Mesa redonda de fotografía de Kinótico 2024: "Las partes difíciles son las invisibles"

***Este episodio de Kinótico Gala es posible gracias a 'Casa en flames', la comedia de Dani de la Orden que va camino del medio millón de espectadores. Con Emma Vilarasau al frente de un reparto que en la crítica de Kinótico hemos calificado como "espléndido", y que hoy sometemos a tu consideración para los Premios Forqué, Premis Gaudí, Premios Feroz y Premios Goya

Cuando hablamos de estrellas, entre lo profesional y lo glamuroso, se mezcla la apariencia con el oficio. Por eso, la propia profesión centró buena parte de las mesas redondas de Kinótico con actores, actrices y showrunners de series. Y por eso, también, hablamos de equipos técnicos, porque el cine español casi siempre se olvida de ellos cuando llega la hora de los aplausos. Con la intención de poner en valor los oficios del cine español, más ahora que llega la temporada de premios, en Kinótico vamos a publicar un total de diez mesas redondas técnicas y en audio hablando con lo más selecto del panorama audiovisual patrio. Ya le tocó el turno el viernes a los montadores, el sábado a los equipos de sonido, y hoy le toca a los responsables de la dirección de fotografía.

Desde el encuadre hasta la posición de los actores, pasando por la iluminación o conceptos relacionados con la propia intencionalidad ética de la película, la dirección de fotografía se ha convertido en uno de los elementos más comentados, debatidos y cuestionados, incluso, en el cine contemporáneo. Por eso, y para aclarar mucha de la terminología alrededor de lo que es y lo que no es la fotografía en el audiovisual, por la mesa redonda de Kinótico se pasan Pepe Gay de Liébana ('Casa en llamas'), Eduard Grau ('La habitación de al lado'), Nilo Zimmermann ('Salve María') e Isaac Vila ('El 47'). Los cuatro, directores de fotografía destacados de una temporada de premios increíblemente abierta, conversan con David Martos sobre el estado de la profesión.

El reconocimiento más allá de los paisajes

"Siempre hemos sido aquellos que hacen los paisajes, que se vea bonito, ¿no? Cada vez la gente lo entiende un poco más, gracias a la universalidad del cine", bromea Eduard Grau desde Los Angeles, ciudad en la que la última película de Pedro Almodóvar ya está peleando por hacerse un hueco en los próximos Premios Oscar. Desde Barcelona, quien aporta luz sobre el significado social del oficio es Pepe Gay de Liébana: "A mí me decían, ah, sí, 'Casa en llamas', muy chulo como retratan los paisajes, los atardeceres. Y es como, sí, pero el mérito de la película es que rodamos escenas de tarde cuando se nos hacía todos los días de noche. Toda la magia que luego no se ve, porque queda fuera de la película. O rodar una película en invierno simulando que es verano. Las partes difíciles son las invisibles, que es lo guay de nuestro curro", apunta, sobre un rodaje que incluía secuencias en paracaídas y un gran incendio.

"Dentro del sector estamos muy reconocidos, y se entiende que tenemos mucho que ver en el resultado final de una película, pero mis padres por ejemplo siguen pensando que la mejor fotografía es la de 'El oso' porque los paisajes son maravillosos. No acaban de entender lo que hago en mi día a día" aclara, también con humor, un Isaac Vila que en 'El 47' no solo tenía que adaptar su trabajo a las recreaciones físicas y digitales de la Barcelona de finales de los setenta, sino también a las restricciones de espacio del bus en el que ocurren los momentos más importantes del filme. "Mi familia sigue pensando que soy el operador de cámara, el que lleva la cámara. A la gente se le escapa el funcionamiento de un rodaje profesional, y es normal, pero cada vez encontramos mayor reconocimiento en lo que hacemos", aclara Zimmermann, que en 'Salve María' tuvo que enfrentarse al reto de los exteriores, yendo de la mano de su protagonista en una huida estresante, y también abrazando lo oclusivo de un pequeño piso barcelonés en el que filmar la opresión.

En cerca de 45 minutos de charla animada, los cuatro directores de fotografía conversaron con Kinótico sobre su relación de trabajo con los directores y directoras de sus películas, el volver a trabajar con viejos conocidos y su apego (o no) a las instrucciones de guion. Además, el cuarteto de profesionales en el que había dos nominaciones al Goya, habló también sobre los tiempos, climas y caos del rodaje (y cómo afectan al resultado final, lejos o no de lo deseado), la gama de color y su propia influencia en el carácter del proyecto o su condición de apagafuegos durante la filmación.