Entrevista

El incendio de la temporada de premios: así prendieron Dani de la Orden y Eduard Sola el fenómeno 'Casa en llamas'

Dani de la Orden y Eduard Sola conversan con Kinótico sobre la génesis del proyecto, gran favorito en los Premios Feroz y con opciones a todo en los Goya

Barcelona·Actualizado: 05.12.2024 - 06:30
El director Dani de la Orden, durante el rodaje de 'Casa en llamas'
El director Dani de la Orden, durante el rodaje de 'Casa en llamas' · Fotografía: SÁBADO PLAYTIME

Fue el gran titular de las nominaciones a los Premios Feroz. 'Casa en llamas', película dirigida por Dani de la Orden con guion de Eduard Sola, se convertía en la gran favorita de los galardones que entregan la prensa y la crítica especializada amasando hasta ocho opciones de estatuilla. Entre ellas, Mejor Película de comedia, Mejor Guion y una ristra de nominaciones para su elenco. La hoguera que había prendido el público, convirtiendo al filme en la película en catalán más taquillera de la historia -récord que le quitó apenas unas semanas después 'El 47'-, se confirmaba como incendio imparable en la temporada de premios. Pero, ¿pueden arder a lo grande los Premios Goya en un año sin favoritas claras que acaben diversificando el voto de los académicos?

Para averiguarlo, en Kinótico hemos querido dar con la primera chispa, con el origen de las llamas que han puesto patas arriba las previsiones. Para ello nos marchamos hace unas semanas hasta Barcelona, donde una puerta aparentemente industrial, junto a la icónica librería Calders, da acceso a las oficinas de Sábado Películas y Playtime Movies. La zona, gentrificada casi hasta la parodia, nos habla en inglés, nos sirve los cafés esperando propina y nos llena la mirada de bolsos de marca y gorras caras para tapar calvas. Hay pijos con los que epatar. "Me acerqué a los productores y les dije que me apetecía hacer un drama familiar veraniego. Algo cercano a 'Pequeñas mentiras sin importancia' que nos dejara hablar de la familia de una manera un poco más oscura y con mala leche", explica nada más sentarse el director Dani de la Orden, que tras estrenar '42 segundos' (2022), apunta, ardía en deseos de volver a acercarse a "la humanidad" y a lo que más conoce.

A la reunión, que a espaldas de quien escribe deja una pizarra y delante un espacio de trabajo diáfano de dos plantas donde el murmullo es industrial pero las cercanías son agradecidas, llega Eduard Sola: "La película tiene un eje claro, que es el personaje de Montse [Emma Vilarasau], pero es que eso no estaba al principio. Fue algo que descubrimos en el proceso y fue un personaje que ganó tanto peso que se robó la tesis de la película y la empatía de todos", comienza a contar el guionista -ya lo podemos decir- más importante del panorama contemporáneo español. De la Orden se levanta. En la pizarra, un rotulador azul comienza a descubrir primero una pamela, luego una señora, y después una actitud, un personaje desde el que quemar puro éxito: "Edu [Sola] definió la importancia de la madre, y le respondí que por qué no dejaba a su propia madre muerta al principio. Así, con una imagen, damos con todo el tema de la película, que es que hay un cierto egoísmo intrínseco a esta familia. Una acción es toda la peli, toda la peli va de que somos unos egoístas", sentencia el realizador.

Fotograma de 'Casa en llamas', con Emma Vilarasau y María Rodríguez Soto, dirigida por Dani de la Orden
Fotograma de 'Casa en llamas', con Emma Vilarasau y María Rodríguez Soto, dirigida por Dani de la Orden · Fotografía: SÁBADO PLAYTIME

El guion de un carpintero, la película de un arquitecto

"Yo vivo en una situación privilegiada. En todos los aspectos", alcanza a decir Sola antes de que le interrumpa el director: "Privilegiada... bueno, básicamente es que te pago por escribir. Llámale seguir la ley, pegarse a lo que publica el Boletín Oficial del Estado", bromea. "Sí, vale, pero no es el día a día de la gran mayoría de compañeros del sector. Está la amistad, pero también está el hacer las cosas bien, y eso estaba desde el principio del proyecto", recoge el guante el guionista, que explica que todo se fraguó en los encierros de la pandemia porque, en realidad, él entiende la escritura como algo más cercano al oficio que a la artesanía. "Dani [de la Orden] tiene una idea de la familia, de su familia, y me la traslada. Mi familia es radicalmente distinta. Me voy a ese universo, lo ordeno, y me dejo dirigir por él. Siempre está presente, porque luego en rodaje vuelve a ello. Y es que el guion, yo creo, es una guía. Por supuesto, lo confieso, cuando recibo los 'dailies', lo que se ha grabado cada día, me da un ictus. Ahí entra la magia del cine, el juego del rodaje que luego en el montaje cobra sentido. Todo se recoloca y se me pasa. Al final, la película ha acabado teniendo lo mejor del guion y lo mejor de las improvisaciones", aclara Sola.

