Festival de Gijón

Semilleru, promoción de 2023: así funciona el Laboratorio de Desarrollo del Festival de Gijón

Reunimos a Roger Koza y Facundo Lema, mentor y jurado del Semilleru Lab Desarrollo, para que nos describan una buena hornada de nuevos proyectos

Gijón·Actualizado: 23.11.2023 - 06:54
Dos participantes de Semilleru conversan con el crítico de cine y mentor de Semilleru Lab Desarrollo, Roger Koza
Dos participantes de Semilleru conversan con el crítico de cine y mentor de Semilleru Lab Desarrollo, Roger Koza · Fotografía: Festival de Gijón

Cinco proyectos han competido este año para hacerse con los tres premios que el Festival Internacional de Cine de Gijón concede a obras en desarrollo: el Premio SEMILLERU Lab Asturias Paraíso Natural Film Commission (un importe bruto de 2000€), la Residencia FICXLAB (el alquiler de un piso durante cuatro semanas, más acceso libre al Centro de Producción de LABoral y a los recursos disponibles) y el Premio MECAS, para participar en el programa de desarrollo del festival de Canarias. Cuatro de los proyectos han venido vertebrados por un interés en los claroscuros de la familia, tres son ficción.

Primero, 'el coming of age' en clave LGTBIQ+ de ‘As defensas’ (Lucía Estévez), situado en el Vigo de los ochenta. También la llegada a Barcelona de la familia de ascendencia china de Jiajie Yu en ‘San Dai Shi Guang (Tres edades)’. Luego, una relectura en clave interrogante de unas vacaciones con el padre en ‘Los fines de semana’ de Alicia Moncholí. El ensayo sobre el archivo familiar no falta, con ‘Happy Gen’ de Bárbara Brailovsky y Elisa Gagliano, una exploración sugerente alrededor del inmenso archivo de la abuela de Brailovsky. El quinto proyecto, ‘Donde estés será mi hogar’, es una invasión de los ultracuerpos orquestrada alrededor de un romance adolescente y dirigida por Lionel Braverman.

Asistentes a la presentación de Semilleru 2023
Asistentes a la presentación de Semilleru 2023 · Fotografía: Festival de Gijón

Para futures participantes: los aciertos y consejos de la clase del ‘23

En Kinótico hemos reunido a dos integrantes del engranaje del Semilleru del Festival de Gijón para preguntarles cuáles son las características de los proyectos de 2023 y qué características debe tener una buena hornada. Estas son las impresiones de Facundo Lema, Talent Manager en Rotterdam y jurado de Semilleru Lab Desarrollo, sobre la edición de este año.

¿Hay algo bueno que compartan los proyectos de 2023?

Facundo Lema: Sí. Tiene que ver con la modalidad de la presentación y como cada proyecto tuvo un estilo de presentar su proyecto respecto del tipo de proyecto que se presentaba. Ni vi un patrón repetitivo, sino que cada uno a su manera infundió el alma de su proyecto en cómo lo presentaron. Algunos hablaron con Roger [Koza], otros mostraron un fragmento… Y aunque podemos hilar algún argumento conductor entre proyectos, incluso los que trabajan sobre asuntos familiares, cada uno tiene una identidad distinta. La forma de presentar pitches está cambiando, y enhorabuena que cambie. En parte, porque acababan por explicarse de la misma forma encasillada y algunos acababan por ni siquiera tener en cuenta su audiencia. Por ejemplo, tuvimos un proyecto con archivo documental sobre una abuela y antes de empezar la directora mostró un clip con footage de ella. Así, de entrada, todo el mundo entendía su personaje y era mucho más fácil entender lo que explicaba después.

¿Qué consejo darías a alguien que quisiera presentarse a Semilleru 2024?

FL: Que miren un poco por fuera de lo que se está haciendo y que traten de ser genuinos con ellos mismos, porque estos dos últimos años está pasando –y no sólo en España, sino en el desarrollo de cine independiente en general– que podemos relacionar nuevos proyectos de forma muy directa con tal o cual referencia. Así se empieza a perder un poco la voz autoral de los cineastas. Lo mejor es tratar de no hacer las cosas para encajar en algún sitio, y esto yo lo digo desde el otro lado. Cuando en Rotterdam seleccionamos proyectos, justamente buscamos afuera, obras que vengan a proponer un cierto cambio de juego.

"Lo mejor es tratar de no hacer las cosas para encajar: así se empieza a perder la voz autoral de los cineastas" (Facundo Lema)

Sobre la polémica de la homogeneización de contenidos en laboratorios, ¿crees entonces que es un problema que viene de antes?

