Mesa redonda de música de Kinótico 2024: "Somos los últimos en los créditos, las miguitas que van quedando"

***Este episodio de Kinótico Gala es posible gracias a 'Casa en flames', la comedia de Dani de la Orden que va camino del medio millón de espectadores. Con Emma Vilarasau al frente de un reparto que en la crítica de Kinótico hemos calificado como "espléndido", y que hoy sometemos a tu consideración para los Premios Forqué, Premis Gaudí, Premios Feroz y Premios Goya

Cuando decimos que la temporada de premios se cierne sobre nosotros, no es en vano. Si hace unos días nuestras primeras mesas coincidían con los Premios Forqué, las mesas técnicas de esta semana han visto la luz a la vez que las nominaciones de los Premios Feroz. Aquí puedes encontrar la lista completa de mesas que hemos publicado hasta el momento:

• Mesa redonda de actrices de series [video y audio]
• Mesa redonda de actores de series [video y audio]
• Mesa redonda de showrunners de series [video y audio]
• Mesa redona de montaje [audio]
• Mesa redonda de sonido [audio]
• Mesa redonda de dirección de fotografía [audio]
• Mesa redonda de producción (1) [audio]
• Mesa redonda de vestuario [audio]
• Mesa redonda de maquillaje y peluquería [audio]
• Mesa redonda de producción (2) [audio]
• Mesa redonda de dirección de arte y diseño de producción [audio]

Hoy le toca el turno a la composición, a las músicas y a los músicos que acompañan con sus partituras a las películas y que, en más de una ocasión, las mejoran ostensiblemente. El año pasado, el Goya fue a parar a manos de Michael Giacchino, por la banda sonora original de 'La sociedad de la nieve'. Este año, con la carrera por el "cabezón" mucho más abierta, las posibilidades se han abierto en abanico. Más allá de Alberto Iglesias, el hombre récord de nuestro cine que atesora cuatro nominaciones a los Premios Oscar, 11 Premios Goya y otras siete nominaciones -podría sumar una más este año por 'La habitación de al lado'-, la savia nueva parece por fin inyectarse en el seno del cine español con un puñado de nombres interesantes.

Así, Zeltia Montes ('Salve María', 'Nina'), Arnau Bataller ('El 47'), Guille Galván ('La virgen roja') y Víctor Reyes ('Escape') conversan con David Martos sobre un oficio que si bien ya está instaurado en el imaginario colectivo como crucial para el triunfo de una película, no siempre dispone de los medios necesarios para brillar. Los ajustes presupuestarios y la externalización, por ejemplo, de las sesiones de grabación para abaratar costes, marcan una de las profesiones más bellas de las ligadas al séptimo arte.

La misión de hombres y mujeres orquesta

Más allá de los retos específicos de cada película, que involucraron licencias, búsqueda de sonidos extraños muy lejos de lo que nos imaginaríamos dentro de los límites de la magia del cine y simples y llanas prisas derivadas de la gestión monetaria, los compositores se sentaron con Kinótico a hablar del estado de la cuestión musical en la industria: "Las cosas han cambiado... poco. Ahora mismo estoy en Los Angeles, y me vuelvo a encontrar con como funcionan las cosas aquí. La diferencia que hay es muy grande. Ya no solo en los presupuestos que se manejan, que te permiten trabajar en buenas condiciones, sino que hay muchos eventos más y los compositores de cine están reconocidísimos.", reivindica justamente Zeltia Montes, que coqueteó con la viralidad al recoger su Goya por 'El buen patrón' y cuyo discurso sigue perfectamente vigente en el año en el que ha estrenado 'Salve María' o 'Nina'.

"Pensaba en Musimagen, que es la asociación a la que pertenecemos varios de los que estamos aquí, y desde la que peleamos por tener mejores condiciones de trabajo. Hace falta que nos conozcamos, que tengamos la sensación de pertenecer a un gremio. Tenemos que conseguir mejorar las condiciones para todos. Nosotros somos unos privilegiados, porque no solo estamos trabajando sino que lo hacemos en proyectos interesantes. ¿Pero cómo está la gente que no está trabajando de manera más regular? Hace unos años, la figura del compositor era más accesoria. Eso está cambiando. Ya nos ven más como cineastas, gente que hace cine con música", explica meridiano Arnau Bataller, responsable esta temporada de la composición de 'El 47' y que viene de estar nominado en 2022 y 2024, con 'Mediterráneo' y 'La paradoja de Antares', respectivamente.

Presente también en la mesa, un experimentado Víctor Reyes da su opinión: "El sector de la música en el cine no es distinto al de los camioneros que lleven tomates. Todos los sectores tienen problemas sindicales, de identificación o de integración. Pero es que si miras en los créditos de una película somos los últimos, somos posproducción. Te van a ir todos los problemas del mundo porque eres de los últimos a los que se recurre. En algunos casos, eso sí, está pasando al revés. Viene un director y dice que quiere a Mario Casas en el protagonista y a este tío para la música. En el resto, somos los últimos, las miguitas que van quedando", se queja el ganador del Emmy por la música de 'El infiltrado' (2016) y nominado cuatro veces al Goya (tres de ellas junto a Rodrigo Cortés).

"Me llama la atención la exigencia técnica y tecnológica que se le exige a un compositor o compositora de banda sonora, porque el presupuesto no cubriría ni el 30% de lo que implica. Hacer una banda sonora es convertirme casi en una empresa que, entiendo, en una época clásica estaban divididas pero hoy no. Damos por hecho en 2024 que un compositor de cine tiene que hacerlo todo", denuncia Guille Galván, nominado en 2024 por 'El amor de Andrea' y uno de los nuevos talentos del sector. Además de la labor de hombres y mujeres orquesta -dicho esto, sin intención cómica- los responsables de la composición musical discutieron también en Kinótico sobre la importancia diluida en el tiempo de las discográficas, o el uso de recursos externos o libres de derechos.