Reportaje
La crisis de la industria del cine en Argentina toca tierra en el Festival de Málaga: "Quieren hacer que desaparezca todo"
El set audiovisual de Kinótico ha sido testigo de varias voces autorizadas del cine argentino, que no han dudado en dar su opinión acerca de la situación del país

Mucho antes de que la actriz Mercedes Morán denunciara en la gala de inauguración del Festival de Málaga "la horrenda política cultural de [el presidente Javier] Milei" impuesta en Argentina, la cita andaluza había tomado una posición clara ante la situación actual que afecta al sector audiovisual en ese país sudamericano. El nombramiento de Morán como presidenta del jurado de la sección oficial de esta edición, más de diez cintas repartidas a lo largo y ancho de la programación (incluyendo dos producciones argentinas y una coproducción en la competición principal), además de cuatro proyectos en el MAFIZ con nacionalidad o participación argentina, y una Biznaga de Honor concedida al director y productor argentino Alejandro Agresti, venían a constituir un sólido espaldarazo a esa industria cinematográfica sin la cual no se puede entender al cine hispanohablante.
Por el set de Kinótico durante el Festival de Málaga pasó una buena parte de la representación argentina, y cuando se les preguntó por la situación de la industria cinematográfica en su país, no dudaron en dar su opinión. A grandes rasgos la definieron como triste, compleja, horrible, señalando además los daños irreversibles, pero también reconocieron los errores, así como la necesidad imperiosa de resistir, avanzar y de reinventarse. Los acontecimientos, nuevas leyes, así como las arremetidas y amenazas hacia el sector cultural y en concreto hacia el cine, se suceden con la velocidad de un pestañeo. La cineasta Valentina Llorens, cuya película ‘Las tías’ es uno de los ocho proyectos seleccionados en el WIP Iberoamérica, se atrevía a una actualización con análisis incluido. "No es solamente que desde hace un año el instituto de cine [INCAA] ya no está dando apoyos, también acaban de cerrar la plataforma principal de cine argentino que dependía del instituto", afirmaba Llorens, quien es parte de la Asociación de Directorxs de Cine PCI, "no quieren que hagamos cine y no quieren que se vea lo que se hizo; quieren hacer desaparecer todo lo que es la soberanía fílmica argentina que es la identidad de un país, que habla de la memoria con todas sus aristas", explicaba.
Hace unos meses la actriz Cecilia Roth, al ser homenajeada en los Premios Platino, auguró la desaparición de las producciones argentinas en los festivales de cine, no exageraba. La gran mayoría de las películas que han desembarcado en las diferentes citas festivaleras en lo que va de año, como la Berlinale (con el triunfo de ‘El mensaje’, de Iván Fund), Rotterdam y Málaga, eran proyectos que lograron concluirse ‘a tiempo’ antes de que se desatara el cataclismo propulsado por el gobierno actual. Ese es precisamente el caso de muchas de las cintas presentes en el Festival de Málaga. En el Málaga Work in Progress (WIP) de MAFIZ, el área de industria del Festival de Málaga, figuran cuatro películas enteramente argentinas y coproducciones con otros países. Una de ellas es ‘El agua nunca dolió’, de la debutante Ana Clara Bustelos, quien en un acto de fe, y después de estar inmersa durante varios años en este proyecto, decidió seguir adelante arrastrando la incertidumbre de la posible no restitución, por parte del agónico INCAA, del dinero invertido, tal como se hacía antaño con los proyectos aprobados. Si Bustelos en Málaga encuentra un tercer socio, aparte del uruguayo con el que ya cuenta, para culminar lo que será además la primera película rodada en la región de San Juan, la incertidumbre ya será menos oscura y un poco menos tenebrosa. "Nosotras tenemos que resistir y seguir haciendo cosas, reuniéndonos y seguir creando", apuntaba Ana Clara Bustelos en el set de Kinótico, "porque también hay que tratar de combatir eso, y la manera es hacer ", zanjaba como un llamado a la resistencia.

