Razones para que Sandra Romero ('Por donde pasa el silencio') gane en febrero el Goya 2025 a Mejor Dirección novel

***La serie de entrevistas 'Razones para...', publicada durante la votación de ganadores de los Goya 2025, es posible gracias a las productoras y distribuidoras de las películas seleccionadas

En Kinótico, como parte de nuestro esfuerzo por poner en valor lo mejor del cine español en plena temporada de premios, hemos ideado un nuevo formato dispuesto a seguir la estela de nuestras celebradas mesas redondas. Se trata de 'Razones para...', un espacio de entrevistas personalizadas y en profundidad con nominadas y nominados a los Premios Goya, dándoles un espacio reposado en el que poder exponer sus candidaturas al "cabezón", que muchas veces representan a un equipo enorme de profesionales de nuestro audiovisual. De la mano de David Martos, y desde hoy y hasta el próximo martes 21 de enero, lo mejor de nuestro cine irá desfilando por Kinótico, con la ceremonia del próximo 8 de febrero, en Granada, como principal objetivo.

La primera en sentarse con nosotros ha sido Sandra Romero, realizadora andaluza nominada en la categoría de Dirección Novel por la película 'Por donde pasa el silencio', su ópera prima y filme con el que compitió en el último Festival de San Sebastián (New Directors). "Cuando veo que la película llega a estos premios, me pongo muy contenta, porque es visibilidad tanto para la película como para nosotros. Lo que queda es disfrutar, realmente, porque vienen muchos eventos, muy bonitos y que reúnen a mucha gente del cine", confiesa la realizadora en la que es su primera temporada de premios. "Es bastante raro, porque tienes la sensación de que llevas muchos años y muy intensos en la película. Además, las conversaciones van evolucionando, no es lo mismo la primera que la última. [La prensa] es para lo único para lo que no me he formado, me siento cómoda en las conversaciones pero soy una persona muy tímida. Me cuesta muchísimo estar delante de una cámara, pero es parte del trabajo. La prensa es fundamental para que la gente vea la película", añade.

Natural de Écija, aunque especifica en la entrevista que más concretamente de una zona entre esta localidad y Osuna (La Alcuza), Romero también tiene raíces canarias y venezolanas, factores todos ellos que han dado forma a su cine: "La única forma de acceso que tenía era la televisión. Era bonito el contraste entre la MTV, a la que estaba súper enganchada, y salir a la calle y estar en mitad de la nada. Los cines traían películas americanas, "blockbusters", y no había mucha variedad. La primera vez que yo vi una película en el cine fuera de ese recorrido fue con 18 años, cuando me fui a Sevilla", recuerda. La directora, que también cuenta en la entrevista que barajó dedicarse a la profesión periodística, explica que su primera relación con el cine como salida profesional fue a causa del Festival de Sevilla, que le abrió un mundo de posibilidades. "Las escuelas [de cine] son muy caras. Mi clase es la clase obrera. Y mi familia viene de la agricultura, que es un poco como el cine, hay años buenos y años malos. Te puedes ver en apuros muy gordos", completa la realizadora.

Romero, que triunfó en el Festival de Málaga con el cortometraje y prototipo de lo que luego acabaría siendo 'Por donde pasa el silencio', explica que los seis años entre la puesta de largo de ambos proyectos es también parte meta del proceso: "El personaje protagonista, Antonio, se ve contra la distancia que él mismo ha creado. (...) Empecé a escribir sobre algo con lo que conecto, pero no me había planteado un regreso y me veo forzada a volver. Por una cuestión personal, por mi madre enferma, y porque la pandemia vino poco después. Me quedé a vivir un año en una casa en la que no había habitado hace muchísimo", cuenta Romero, antes de seguir profundizando en el ADN de su filme: "De repente, te ves teniendo unas discusiones tremendas con gente con la que no has discutido en muchísimo tiempo. (...) Cuando pongo en el foco el personaje de Javier, es también por contar cómo lidió mi familia con la enfermedad".

"Intento enfrentarme a lo que he escrito y trato de estar segura de que una persona que vea la película la sienta como yo he intentado transmitirla. Y hablo de sentirla porque el camino es uno por el que te van llevando los personajes, no es una narrativa impuesta desde fuera. En ese caos que es la vida, a mí me encanta decidir dónde poner el primer plano. De todo lo que pasa, ¿qué miro?", explica poética la realizadora, que se remanga para hablar de los plazos que exige el cine contemporáneo, y de medios, en España: "El rodaje fue muy apretado, fueron seis semanas. No es poco... pero no es mucho. Se ha convertido en lo más común, pero realmente no es mucho tiempo. Todo tiene que ir como un tiro, pero yo planifico mucho, y tuve la oportunidad de hacer parte de la preproducción en la propia localización", recuerda la directora sobre el proceso.

Pero, ¿por qué debería ganar Sandra Romero el Goya a la Mejor Dirección Novel? "Es difícil. Lo que creo que tengo que aportar, por enfocarlo desde ahí, es que siento que hay una mirada muy humana con los personajes. Para mí, lo importante es poner personajes en la pantalla que tengan algo dentro. Siento que mi trabajo con estos actores, con la familia, con Mona Martínez... hemos conseguido que conecte. Hay películas que entretienen, películas que hacen reír y películas que hacen llorar, pero siento que hay una mirada humana y es lo que a mí me interesa. Eso es lo que vengo a intentar poner en una pantalla", dice sincera la directora, responsable de uno de los trabajos más sólidos del año (que transita por temas tan difíciles de abordar como lo queer hasta la dependencia) y que, gracias también a su labor de dirección en 'Los años nuevos', es sin duda una de las revelaciones más importantes del cine español.