FL: No estoy de acuerdo con que los labs formateen, aunque sí coincido con que la seguidilla de labs sí puede tener un riesgo. Igual que puede tenerlo escribir una película para entrar en un lab, o en un festival. Siento que el mercado está cambiando tanto y constantemente, por lo que uno no puede estar produciendo para lo quien está eligiendo, porque a la que termines lo que se buscará es otra cosa. Uno siempre está corriendo detrás de la zanahoria, dejando de ser fiel a lo que uno quiere y, sin embargo, la zanahoria no llega nunca. Por un lado, está súper bien tener objetivos claros y metas específicas, pero que eso no confunda el camino, porque eso se ve.

¿Cuál es el papel de un laboratorio de desarrollo?

Roger Koza, crítico de cine y mentor de Semilleru Lab Desarrollo, reflexiona acerca de la responsabilidad y el rol de las mentorías del “semillero” en 2023.

¿Hay algún miedo o preocupación recurrente entre participantes de Semilleru?

Roger Koza: Es muy delicado el “semillero”, en esa instancia en la que hay alguien que está imaginando, por algún deseo o necesidad, de filmar algo y está intentando darle cuerpo primero en la palabra para alcanzar algo parecido a un guion y posteriormente filmarlo. Entonces, intervenir sobre esa instancia te pone en una situación muy delicada. Me parece que el mentor lo que menos tiene que hacer es decirle a nadie qué tiene que hacer, según qué patrones. Para con las personas con las que te toca interactuar, lo que te toca hacer como mentor es una suerte de operación mayéutica, es decir, ayudar a llegar a él, ella o elle a algo que sabe, sin que lo sepa mucho, preguntando. Se trata de que la persona pueda darse cuenta por sí sola de lo que tiene en sus manos.

"El mentor no tiene que decirle a nadie qué tiene que hacer: se trata de que la persona pueda darse cuenta por sí sola de lo que tiene en sus manos" (Roger Koza)

Luego, generalmente, doy una especie de prescripción médica con películas y lecturas, y a veces detecto problemas conceptuales entre lo que dicen que quieren hacer, lo que han plasmado, y los hiatos entremedio. Durante estos tres años que llevo haciendo esto, he podido ver los típicos problemas que cualquiera puede tener, que es: “Imaginé algo, y no sé si lo que he escrito es lo que quiero”. O, “si es lo que he escrito, cómo otros interpretan lo que he escrito, y si lo que interpretan me ayudará a filmar lo que he escrito”. Todo eso está ahí, detrás de cada participante, que es un poco más vulnerable de lo que parece.

Asistentes a la presentación de Semilleru 2023
Asistentes a la presentación de Semilleru 2023 · Fotografía: Festival de Gijón

¿Cómo encaja el Semilleru Lab del Festival de Gijón dentro de los sistemas de laboratorios?

RK: Todo estos sistemas son ambiguos. Por un lado acogen, y por el otro expulsan. Tú puedes pasar por dos, tres, cuatro laboratorios y, si no ganas nada, ¿qué haces? La contrapartida es que quien queda expulsado de la preparatoria –porque esto es una preparatoria–, bueno, si tiene el deseo lo intenta de todos modos. Pero hay otra conformación, que es la del cineasta especulativo. Eso es gente a la que le conviene ir pasando por laboratorios para ir sumando etiquetas, y te lo dicen abiertamente sin darse cuenta de lo que implica. Allí empieza un disciplinamiento del régimen actual de la producción de cine.

Yo entré aquí porque sentí que eso no era la regla, pero eso siempre está rondando. Los cineastas se entrenan acumulando cartelitos, cromos, porque le van dando a la película un currículo fantasmal… Porque a la película realmente no le pasó nada. Un cartelito implica que estuviste unas horas hablando con una persona, nada más. Ahora sí, si algo está hecho con conciencia, y honestidad y un genuino deseo por todas las partes, es muy útil. Porque puedes cuestionar y aportar ejemplos. Eso es otra cosa que yo noto. La mayoría de participantes es gente joven y, por lo tanto, tienen una relación bastante deficiente con la historia del cine. Algo que yo trato de hacer es ponerlos en relación con la larga historia del cine. Porque si hay alguien que ya filmó una cárcel, o el descubrimiento del deseo sexual, o una revuelta de obreros –digo, por cosas que he visto estos días–, suelen desconocerlo. Sus referencias son de un pasado inmediato. Los mentores deben ayudar a darles pistas o referencias sobre películas que encontraron problemas similares hace mucho tiempo y que solucionaron las cosas de tal forma. Y puede ayudar mucho, porque la falta de continuidad o la relación asimétrica entre los tiempos a veces son muy buenas para encontrar respuestas a problemáticas actuales desde un punto de vista conceptual y formal. La distancia del tiempo a veces tiene esas variables. Yo veo eso: gente que está juntando sus planos, en todos los sentidos. Es como tratar de juntar y organizar un sueño. ¿Sabes lo que es el “semillero”? Es como cuando alguien se levanta por la mañana y ve que durante la noche algo pasó ahí. Mi tarea es advertirle de que allí hay algo, que lo anote. Después quizás esa persona lo ordena, y quizás luego esa persona hace una película. Sólo quizás.

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