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Diseño de vestuario

'Polvo serán': teatralidad, terciopelos y bodegones barrocos para epatar en lo exquisito

Pau Aulí es el responsable de vestuario de una de las películas más especiales del año, un concierto de estímulos que bebe de lo soberbio y del miedo al vacío

Madrid·Actualizado: 20.11.2024 - 04:38
Imagen promocional de 'Polvo serán', de Carlos Polvo Marques-Marcet, con Ángela Molina a la cabeza del reparto
Imagen promocional de 'Polvo serán', de Carlos Polvo Marques-Marcet, con Ángela Molina a la cabeza del reparto · Fotografía: ELASTICA

Nada nos puede preparar para lo que vamos a ver. La secuencia inicial es magnética, atrapándote de inmediato. Lo que parece ser una escena de caos se transforma inesperadamente en una coreografía hipnótica. Con un poco de atención, se deslizan los detalles: la casa, los papeles pintados, el vestuario de los personajes... todo se mueve entre los marrones y los naranjas. En contraste, los técnicos de emergencias sanitarias aparecen en azul, con sus uniformes reglamentarios. Naranja y azul, colores complementarios. Hay una intención. Clara. No sabemos aún cómo evolucionará el vestuario durante el resto del metraje, pero esta primera escena de 'Polvo serán' augura cosas muy interesantes.

A medida que uno sigue observando, descubre más detalles que llaman la atención: encajes en las cortinas, pavimento hidráulico en el suelo... Nos fijamos en el estampado de amebas de la bata del personaje de Alfredo Castro. Y en los estampados de las blusas. Bien, bien. Trabajar con estampados da respeto, puede ser complicado. Pero aquí los tenemos. El marrón -mejor dicho, los marrones, más o menos intensos, más o menos cargados: ocres, amarillos, vainillas, naranjas quemados, incluso burdeos- domina el vestuario de la familia protagonista. Un color complicado, que no suele ser común en el cine. Pero aquí el marrón cobra un sentido especial, transmitiendo una atmósfera específica. Cálida, hogareña, incluso rural.

"Es una evocación clara de la sicalipsis, el cabaret y 'La calle 42', con toques de revista y de la sensualidad de Hedy Lamarr"

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