Films, La Cruda Realidad, Think Studio y Menuetto Films, convirtiéndolo en una co-producción hispano-belga. "Yo pensaba que iba a ser una película, un humor más local, pero nada, la gente en Canadá se reía igual que en Valladolid. Claro, el tema de los privilegios y las clases sociales es muy universal, pero hay cosas que hacen más gracia en un punto del planeta que en otro. ¿Sabes cuando más se reía la gente en Toronto? Cuando el personaje de Sonia [Barba] mentía. Les hacía muchísima gracia. Creo que es una cuestión totalmente cultural", apunta la realizadora, dando pie a preguntarle sobre el que sea el gran pilar de su película, más allá de lo afilado del guion: su elenco.

Sonia Barba (izda.) y Elena Manrique durante la presentación de 'Fin de fiesta' en la Seminci de Valladolid
Sonia Barba (izda.) y Elena Manrique durante la presentación de 'Fin de fiesta' en la Seminci de Valladolid · Fotografía: SEMINCI

Protagonizada por una espectacular Sonia Barba (actriz icónica en el teatro que aquí firma su primer protagónico en cine) y por la casi debutante Edith Martínez Val (a la que hemos visto en 'El salto'), 'Fin de fiesta' cuenta la historia de cómo un inmigrante senegalés -la confusión de género es clave- senegalés se cuela en la casa de una divorciada y señorita pudiente cuyo único objetivo en la vida es dar fiestas para sobrevivir a sus resacas. "Yo estaba trabajando en 'El salto' incluso antes de que llegara Benito como director y, para mi película, ya tenía cerrado el apoyo de RTVE y Movistar Plus+. Ahí llegamos al cásting y a Edith [Martínez del Val]. Quedé fascinada por ella, porque lo dice todo con los ojos. Es muy ambigua físicamente, cuando quiere, y eso provoca una fascinación como directora que quería aprovechar. Tampoco quería meterle presión, así que hablé con su agente, le dije que después de 'El salto' parara y que, cuando estuviera lista, hablásemos de este proyecto. Y así se dio su participación", explica la directora.

"Cuando terminó el proceso de casting, hablé con los productores y pensamos en que justo le estaban dando la oportunidad a dos señoras de 50 años... que llevan en esto toda la vida"

Sobre Barba, a la que conoció rodando en el proyecto LittleSecretFilm con el que se sentó por primera vez en la silla de dirección, Manrique confiesa que la casualidad de reunir a dos personas que (casi) debutan fue cósmica: "Fíjate, que la primera vez que trabajamos fue porque a la actriz con la que contábamos le surgió un problema personal y vino de urgencia. Luego, como ella vive en Barcelona y yo en Madrid, la amistad se diluyó. ¿Qué pasa? Que cuando Belén Atienza me dijo que teníamos que empezar a pensar ya en caras, en rostros y actrices para la película, la primera cara que se me vino a la mente fue la suya. No fue algo ni mucho menos buscado, porque además ella fue extremadamente generosa y pasó todas las pruebas que hicimos", apunta Manrique embelesada por la brillante vis cómica de la actriz. "Sonia [Barba] me aportaba una frescura inimitable, porque es un personaje que tienes que odiar y querer a la vez. Su trabajo impresiona, yo creo, porque no tiene vicios, no trae ninguna mochila detrás. Cuando ya terminó todo el proceso de casting, hablé con los productores y pensamos en que justo le estaban dando la oportunidad a dos señoras de 50 años... que llevan en esto toda la vida", reivindica.

Manrique, que al principio había planteado una película mucho más sórdida y quizá seria, confiesa que se dejó embrujar por la propia naturaleza cómica de la situación, jugando cerca de referentes como 'El triángulo de la tristeza' o 'Parásitos', como ella misma explica. "Se puede decir algo terrible, sin sonar como un hijo de puta. Y eso es muy divertido", apunta. Ambas películas, no en vano, han estado increíblemente presentes en la conversación de premios de los últimos años. ¿Lo puede estar 'Fin de fiesta'? "El primer premio ha sido hacer la película, el segundo que haya conseguido tantísima aceptación en todas partes del mundo y el tercero... que fuera una nominación al Goya sería la guinda del pastel. Sería fantástico. No voy a ser una hipócrita y decir que no me importa. Soy Elena Manrique y en este momento de la vida me vienen muy bien los premios", confiesa orgullosa la directora, que también aprovecha nuestra conversación para volver a poner en valor el trabajo de sus actrices (candidatas a Actriz Revelación) antes de marcharse a seguir haciendo cine.

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