Entrevista | Seminci

Fernando Méndez-Leite: "No quería que el Goya de Honor fuera un premio a toda una vida"

El Presidente de la Academia de Cine y Espiga de Honor en la 69 Seminci, valora el reconocimiento a Aitana Sánchez-Gijón y hace balance de su ilustre carrera

Valladolid·Actualizado: 20.10.2024 - 06:30
Fernando Méndez-Leite, Espiga de Honor en la Seminci de 2024 y Presidente de la Academia de Cine
Fernando Méndez-Leite, Espiga de Honor en la Seminci de 2024 y Presidente de la Academia de Cine · Fotografía: KINÓTICO

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"No podía imaginar que me fueran a dar una Espiga de Honor en el Festival de Valladolid, al que he acudido desde 1968, prácticamente en todas las ediciones. He sido miembro del jurado, miembro del comité de selección... nuestra relación ha sido muy intensa, pero como espectador y trabajador. Me ha chocado mucho que se acordaran de mí en este momento. No hay como cumplir años para que empiecen estas cosas a fluir", bromea Fernando Méndez-Leite, uno de los homenajeados de lujo de la 69 Edición de la Seminci de Valladolid y, acaso, uno de los hombres con mayor interés informativo en nuestro país, como Presidente de la Academia de Cine y con la temporada de premios recién inaugurada.

El cauce es otro, y a Dios gracias, pero si la presidencia de la Academia de Cine se ostentara por méritos, como algún tipo de oposición pública, él seguiría en su cargo. Méndez-Leite lo ha hecho todo en el cine español: fue alumno de la histórica Escuela Oficial de Cine, dirigió para la gran pantalla y fue de los primeros en firmar como autor para la televisión. Eso le llevó a comprender la importancia de los medios, en plural, y así acabó dirigiendo el ICAA cuando más falta hizo que alguien dirigiera el ICAA. Estudioso del medio y siempre crítico feroz del mismo, se dedicó luego a la transmisión de conocimiento, como catedrático primero y como fundador de la ECAM después.

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Después de recibir la Biznaga honorífica del Festival de Málaga en 2022, certamen que ayudó a poner en pie, y justo ahora que la Seminci le reconoce en su palmarés de honor, Méndez-Leite repasa su ilustre carrera festivalera con Kinótico: "Desde mis comienzos en la profesión con 20 años, cuando empecé a escribir crítica, viví los festivales con mucha intensidad. En esa época, los festivales eran muy importantes en nuestra formación, porque la programación te permitía conocer no solo el cine del momento, sino también la historia del cine. Las retrospectivas eran muy importantes. Recuerdo, en Valladolid, una retrospectiva a Dreyer, una a Bresson, una a Rossellini... tú venías a Valladolid y te veías todo Max Ophüls. Era como ir a una escuela de cine", recuerda el también realizador y guionista.

"Mi relación con Valladolid es muy bonita porque también me ha hecho acumular recuerdos desde lo personal. Te diría que creo que mi nombramiento como director general del ICAA se origina indirectamente en un palco del Teatro Calderón, de la Seminci de 1968. Vino Pilar Miró y no vimos la película en cuestión, porque estuvimos hablando todo el rato de política cinematográfica. Ella me pidió que la ayudara, que me fuera con ella al Ministerio. Cuando ella dimitió, me nombraron a mí y hubiera sido si no algo inimaginable. Yo era director de una sola película, que hacía series en televisión y no tenía currículum lógico para ello", apunta un Méndez-Leite que también habla de su propia vida, recordando que entre las calles de Pucela nació también lo que él define como "idilio clandestino y remoto" y que hace referencia a su longevo matrimonio con Fiorella Faltoyano.

