Objetivo Goya 2026. 'Baile con la muerte' y la emoción de la animación 3D más artesanal

En un presente en el que el uso de la IA como herramienta de posibilidades infinitas parece haber acaparado casi todos los rincones de la creatividad, cada vez se valora más el factor humano, bien por su conexión con la autenticidad o bien por su vínculo con la realidad. Desde ese compromiso con la dimensión más artesanal que conecta directamente con lo humano se presenta el cortometraje de animación 'Baile con la muerte', una producción de Brooder Lab en colaboración con La Salle-Universitat Ramon Llull, dirigida por Carlota Massó, que ha sido preseleccionada para competir en la próxima edición de los Premios Goya.

El amor, la acción y el simbolismo son algunos de los ingredientes de esta historia, la de Sofía, una criminal que escapa de la policía y que, en esa persecución frenética por las calles, se encuentra cara a cara con la muerte. Tanto su directora como los productores ejecutivos, Sergi Vizcaíno y José Luis Montesinos, destacan como sus principales fortalezas su dirección a nivel de ritmo, la narrativa cinematográfica y la técnica 3D utilizada en animación, así como “el talento de los jóvenes animadores responsables del proyecto”, un equipo de 11 exalumnos del grado universitario de Animación & VFX encargados de desarrollar este proyecto.

En palabras de Massó, 'Baile con la muerte' concentra “una serie de sensaciones” y de temas que les importan, tales como “el amor, el destino y la rebeldía”, a través de una “apuesta visual” basada en los referentes de animación que les han marcado. “Nuestra intención siempre fue atrapar al público con una historia que le sorprendiera y le conmoviera a partes iguales”, agrega Vizcaíno.

Esta historia, que se inserta en el género fantástico, tiene entre sus desafíos el de emocionar y transmitir sin diálogos y solo a través de la acción, el simbolismo y los cuerpos de sus personajes. Tal y como afirma su directora, “el reto ha sido contar con gestualidad, miradas y situaciones” lo que no se oye y, sin embargo, sí se siente. En este sentido, Montesinos cree que 'Baile con la muerte' logra precisamente lo que persigue el cine y lo que responde a su “definición”, que no es otra cosa que “conseguir transmitir en imágenes la historia y lo que se quiere contar, así como hablar de los personajes más allá del diálogo”.

En este sentido, uno de los grandes puntos fuertes de esta propuesta es la dimensión más artesanal de la animación 3D y el factor humano, así como la ausencia total de IA, según coinciden directora y productores. De hecho, se trata del único candidato en su categoría realizado íntegramente en 3D. “Hemos cuidado cada detalle, modelando desde cero, tanto los personajes como el universo. Cada personaje y cada elemento que sale en pantalla ha sido pintado a mano trazo a trazo, tratándolo como si fuera una escultura en un entorno digital en 3D”, asegura Massó.

Ese factor humano se traslada, según cuentan, en todas las fases del proceso creativo y, según han manifestado a través de las redes sociales en alguna ocasión, se trata de una película hecha con "amor, sudor y lágrimas", a lo que añaden, desde el humor, “mucho café y mucha dioptría”. Como directora, Massó siempre ha buscado “mantener unido al equipo y que todo el mundo, desde el 'concept art' hasta el 'render' final, sintiera como suyo el corto”. “La técnica en 3D es compleja, requiere mucho esfuerzo, paciencia y dedicación y el cariño en todo el proceso es muy importante, con el objetivo de cuidar cada detalle que luego veremos en pantalla”, explica.

Sobre este asunto, Montesinos y Vizcaíno confiesan que el equipo de creadores ha pasado por “mil y un problemas a los que buscar soluciones”, a veces incluso “con ganas de tirar la toalla”, pero siempre “levantándose para continuar”. “Al fin y al cabo estaban contando una historia que habla de ellos, de aquello que les preocupa a nivel emocional camuflado bajo una narrativa trepidante y llena de acción”, cuentan los productores ejecutivos de 'Baile con la muerte', para quienes desde BrooderLab ha sido “increíble” observar la “montaña rusa” que ha supuesto un camino que, en todo caso, ha llegado a un destino de éxito.

Estética y trasfondo

Sin ir más lejos, este cortometraje de animación recibió una mención especial del jurado en la sección Nova Autoria del Festival de Sitges, además de haber participado en otros festivales como el Festival Internacional de Cine de Huesca o el Festival Internacional de Cine Fantástico SCREAMFEST de Los Ángeles. En la conexión con el público, Massó cree que una de las claves es que se trata de “una historia muy visual, con una estética muy cuidada, pero al mismo tiempo con un transfondo argumental significativo”.

Montesinos, por su parte, destaca el “impacto” que genera esta historia, que “en muy poco tiempo consigue despertar emociones y generar suspense”, algo a su juicio “importante en este tipo de género”. Del mismo modo, pone de relieve “la cinefilia que lleva intrínseca en cada plano”, que recuerda títulos de los 80 y los 90. Vizcaíno va más allá de la crítica profesional del jurado, que siempre ha valorado la “narrativa cinematográfica”, para quedarse con la opinión de un niño de 11 años. “Cuando vio el corto me preguntó cómo lo hicimos y que quería dedicarse a eso. Esa es la mejor crítica que llevo”, concluye.

*** Este artículo es posible gracias al cortometraje de animación 'Baile con la muerte', dirigido de Carlota Massó y producido por Brooder Lab