Eduard Fernández, candidato a todo: "Competir contra uno mismo nunca es bueno, pero lo vivo con deportividad"

Es el hombre del momento. El actor Eduard Fernández, rostro de la revuelta popular legítima en 'El 47' (camino de convertirse en la película en catalán más taquillera de la historia) y del más vil de los falsarios en 'Marco' (se estrena el 8 de noviembre en cines) es el gran favorito para alzarse con el Forqué, el Feroz y el Goya a Mejor Actor. Pero, por si fuera poco, el intérprete suma esta semana un nuevo hito, al debutar como director con el cortometraje 'El otro'. A competición en la sección nacional de la 69 Seminci de Valladolid, Fernández charló con Kinótico sobre su nueva aventura autoral, sobre su año triunfal como candidato a todo y sobre su carrera, llena de papeles de desgaste que por fin parecen reunirse en torno al reconocimiento de sus pares en la industria.

"Estudié dirección de cine a los 20 años, durante dos años, en Barcelona. Luego empecé mi carrera y casi se me olvidó. No quiere decir gran cosa y no sé si aprendí poco, mucho o algo, pero habla de mis ganas de contar historias en cine. Es algo que siempre me ha gustado. A medida que uno hace muchas películas, que he hecho muchas, va aprendiendo y preguntando a los directores. Pensando que uno haría o no haría algo así, de una manera concreta, uno empieza a tener una opción personal de cómo contar una historia", explica el intérprete, que aquí escribe, dirige y protagoniza el cortometraje, historia con un solo protagonista que es la viva imagen de la crisis existencial. Hombre de mediana edad, azotado por las adicciones, es incapaz de comunicarse con su propio hijo y es obviado hasta por las que se supone son sus amistades más cercanas.

"Es difícil levantar un corto. He ido aprendiendo gracias a Sergi Moreno, cómo buscar el dinero, cómo tener una mínima financiación. Cuando llegan cartas a casa me asusto, soy un negado con las cosas oficiales. Yo quería contar algo muy esencial, de un ser humano solo, en su casa. Tenía una imagen en la cabeza, el final del corto, desde hace 40 años. Un colega me dijo que ya era hora de hacerlo, de sacármela de ahí y, si en algún momento quiero hacer un largo, me parecía bien seguir los pasos, hacer un corto primero", apunta el ganador de dos Premios Goya. Y sigue: "Tenía el final, y tuve que escribir lo que viene antes para justificarlo. Quería escribir sobre la esencia del ser humano y los fantasmas que todos, en mayor o menor medida tenemos y huimos de. Cuando uno huye con fuerza o se asusta, se asusta de uno mismo. Así que lo llevé al extremo. Es alguien que huye de partes de él mismo", completa Fernández, que aquí dedica su trabajo a su hija, Greta Fernández.

Preguntado acerca del éxito de 'El 47', de Marcel Barrena, el actor reflexiona sobre su conexión con el público: "Es curioso y me ha sorprendido para bien, esta vez, al fin. A la gente le ha tocado mucho el personaje, la película y la temática. La gente se siente partícipe de la película y es muy bonito cuando esto ocurre. De entrada estoy muy orgulloso de dos cosas. Una, de que la película más comercial de España ahora mismo sea una como 'El 47', con la temática y el planteamiento de 'El 47', con todos los problemas que hay de vivienda, desgraciadamente. Y, por otro lado, estoy muy contento porque desde hace años me niego a doblar una película del castellano al catalán o del catalán al castellano. En todo el Estado se ha visto la versión original. Nos cuesta mucho conseguir el sonido original como para luego cargárnoslo, así que estoy muy contento por eso", reflexiona meridiano el actor.

Candidato a todo, Fernández bien podría cerrar su año triunfal conquistando los tres galardones más importantes de la temporada de premios... siendo su máximo rival él mismo. Por las normas de la Academia, por ejemplo, es imposible que alcance la doble nominación, pero ya encabeza la conversación antes de que se abran los períodos de votación: "Competir contra uno mismo nunca es bueno, y lo vivo con deportividad, que es como hay que recibir los premios, mezclando un poco cultura y deporte", bromea. Y sigue: "Cuando estás trabajando estás trabajando. Cuando estoy haciendo de Manolo o de Marco estoy centrado en el personaje y no pienso en nada más. A mí me gusta mucho mi trabajo y disfruto mucho. Por eso, cuando a veces me dicen "haz esta película, que te van a pagar bien y aunque no te guste..." y es que yo lo paso muy mal, si no me gusta. Porque me apasiono en el trabajo y una vez entro, entro", añade.

"Con 'Marco' me volví un poco loco en el sentido creativo. Muy divertido y muy de jugar. No aquello de que el actor se pone cascos, se aísla y no habla con nadie. No. Era justo al revés. Estaba haciendo bromas todo el rato sobre estos chicos que venían a hacer un documental sobre mí", confiesa un Fernández que, tras haberlo hecho todo este último año, aclara que por delante le queda "vivir, porque cada día es cada día": "La carrera, que yo prefiero llamarle paseo por ir más lento y mirar el paisaje, se hace día a día. Uno siempre espera a lo próximo. Me gustaría un día dirigir algo, pero hasta que no tenga un guion... escribir un guion es muy difícil. Se verá", se despide sincero.