"Tú me has llegado a decir que la estaba liando. Y no pasa nada, porque prefiero liarla con mi idea, cagarla yo, que no sentir algo ajeno. Soy cabezón, pero escucho mucho", confiesa el director sobre un proceso de diálogo que Sola separa de la figura mesiánica: "Yo voy un día al rodaje, saludo a todo el mundo y ya está. Ese no es mi sitio. Que los marrones se los coma Dani, porque va a ser la peli de Dani. Y no me violenta en absoluto. Yo me relaciono con mi oficio desde el oficio, no estoy intentando quedarme con la película. Estoy al servicio de la historia y mis peleas serán por esa historia, pero quien se va a levantar todos los días a defender la película es Dani de la Orden. ¿Tú quieres una película? ¿Tú quieres una mesa? Pues tú dame madera, dame una sierra, que yo te hago la mesa. Guionistas hay muchos, pero guionistas puros no tantos", explica meridiano Sola, sobre una forma de afrontar el trabajo que este año le ha llevado a colaborar con autores tan distintos como Paula Ortiz o Alauda Ruiz de Azúa.

"Cuando recibo los 'dailies', lo que se ha grabado cada día, me da un ictus" (Eduard Sola)

En el otro lado del sofá, el arquitecto de la película también comienza a hablar en plata. Después de pasar por la comedia ligera, la de brocha gorda, y la comercial, con un desvío seriéfilo agradecido, Dani de la Orden se ha convertido en un director tan ecléctico como impredecible: "Es normal, hay quien puede pensar que mi carrera es un poco errática. Pero dentro de esa imperfección ha habido pequeños saltitos que me han permitido llegar aquí. Y no voy a mentir tampoco, 'Casa en llamas' no es la película que yo quería hacer exactamente cuando empecé a hacer cine. Tengo un Transformer tatuado en el pie, por Dios, me flipa el cine de acción, el género. Pero donde es más posible que yo pueda levantar cine, hacer películas viables, es aquí. Si ahora voy a una televisión y les digo que quiero hacer una película cuántica de multiversos, de una pareja que viaja a través del tiempo, me mandan a tomar por culo", dice De la Orden para oídos inquietos.

El director Dani de la Orden, durante el rodaje de la película 'Casa en llamas'
El director Dani de la Orden, durante el rodaje de la película 'Casa en llamas' · Fotografía: ANABEL LUNA

Y sigue: "No me gusta nada cuando me dicen que es la película más madura que he hecho. ¿Madura respecto a qué? 'Mamá o papá' no me parece menos dura, porque habla de un divorcio, pero es que es una comedia. El tono, ya de por sí, hace que la película se vista de otra cosa, se dirija a otro público. Me parece tan seria en su tratamiento de cosas duras 'Loco por ella' que 'Casa en llamas'. Si no adornas algo con chistes, parece más maduro, pero me molesta un poco", se queja el director, sobre la condescendencia extendida alrededor de su último trabajo. Así, ambos creadores dan pie a preguntarles por el otro extremo de la película, el que pasa por crítica y público una vez ya estrenada: "Que me pongan a parir, lo llevo bastante bien, pero me gusta que se haga con un cierto gusto. Si el texto está bien escrito, cero problemas, pero siempre desde la información. No puedes escribir que se nota mucho que Netflix ha entrado aquí cuando ellos no entraron hasta cuando ya estaba hecha. ¿Por qué vas hasta ahí? Si hay un ensayo, y ese ensayo me deja mal, pues hasta lo disfruto y aprendo. Joder, es que si eres crítico de cine no puedes decir que el ritmo cae. ¿Qué coño significa que el ritmo cae? Cúrrate el género, y si vas de Boyero por la vida cuéntame algo más además de que la película no te interesa", apunta De la Orden, ante el asentimiento de un Sola que no usa redes: "Me obsesiono. Me obsesionaría".

"Hay quien puede pensar que mi carrera es un poco errática. Dentro de esa imperfección ha habido pequeños saltitos que me han permitido llegar aquí" (Dani de la Orden)

Para cuando llegamos al ecuador de la charla, que retomaremos en los próximos días en Kinótico, todavía queda encima de la mesa la relación de ambos creadores con el éxito, la forma que tienen de acercarse a los proyectos o las claves de De la Orden sobre su cronómetro, acaso el mechero del fenómeno que va a marcar la temporada de premios española. "El viaje es increíble, porque ha acabado pareciendo que todo fue premeditado, como si todo hubiera estado claro desde el principio. Pero no es así. La película fue un proceso de descubrimiento", apunta Sola, sobre un camino que De la Orden define como "uno de los más sencillos de su carrera" y que no tuvo apenas sobresaltos: "Por ponerte un ejemplo. En cuanto tuvimos claro a quién queríamos, casi todos los actores dijeron que sí a la primera. Salvo por el problema antes de rodar", desliza, en un episodio estrambótico que implica al personaje de Alberto San Juan y que involucraba inicialmente a otro actor, que finalmente no pudo sumarse al proyecto a pocas semanas de rodar. A ello llegaremos en la última parte de nuestro reportaje, ya la semana que viene, cuando después de terminar de hablar con director y guionista, nuestro viaje nos lleve a hablar con Toni Carrizosa, Ana Eiras y Alberto Aranda, productores de la película.

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