Razones para que Paula Ortiz ('La virgen roja') gane en febrero el Goya 2025 a Mejor Dirección

*** La serie de entrevistas 'Razones para...', publicada durante la votación de ganadores de los Goya 2025, es posible gracias a las productoras y distribuidoras de las películas seleccionadas

En Kinótico, como parte de nuestro esfuerzo por poner en valor lo mejor del cine español en plena temporada de premios, hemos ideado un nuevo formato dispuesto a seguir la estela de nuestras celebradas mesas redondas. Se trata de 'Razones para...', un espacio de entrevistas personalizadas y en profundidad con nominadas y nominados a los Premios Goya, dándoles un espacio reposado en el que poder exponer sus candidaturas al "cabezón", que muchas veces representan a un equipo enorme de profesionales de nuestro audiovisual. De la mano de David Martos lo mejor de nuestro cine ha ido desfilando por Kinótico, con la ceremonia del próximo 8 de febrero, en Granada -ciudad fetiche para el filme que nos ocupa hoy-, como principal objetivo.

En nuestra última ronda de encuentros le toca el turno al equipo de 'La virgen roja', película dirigida por Paula Ortiz que se adentra en la trágica historia real de Hildegart Rodríguez Carballeira. Concebida por su madre -en la película, imperial Najwa Nimri- como la primera mujer del resto de mujeres emancipadas de la historia, esta pensadora, filósofa y escritora tiene en el filme el rostro de Alba Planas y le sirve a la realizadora maña para pintar en ética el clima de la España previa al estallido de la Guerra Civil. Seleccionada por el Festival de San Sebastián en su sección oficial, fuera de concurso, la película se ha convertido en uno de los principales fenómenos populares de la presente temporada de premios gracias, también, a su estreno en Prime Video. En la ceremonia de los Premios Goya 2025, 'La virgen roja' cuenta con hasta 9 nominaciones, incluyendo Mejor Dirección, Mejor Dirección de Arte, Mejor Diseño de Vestuario o Mejor Maquillaje y Peluquería. "Paula [Ortiz], durante los últimos años, ha sido una de las directoras más potentes del cine español y creo que aún no se le había dado el valor que realmente merece", opina María Zamora, productora de la película, al lado de la realizadora.

Después de repasar sus infancias y su período de formación, en el camino que les ha llevado a ser dos de los nombres más importantes de nuestro cine contemporáneo, Ortiz y Zamora reflexionaron sobre clase y género, que entienden como sesgos interdependientes: "Siempre que puedo, reivindico que vengo de la escuela pública, del instituto público, de la universidad pública. A mí fue el Ministerio de Cultura y Educación quien me dio una beca para hacer la tesis doctoral y gracias a esa beca pude dedicarme al cine. Así es como me pude ir a Nueva York y luego a Los Angeles. Si yo no hubiera tenido la beca, hubiera tenido que renunciar a este trabajo", confiesa la directora de 'La novia'. Y sigue: "Es muy difícil dedicarse a cualquier arte, pero la novela es un esfuerzo más personal. En el cine tienes que aguantar esa vocación sabiendo que pertenece a una industria súper exigente, con muchísimas incertidumbres y que no te garantiza que se vaya a hacer un proyecto en muchos años", completa.

"Cuando ya parece que sí, que es en serio y te vas a dedicar a esto, y te va más o menos bien, piensas en que te apetece tener hijos. Y es cierto, para las mujeres que decidimos que sí es otro bache. Levantar eso luego... tela", apunta Zamora sobre la conciliación y sobre las muchas cosas que tienen en común productora y directora y les han hecho encontrarse. "Habíamos hecho películas que habían coincidido en galas y demás. Y, te tengo que confesar, cuando llamé a Paula [Ortiz] para hacer esta película, no la conocía íntimamente. Intuía que a lo mejor era algo que le podía pegar. Fue en 2017. Pensé en esta película, en quién la podía dirigir, y de inmediato pensé en Paula Ortiz (...) Me encontré, en una revista, un artículo sobre Hildegaart y no la conocía. Me quedé fascinada, no solo por su legado, sino por esta madre visionaria, fanática y todo junto a la vez. En ese momento yo estaba trabajando con Clara Roquet y Eduard Sola en 'Libertad', la ópera prima de ella, y les mandé el artículo. ¿Esto podría ser una peli, no? Y resulta que ya había de todo", bromea Zamora, que cree que lo que diferencia su proyecto de anteriores adaptaciones es su rima con temas e inquietudes contemporáneas.

"No me gusta hablar en primera persona en el cine, porque es un proceso colectivo. Pero, en mi caso, no sé hacer películas con las que yo no tenga una conexión. Si no está hablándome simultáneamente lo que ocurre a los personajes, no sé defenderla. He tenido la suerte de que todas las películas que he hecho, hayan nacido de mí o no, se hayan hecho desde esos motores. No puedo hacer algo que no entiendo como mío, que no me pertenece el debate, las preguntas o lo estético", explica meridiana Ortiz, dando pie a preguntarle por las extraordinarias hechuras formales de su película. "Es algo que a mí me importa mucho, pero no es algo superficial. Corresponde con la forma ética de mis películas, con la forma de ese universo que tú lanzas y la experiencia que le estás dando al espectador. Les entiendo como ciudadanos y ciudadanas, como prójimos, porque es algo tuyo. 'La virgen roja' me apasiona porque creo que somos hijos, no solo de la Segunda República española, sino también de un siglo XX muy convulso. He aprendido, también, que me gustan los personajes femeninos, las mujeres, porque soy una", resume elocuente la realizadora, que también avanzó a Kinótico los nuevos proyectos en los que está trabajando.

Pero, ¿por qué debería ganar Paula Ortiz el Goya a la Mejor Dirección por 'La virgen roja'? "Las razones las veo en la película. ¿Qué razones? Por las razones que están en la película", reconduce Ortiz la respuesta, antes de que intervenga Zamora. "En 'La virgen roja' hay una vocación de cine que habla de nuestra historia. Es una historia ubicada en una época muy fértil, como la de la Segunda República, de la que nacieron tantas cosas que dicen quiénes somos y de dónde venimos. Es un puente eso con todas las cosas de la agenda política que están encima de la mesa todavía hoy. Por otro lado, la película consigue a la vez llegar a mucho público, bien en las salas, bien en plataforma, pero habiendo pasado por los cines. Aunando crítica, premios... todo queda variadito. Consigue cosas tocando todos los palos. Por eso estamos tan orgullosas", se despide la productora.