El Goya de Honor de Sánchez-Gijón, entre bambalinas

Fernando Méndez-Leite y Aitana Sánchez-Gijón, en la Academia de Cine, tras el anuncio del Goya de Honor 2025
Fernando Méndez-Leite y Aitana Sánchez-Gijón, en la Academia de Cine, tras el anuncio del Goya de Honor 2025 · Fotografía: ALBERTO ORTEGA

De vuelta en la actualidad, esa que pasa por los próximos Premios Goya que llevarán su edición número 39 hasta Granada en 2025, Méndez-Leite responde con sinceridad sobre Aitana Sánchez-Gijón. La actriz, novena mujer en ser reconocida con el galardón honorífico de la institución, es además la más joven de su género en hacerlo, lo que generó dudas hasta en la propia premiada. "Después de un rato largo al teléfono, donde le dije de todo por ofrecerme esto a mí, y que había gente que se lo merece mucho más, como pensarán con razón muchos hoy al saber la noticia, acabé aceptando", explicaba sobre el proceso de aceptación a Kinótico la propia intérprete. "Fue una propuesta de presidencia que, en la junta directiva, fue aprobada prácticamente por aclamación. Si mi memoria no falla, solo hubo solo una persona que no levantó la mano", comienza a explicar.

"No se trata de darle el Goya de Honor a alguien por ser mujer o por ser hombre, pero sí tener en cuenta lo lógico"

Y sigue, sobre las razones que justifican el premio a la actriz: "Aitana [Sánchez-Gijón] es una actriz con una carrera ya muy extensa. No es premiar una promesa, sino a alguien que ya ha hecho mucho en el cine, el teatro y las series de televisión. Es una actriz muy inteligente, muy comprometida, muy entregada a su trabajo y consciente de todo lo que hace. Es un modelo. Por otro lado, yo pienso que el Goya de Honor no tiene que ser necesariamente muy mayor. Entre otras cosas, porque hay muchos compañeros que lo podrían merecer y no es fácil escoger", apunta Méndez-Leite, que también aduce motivos estrictamente estratégicos. "El año pasado se lo dimos a Juan Mariné y antes a Carlos Saura, que tristemente falleció justo antes. No quería que el Goya de Honor se convirtiera en un reconocimiento a toda una vida. Ya hay muchos premios de esos. Lo cual no quiere decir que el año que viene no pueda ser un señor o una señora de 90 años", completa.

Preguntado sobre la paridad, el presidente de la Academia de Cine incide en sus esfuerzos desde la dirección: "Además, tenía que ser una mujer porque llevábamos tres años dándoselo a hombres. Esas cuestiones las tenemos muy en cuenta, no de una manera muy radical, pero sí todo lo referente a la paridad. No se trata de dárselo a alguien por ser mujer o por ser hombre, pero sí tener en cuenta lo lógico. Hubo, de hecho, una propuesta de un hombre, que nos gustaba mucho a todos, pero la de Aitana [Sánchez-Gijón] se impuso. Parecía lógico que fuera una mujer", terminó de hacer entender el presidente, justo antes de explicar los planes de la Academia de cara a sus premios más importantes.

Sigourney Weaver, Goya Internacional de 2024
Sigourney Weaver, Goya Internacional de 2024 · Fotografía: Academia de cine

"Seguimos trabajando intensamente en las actuaciones, la búsqueda de presentador o presentadora... todo eso está en proceso de preparación. He ido ya tres veces a Granada en lo que va de mes. Tenemos muchas reuniones. En Granada presentamos ya todos los proyectos y actividades previas a los Goya, todos los coloquios y proyecciones", apunta un Méndez-Leite al que es imposible pillar en un renuncio pero que da detalles clave sobre la gala de 2024. "No te puedo concretar nada por el efecto sorpresa y porque las cosas más importantes aún no están cerradas. Fíjate, el Goya Internacional de Sigourney Weaver fue una decisión y una idea de última hora. Nos funcionó muy bien, porque ella aceptó inmediatamente y fue muy sorprendente. Lo normal es que hubieran sido negociaciones de mucho tiempo, pero ella aceptó a la primera y todo fue sobre ruedas. Organizar esas cosas es muy complicado, porque entre representantes y fechas coincide con la campaña de los Oscar. Hay que valorar si es una figura del cine europeo, porque hemos hablado hasta de cineastas asiáticos... La idea del Goya Internacional tiene relación con el glamour de la gala. Viene bien que sea alguien muy popular. Tú puedes decidir que el Goya Internacional sea Béla Tarr, pero eso va a ser un poco complicado de gestionar", bromea Méndez-Leite antes de despedirse.

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