Quien también se las jugó fue Matilde Tute Vissani, que con su primer largometraje, ‘Nunca fui a Disney’, opta por la Biznaga de Oro. "Cuando rodamos la película también estábamos en medio de un gobierno que dificultó muchísimo la producción cultural, aún así la hicimos", relataba la directora remontándose a la época pre-Milei, acompañada de su co-guionista, Agustina Márquez. La apuesta en su caso fue por partida doble ya que ‘Nunca fui a Disney’ es una producción periférica, tanto por el lugar donde se desarrolla (San Bernardo, un pueblo costero), como por la forma en la que Tute y Márquez, junto a un nutrido equipo constituido por amigos y colegas cercanos, sacaron adelante este proyecto. "No estamos insertas en una industria, no tenemos productores que nos empujen", entraba en detalles Tute, develando una forma de trabajo que quizás se imponga en un futuro muy cercano para hacerle frente a la arremetida del gobierno, "siempre de alguna forma se puede, y debería poder hacerse más, ampliarse más, es decir, que aparezcan espacios para nuevas miradas, nuevos realizadores, nuevos actores, generar circuitos donde todo fluya de otra manera. Me gusta pensar en que un país se puede desarrollar y puede invertir en su cultura, y que eso no es un gasto".
Como ‘un baldazo’ describe la coguionista Agustina Márquez este proceso en el que detecta maneras arrastradas e impuestas durante gobiernos anteriores, pero también cosas nuevas. "Te puedo hablar de que mis colegas, de mis amigos que se están yendo del país", reportaba Márquez, "no hay trabajo, no hay producción, y esa es la realidad que estamos atravesando. Está complicado como en todos los ámbitos", subrayando de paso y como una mirada en el fatídico futuro: "Las consecuencias irreversibles".
El motor y corazón del cine en Latinoamérica
Con la industria cinematográfica argentina aguantando las horas y golpes bajos, además de optar por una posición de resistencia, se hace imperiosa la necesidad de ser críticos. Ostentando toda la autoridad lograda por una amplia trayectoria como actor, además de ser una especie de agente anfibio entre la dirección, la producción y la interpretación, Adrián Suar recordaba en su paso por el set de Kinótico su perenne posición crítica, sin obviar lo extremo de las medidas gubernamentales. "Siento que hay muchas cosas para mejorar en el cine argentino, pero eso no significa que se borre y no quede nada", afirmaba Suar, que había desembarcado en Málaga con ‘Mazel Tov’, fuera de concurso, "cuando uno hace políticas públicas es para gestionar", acotaba. Poniendo como ejemplo a España, apelaba a una dirección hacia la que debería apuntar la gestión, sentenciando que "la mezcla de lo público con lo privado hace que la rueda gire para hacer una industria".
El director y guionista Matías Lucchesi también mostraba una posición crítica hacia la vieja estructura, aunque quiso ser cauto con sus opiniones, ya que desde hace más de seis años vive fuera de su país. "Si bien hay infinidad de cosas que han estado y se han hecho mal, y que hay que corregir y mejorar", afirmaba, "en la cultura y en el cine hay una capacidad profesional evidente, y eso no se puede dejar caer". En calidad de guionista y director Lucchesi presenta fuera de concurso ‘El casero’, y como guionista otra producción argentina dirigida por Sebastián Schindel, ‘Una muerte silenciosa’, también parte de la programación de Largometrajes Sección Oficial Fuera de Concurso de la cita andaluza.
Las capacidades profesionales son incontestables. En ese sentido Suar, quien hace más de tres décadas fundó la productora Polka, apuntaba sobre la relevancia de la historia del cine argentino, sus logros y lo tanto que ha dado. "Siempre fue una industria cinematográfica con lo bueno y con lo malo, con las cosas para mejorar, somos una industria de las mejores del mundo no por calidad, sino porque a lo largo de su historia hemos logrado hacer cosas muy interesantes; en los últimos 40 años estuvimos en los Oscar varias veces, ganamos muchos premios, [hemos sido] formadores de cine, eso no se va a cortar, a lo mejor hay un 'impasse' pero tengo la esperanza de que se vuelva a encauzar".

