‘Spider-Man: Cruzando el multiverso’, una exhibición en lo estético sin olvidar la narración

Spider-man hay más de uno. De hecho, tantos como quepa imaginar. Hasta uno versión porcina, como demostró, de la manera más divertida posible, la primera entrega animada de las aventuras de Miles Morales, ‘Spider-man: Un nuevo universo’. En ‘Spider-man: Cruzando el multiverso’, la nueva entrega capitaneada por Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin K. Thompson en la dirección, el guion sigue explorando las múltiples posibilidades de un multiverso infinito que vuela aún más libre. Porque, aunque lo planteado visualmente por ‘Doctor Strange en el multiverso de la locura’ era estimulante, la animación ofrece infinidad de herramientas a la imaginación. Y esta película, cuyo estreno llega hoy viernes 2 de junio, las usa de manera sobresaliente. Sentadas las bases en la anterior, durante más de dos horas se entrega de lleno a un espectáculo tan brutal en lo estético como bien narrado y tremendamente emotivo.

Ha pasado algún tiempo desde que aquellas versiones de Spider-man encabezadas por Miles Morales (Shameik Moore) -el chico de Nueva York con familia de origen puertorriqueño que se quedó con los poderes destinados al Peter Parker de su universo–, salvaron el día. El problema (siempre lo hay) es que taparon un agujero para abrir otro. Y ahí es donde entra en juego un nuevo villano que, sin dejar de ser tan divertido y descontrolado como cualquier otro, en realidad es lo de menos. De lo que realmente habla el guion de Chris Miller, Phil Lord y Dave Callahan en ‘Spider-man: Cruzando el multiverso’ no es de la lucha contra el bien y contra el mal (que también, aunque de pasada). Aquí el núcleo argumental gira en torno a la soledad del (super)héroe –el trabajo en ese sentido que se hace con el personaje de Miguel O'Hara (Oscar Isaac) es loable–. Al peso de cargar con la responsabilidad de salvar el mundo hay que sumarle el no poder contarle a sus seres queridos quién se es realmente, ya sea por miedo al rechazo o por miedo a ponerles en peligro.