‘Condena’ centra su temporada 2 en una mirada realista al interior de una cárcel de mujeres

Cuando la ficción británica retrata su sistema judicial, suele hacerlo desde el realismo y, a veces, hasta la denuncia. Le interesa mucho más su funcionamiento y lo que siente una persona que quede atrapada en él antes que contar una historia repleta de giros impactantes. ‘Condena’ es un buen ejemplo de ello, solo que fijándose en las cárceles y, en este caso, en los dilemas personales y éticos que pueden atravesar en ellas los reos. Eso era lo que contaba la primera temporada, en la que Sean Bean y Stephen Graham daban vida a un nuevo preso y a un funcionario chantajeado por otro. La tensión era la nota dominante de sus tres episodios, que terminaron llevándose el premio BAFTA a Mejor Miniserie de 2022.

Con ese éxito, no es extraño que BBC convenciera a su creador, Jimmy McGovern, de tener una segunda temporada que Movistar Plus+ está emitiendo actualmente. En este caso, se cambia el foco hacia una cárcel de mujeres de mínima seguridad y rebaja también el tono, aunque no faltan los momentos dramáticos. Pero estos llegan más del día a día del encierro y de las circunstancias personales de las tres protagonistas principales: una madre soltera que ha manipulado el contador de la luz, una joven adicta a la heroína y una mujer trasladada desde otra cárcel que cumple cadena perpetua por homicidio.