Atravesando el Río de la Plata está Uruguay, uno de los países más cercanos a Argentina, tanto por cultura (guardando las distancias) como por geografía. Desde allí los productores de Cimarrón Cine (The Mediapro Studio) miran con preocupación la situación de sus vecinos. Ante la pregunta de si Uruguay en cierta forma se podría beneficiar de la crisis argentina, Santiago López comentaba sobre "el sentido de la oportunidad pero no un beneficio". Y sigue: "Más allá de que ahora Uruguay es un 'hub' de producción para la región, Argentina ha sido un socio estratégico desde que existe la cinematografía en Uruguay". Exponía en el set de Kinótico acompañado de Sandino Saravia Vinay, "el contexto argentino precariza cualquier oportunidad que haya para el cine latinoamericano porque el motor está en Argentina. El corazón, la audacia que tienen los autores, el talento y los productores argentinos que nos han enseñado a producir y a pensar más allá de lo que nosotros creemos, hoy se ve limitado".
No poder contar con sus socios argentinos, cuya relación se ha extendido a lo largo de décadas, es una pena, comentaba Rodolfo Iriñiz, como es también lastimoso que "grandes autores, grandes directores, grandes artistas del cine hoy no tengan trabajo y no puedan seguir desarrollando su arte, y eso también nos afecta de forma muy significativa en Uruguay". La teoría del aleteo de la mariposa se comprueba pues en este caso.
El encumbramiento de políticos que desacreditan y desmontan la cultura es una constante, da igual en cual contexto y continente se lea esto. Por esa razón, Santiago López subrayaba como especie de "un esquema de alertas", y recordaba que si bien hoy es Javier Milei en Argentina, hace unos pocos años fue Jair Bolsonaro en Brasil. El fundador de Cimarrón Cine (The Mediapro Studio) reiteraba que "agarran al cine que es una industria para demonizarla, para generar ese decreto máximo de que usurpamos fondos públicos para hacer un hobby, cuando esto es una industria que genera trabajos". Para López, como para muchos otros trabajadores y artífices de la industria cinematográfica, se trata pues de "una batalla muy compleja, y de alguna manera tenemos que defender ese posicionamiento".
Lo más leído
También te puede interesar
- La actriz y directora Valeria Bertucelli posa en el photocall del Festival de Málaga 2025
Kinótico Especial Málaga 2025 [5]. La mirada al trabajo rural de 'Lo que queda de ti' y la finura de la sátira argentina 'Culpa cero'
Quinta jornada del Festival de Málaga 2025. David Martos conduce el podcast diario de Kinótico para comentar, junto a Janina Pérez Arias y a Dani Mantilla, las películas a competición del día. Entr...
Detrás de las cámaras de 'La deuda', de Daniel Guzmán
'La deuda', de Daniel Guzmán, abrirá un Festival de Málaga que tendrá mayoría de directoras en la competición por primera vez
Un total de 22 películas, quince españolas y siete latinoamericanas, competirán por las Biznagas de Oro en la 28 edición del Festival de Málaga. Días después de conocer que Gemma Blasco ('La furia'...
Enric Auquer Sardà, Roger Casamajor y Loreto Mauleón en 'La buena letra', de Celia Rico Clavellino
Gemma Blasco, Belén Funes, Eva Libertad, Gracia Querejeta y Celia Rico Clavellino participarán en la Sección Oficial de Málaga 2025
Los festivales de primavera españolas empiezan a mostrar sus cartas. Tras el anuncio de parte de la programación del BCN Film Fest, ahora es el Festival de Málaga el que presenta un aperitivo de la...
La actriz argentina Mercedes Morán presidirá el jurado del 28 Festival de Málaga en 2025
La actriz argentina Mercedes Morán será la presidenta del jurado del 28 Festival de Málaga
Con sorpresa, por el día y la hora elegidos para hacer el anuncio, el viernes a última hora de la tarde el Festival de Málaga hacía oficial la noticia: la actriz argentina Mercedes Morán, será la e...