Temporada de premios

Mesa redonda de arte [o diseño de producción] de Kinótico 2024: "Mis padres pensaban que trabajaba de carpintero"

La mesa redonda de dirección de arte y diseño de producción de Kinótico 2024 está formada por Marta Bazaco, Laia Ateca, Mikel Serrano y Javier Alvariño

Madrid·Actualizado: 29.11.2024 - 04:52
La mesa redonda de dirección de arte o diseño de producción de Kinótico 2024 cuenta con Marta Bazaco, Laia Ateca, Mikel Serrano y Javier Alvariño

Mesa redonda de arte [o diseño de producción] de Kinótico 2024: "Mis padres pensaban que trabajaba de carpintero"

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La mesa redonda de dirección de arte o diseño de producción de Kinótico 2024 cuenta con Marta Bazaco, Laia Ateca, Mikel Serrano y Javier Alvariño · Fotografía: Kinótico

***Este episodio de Kinótico Gala es posible gracias a 'Casa en flames', la comedia de Dani de la Orden que va camino del medio millón de espectadores. Con Emma Vilarasau al frente de un reparto que en la crítica de Kinótico hemos calificado como "espléndido", y que hoy sometemos a tu consideración para los Premios Forqué, Premis Gaudí, Premios Feroz y Premios Goya

Cuando decimos que la temporada de premios se cierne sobre nosotros, no es en vano. Si hace unos días nuestras primeras mesas coincidían con los Premios Forqué, las mesas técnicas han visto la luz a la vez que las nominaciones de los Premios Feroz. Y es que primero pasaron por nuestras cámaras los actores, actrices y showrunners de series. Y, desde la semana pasada, estamos publicando -en formato audio- otra serie de mesas con equipos técnicos. Por los micrófonos de Kinótico ya han desfilado montadores, responsables de sonido, directores de fotografía, directoras y directores de vestuario, maestros de maquillaje y peluquería y productores, hasta en dos ocasiones.

Hoy le toca el turno a las directoras y directores artísticos o diseñadores de producción, un departamento (o varios) que, si bien en los inicios del cine se concibió como el nexo renacentista entre la hoja de finanzas y las mentes creativas, ha evolucionado en lo contemporáneo hacia un oficio mucho más complejo. La polémica, de hecho, llega hasta la propia profesión, con un debate constante sobre la nomenclatura del oficio. Un director de arte, o una diseñadora de producción, puede encargarse a la vez de la documentación desde la que trabajan los actores hasta el alquiler de las mesas y sillas de época en las que deben sentarse. También, de cuestiones más técnicas como el uso de decorados específicos o el alquiler de espacios, quizá históricos, en los que se va a desarrollar el rodaje. La idea es que, al final y se identifique cada cual como se identifique, cada euro invertido luzca como se merece realmente en la película.

Así, divididos por la incomprensión incluso dentro del sector de su propio papel en los rodajes, todocampistas dentro de una industria en la que todo el mundo cree trabajar un poco más que el resto, Mikel Serrano (director artístico de 'Marco' y 'Soy Nevenka'), Javier Alvariño (diseñador de producción de 'La virgen roja'), Marta Bazaco ('diseñadora de producción de 'El 47') y Laia Ateca (diseñadora de producción de 'Polvo serán') conversan con David Martos sobre un oficio a todas luces extenuante pero muy valorado entre los cinéfilos.

La importancia de llamarse (o no) director de arte

"Todos somos lo mismo porque nos toca hacer lo mismo", explica Mikel Serrano sobre la diferencia entre dirección de arte y diseño de producción. Y sigue: "Más allá del debate, lo que me interesa son los matices que cada uno pueda tener. Ocurre que cada uno de nosotros viene de un mundo diferente, en cuanto a formación, por ejemplo. Y es que llegó un momento en el que me costó explicarle a mis padres mi profesión, ellos seguían pensando que yo era carpintero", confiesa, denominándose a sí mismo como director de arte de dos películas que recrean tiempos del pasado reciente como 'Marco' y 'Soy Nevenka'. "Doy clase en la universidad, en Barcelona, y entonces me paso cuatro horas semanales hablando de esto. El origen del término, diseñador de producción viene de 'Lo que el viento se llevó' y es una figura muy asentada en Estados Unidos. Es un tridente con dirección y dirección de fotografía, para tomar decisiones estéticas. Es una labor que va mucho más allá de plasmar lo que pone el guion. Es un tema complejo, pero creo que el término de diseñador de producción ayuda más a hacernos entender dentro de la industria", explica elocuente Marta Bazaco, que en 'El 47' nos transporta hasta la Barcelona setentera.

"Diseño de producción cambia de película en película, por la relación con el director o con producción. No es lo mismo rodar en plató que fuera, y se marcan las necesidades de un rodaje. Rodar de noche implica pasar mucho tiempo fuera, de manera menos cómoda. El diseño de producción implica cosas mucho más amplias que lo que se ve en pantalla o el decorado. Hay un poco de confusión, que creo que viene de la traducción del inglés al castellano. En fotografía no hay duda, pero en inglés, al estar el "art director" por debajo del "production designer", se genera una confusión", apunta la diseñadora de producción de todo un portento de esta temporada como 'Polvo serán', película en la que las necesidades del oficio pasaban por un cuerpo de bailarines en mitad de un parque barcelonés o la situación de una casa de suicidio asistido en un páramo nórdico.

"El término de diseñador de producción ayuda más a hacernos entender dentro de la industria" (Marta Bazaco)

Desde la perspectiva de Javier Alvariño, uno de los profesionales más alabados este año por su trabajo en 'La virgen roja', el debate sigue siendo un tema complicado en el sector: "Hay una gran confusión que no solo nos afecta como departamento, sino que está también en la calle. En nuestras familias. Recuerdo mi primera película como jefe de departamento, en el que con 22 años se empeñaban en decirme que yo no era el director de arte. Era un chaval. Me decían que yo era el decorador. ¿Pero había alguien por encima de mí? No. ¿Y entonces? No es una cosa de hora, la cuestión de la nomenclatura. Gil Parrondo, por ejemplo, que es un histórico, firmaba como decorador. Es una cuestión filosófica y depende del nivel de injerencia en el resultado final de la producción", opina Alvariño, no sin generar un pequeño revuelo entre sus compañeros y compañeras que, ante los micrófonos de Kinótico, también hablaron sobre los nuevos estándares presupuestarios del sector, el momento en el que entran a desarrollar una película -muchas veces antes que los propios directores- o los diferentes retos a los que cada uno y cada una se ha enfrentado en los proyectos por los que optan a la nominación.

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