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Crítica

Wes Anderson capta perfectamente la crueldad empática de Roald Dahl en sus cortos para Netflix

El director estrena en Netflix cuatro cortometrajes que adaptan relatos de Roald Dahl y conectan entre ellos por cómo narran historias de hombres tristes y perdidos

Madrid·Actualizado: 05.10.2023 - 04:54
Benedict Cumberbatch en una escena de 'La maravillosa historia de Henry Sugar' de Wes Anderson
Benedict Cumberbatch en una escena de 'La maravillosa historia de Henry Sugar' de Wes Anderson · Fotografía: Netflix

Durante el tercer acto de 'Asteroid City', el personaje de Jason Schwartzman decide romper con la línea temporal de la historia que se está contando y escabullirse del escenario donde ocurre la acción, para ir a ver a quien ha escrito semejante disparate: el autor del guion, interpretado por Adrien Brody. Schwartzman le confiesa a su creador que no entiende de qué va todo aquello. Brody le contesta: "Da igual, tú sigue contando la historia".

Wes Anderson se desembarazaba así, felizmente, de la etiqueta de orfebre y perfeccionista obsesivo, para dejarse llevar por la pulsión narrativa: por el mero placer de estar contando una historia. Aunque eso supusiera dejarle claro al espectador que todo aquello eran decorados cutres, que el guion tenía agujeros considerables, que nada era exactamente una metáfora de nada. Daba igual, importaba que todo siguiese rodando hasta colgar el 'The End'.

En la decisión de desenmascarar el artificio de la ficción había algo de celebratorio. Tal vez el goce que podía producir la toma de consciencia del privilegio de poder hacer exactamente lo que quieres hacer, con quien quieres hacerlo y de la forma que te gusta hacerlo. Es decir, que servidor deducía de una propuesta tan libre y metacinematográfica como 'Asteroid City', que Wes Anderson vivía un momento dulce.

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