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Entrevista

'Toda una vida', cuando ni siquiera el alzhéimer puede con un amor de 60 años

Filmin estrenará en salas el 26 de mayo un emotivo documental que cuenta la historia de Trini y Paco, un matrimonio de más de sesenta años que en su recta final tuvo que lidiar con las consecuencias del alzhéimer

Barcelona·Actualizado: 27.03.2023 - 04:14
El D'A ha programado el debut de Marta Romero, 'Toda una vida', antes de su llegada a Filmin
El D'A ha programado el debut de Marta Romero, 'Toda una vida', antes de su llegada a Filmin · Fotografía: Marta Romero

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Marta Romero no recuerda exactamente qué fue lo que le llevó a empezar a grabar el día a día de su abuela Trini hace más de 12 años. “No sé si fue una pulsión o qué”, reconoce a Kinótico cuando apenas faltan un par de horas para que su primera película, ‘Toda una vida’, vea la luz en el D’A Festival Cinema Barcelona dentro de Un impulso colectivo, una sección que en 2023 cumple diez años buceando entre las nuevas voces del cine español. Filmin estrenará en cines el próximo 26 de mayo una película hecha de retazos y las grabaciones domésticas de sus abuelos, los protagonistas de una historia de amor que abarcó más de 60 años y que en su recta final tuvo que enfrentarse al alzhéimer y la sombra del paso del tiempo y del olvido.

La cineasta valenciana estudiaba Comunicación Audiovisual y tenía solo 22 años cuando pulsó por primera vez la tecla del REC para lidiar, a su manera, con el diagnóstico que había recibido su abuela (su “abuela-madre”, como dice ella) en 2008. Romero explica que, en ese mar de confusión y recuerdos entrecruzados de esos años, hay una imagen que siempre se ha quedado con ella: ver a su tía, psicóloga, pedirle a su abuela que escribiera un diario cotidiano de lo que hacía cada día. “Recuerdo que eso fue lo primero que grabé para el proyecto en el que se acabó convirtiendo esta película”.

La nieta de Trini se pasó años grabando de forma rutinaria a su abuela. “Al principio nunca tuve una conversación con mi familia sobre ello. La cámara siempre era como una extensión de mi cuerpo”. Cuando la productora Distinto Films entró en la ecuación, la película se profesionalizó, Marta se dio cuenta de que había llegado la hora de hablar con sus seres queridos. “Les comenté que una productora se había interesado en la película y que a lo mejor venía un equipo técnico conmigo. Hasta entonces mi cámara había sido como una persona más de la familia, pero decidieron apoyarme. A lo mejor eran un sonidista, un ayudante de dirección y una auxiliar de cámara. No mucho más, porque nunca he querido alterar la vida de mi familia”.

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