Andrew Haigh: “Hacer ‘Desconocidos’ era una gran oportunidad para hablar sobre la familia, las relaciones y lo queer”

"‘Desconocidos’, la película más triste y reconfortante del año, es una bomba de relojería queer". Así se titulaba la crítica que publicó Kinótico sobre la quinta película como director de Andrew Haigh, un cineasta que con este recorrido ya se ha consagrado como uno de los autores más profundos y humanistas del cine contemporáneo. Después de explorar una relación fugaz pero transformadora en ‘Weekend’ y diseccionar los secretos y las mentiras piadosas de un matrimonio en ‘45 años’, el cineasta británico estrena este fin de semana en los cines españoles una personalísima adaptación de una novela de Taichi Yamada, aún inédita en España, que ya fue adaptada en 1988 con el nombre ‘Verano con un extraño’. Andrew Scott, Paul Mescal, Claire Foy y Jamie Bell protagonizan una reinterpretación en clave queer de una historia de fantasmas como nunca has visto antes.

‘Desconocidos’ empieza una noche cualquiera en un bloque de apartamentos prácticamente vacío en el Londres actual. Adam, un hombre gay que ya pasa los cuarenta, tiene un encuentro casual con un misterioso vecino, Harry, que pone patas arriba su día a día. En paralelo a esta relación que acaba de nacer, Adam regresa a su ciudad natal y visita el hogar de su infancia, en el que se encuentra a sus padres, fallecidos 30 años atrás, tal y como recuerda verlos por última vez. A medio camino del drama y el fantástico, la película de Andrew Haigh es un retrato de la soledad y la necesidad de enfrentarse a los traumas del pasado para poder seguir adelante.

Las seis nominaciones a los BAFTA y los siete premios de los BIFA (los premios del cine independiente británico) representan un botín insuficiente para una de las películas de 2023 mejor valoradas por la crítica desde su premiere mundial en el Festival de Telluride el pasado mes de septiembre. Haigh reflexiona en Kinótico sobre su libre adaptación de una novela con la que solo comparte su premisa, el entendimiento inmediato que Andrew Scott tuvo con esta historia, las apasionadas reacciones que ha provocado la película en el público desde su estreno y la experiencia de volver a rodar en la casa en la que pasó su infancia.