Muere Shannen Doherty, icono de los 90 gracias a 'Sensación de vivir' y 'Embrujadas', a los 53 años

La actriz estadounidense Shannen Doherty ha fallecido a los 53 años a causa del cáncer que padecía desde hace años. Según confirmó a People, la publicista de la intérprete, Leslie Sloane, "el sábado 13 de julio perdió la batalla contra el cáncer después de muchos años de luchar contra la enfermedad". Doherty siempre será recordada como un icono televisivo para la generación X gracias a Brenda, su papel protagonista en 'Sensación de vivir' y para la generación millenial por 'Embrujadas'. La actriz salió por la puerta de atrás de las dos producciones de Aaron Spelling.

Estrena en 1990, 'Sensación de vivir' fue un fenómeno adolescente sin precedentes cuyo éxito se extendió por todo el mundo. El drama creado por Darren Starr (futuro autor de 'Sexo en Nueva York) seguía a Brenda (Shannen Doherty) y Brandon (Jason Priestley), dos hermanos que se mudan con sus padres desde la fría Minnesota al soleado y elitista barrio de Beverly Hills en Los Ángeles. Allí hacen amistad con un grupo de chicos con los que vivirán las típicas situaciones que marcan el paso de la adolescencia a la madurez. Doherty fue despedida al final de la cuarta temporada por problemas relacionados con su vida personal, que ella misma explicaría años más tarde en su podcast, 'Let’s Be Clear With Shannon Doherty'. La última temporada de la actriz fue la más vista de todas, perdiendo audiencia progresivamente hasta su adiós en el año 2000.

Doherty había llegado a 'Sensación de vivir' después de despuntar en la película de culto 'Escuela de jóvenes asesinos', estrenada en 1988 y protagonizada por Winona Ryder y Christian Slater. Su siguiente gran personaje en cine llegaría en 1995 con 'Mallrats', de Kevin Smith. Justo después de su gran revelación con 'Clerks', el director y guionista contaba esta historia de dos mejores amigos que se refugian en el centro comercial después de que sus novias los dejen. Doherty volvió a trabajar una segunda vez con Smith en 'Jay y Bob el Silencioso contraatacan', en la que se interpretaba a sí misma.

Tras ser perdonada por Aaron Spelling, el productor más poderoso en la televisión norteamericana en los años 80 y 90, Doherty volvió a la primera línea con 'Embrujadas'. Emitida por Warner Bros. entre 1998 y 2006, la serie de fantasía seguía a las tres hermanas Halliwell, unas mujeres jóvenes que descubren cuál es su destino: luchar contra las fuerzas del mal a través de la brujería. Tras chocar nuevamente con Spelling y tener un enfrentamiento continuado con su compañera de reparto Alyssa Milano, Doherty volvió a ser despedida, esta vez al final de la tercera temporada. Su segundo encontronazo con Hollywood reforzó su imagen de mujer difícil, algo con lo que tendría que luchar el resto de su carrera, monopolizada por telefilmes y proyectos de segunda.

En marzo de 2015 se le diagnosticó cáncer de mama, que se había diseminado a sus ganglios linfáticos. Un año más tarde, en febrero de 2016, reveló que estaba recibiendo tratamiento antiestrógeno para reducir el tamaño del tumor y permitir el tratamiento mediante tumorectomía en lugar de mastectomía. Debido a la presencia de tumores múltiples, no fue posible realizar una lumpectomía, por lo que se realizó una única mastectomía en mayo de 2016. Aquella cirugía reveló que "una de las células cancerosas sobresalía del nódulo linfático". El 29 de abril de 2017 anunció que su cáncer estaba en remisión.

En el verano de 2019 Doherty estrenó su último proyecto destacado, un original 'reboot' de 'Sensación de vivir'. 'BH90210' se centraba en los miembros del elenco original de aquella (Jason Priestley, Jennie Garth, Ian Ziering, Gabrielle Carteris, Brian Austin Green, Tori Spelling y Shannen Doherty), que interpretan en este caso a versiones ficticias de ellos mismos. 19 años después del final de la serie original, se reúnen para hacer una continuacón, pero antes deben reconciliar sus nuevas vidas con las complicaciones de sus pasados comunes. La serie estaba dedicada a Luke Perry, fallecido en marzo de ese mismo año poco antes del inicio del rodaje. El proyecto pasó sin pena ni gloria a pesar de desmarcarse del espíritu conservador de la mayoría de 'reboots' de la época.

El 4 de febrero de 2020 Doherty anunciaba que el cáncer había vuelto y que se encontraba en fase IV. En junio de 2023 anunció que el cáncer se había extendido a su cerebro. En los meses previos a su muerte, la actriz arregló todos sus asuntos para no dejar ninguna carga a su madre, depositaria de su herencia. "La devota hija, hermana, tía y amiga estaba rodeada de sus seres queridos y de su perro, Bowie. La familia pide su privacidad en este momento para que puedan llorar en paz". Que así sea.