Entrevista

Álvaro Longoria: "Caravaggio es como una estrella del rock"

El director y productor estrena 'The Sleeper. El Caravaggio perdido', documental en el que reconstruye, vestido de 'true crime', la trama sobre el cuadro que reapareció

Madrid·Actualizado: 13.05.2025 - 05:30
El productor y director Álvaro Longoria, en una imagen de archivo
El productor y director Álvaro Longoria, en una imagen de archivo · Fotografía: Gtres

Es uno de los grandes nombres de la producción española y en español gracias a Morena Films pero, muy de vez en cuando, se pone el uniforme de realizador. Siempre con buenos resultados. Álvaro Longoria, productor de éxitos como 'Campeones', 'Todos lo saben' o 'En los márgenes', estrena desde el 13 de mayo en cines el documental 'The Sleeper. El Caravaggio perdido'. En él, a ritmo de thriller y con la cintura de unos claroscuros más propios de la ficción o de los cuadros del propio pintor italiano, Longoria intenta contar el relato completo de la noticia que sacudió las redacciones de Cultura en la primavera de 2021: una pintura que iba a venderse por no más de 1.500€ podía no solo ser un Caravaggio, sino además estar conservada en un estado perfecto pese a haberse creído perdida durante siglos.

Cuatro años después del inicio de la investigación, y de la mano del tasador y experto en arte Jorge Coll como narrador más que fiable, 'The Sleeper. El Caravaggio perdido' reconstruye más de tres años de filmación, un proceso lleno de secretismo por lo sensible de la información en el que accedemos, quizá por primera vez en nuestro país, a un tipo de economía poco explorada, la del arte. Sobre el documental, sobre sus aventuras en Italia estrenándolo y hasta sobre su labor al frente del Festival Internacional de Cine de Santander, cuya dirección acaba de dejar en manos de Júlia Olmo para el futuro inmediato, Longoria atendió a Kinótico en el último Festival Málaga.

Vamos a abril de 2021, que es cuando la gente más o menos empieza a conocer la historia. Aparece un Caravaggio que estaba oculto. ¿Cómo y cuándo nace la idea de hacer una película sobre este cuadro?

Yo conocía muy bien a Jorge Coll porque somos amigos desde hace años y alguien que trabaja conmigo también trabaja con él. Tenemos una relación bastante cercana, por lo que yo ya había investigado la posibilidad de rodar algo sobre el mundo del arte, sobre el valor y la variación de precios, por qué un cuadro que vale muchísimo puede pasar a valer cero. Y es entonces cuando me entero del rumor de que ha aparecido un cuadro, no se sabía muy bien de quién. Le llamo, le digo que me he enterado de qué está pasando, me dicen que hay un Caravaggio por ahí, no sé qué. Total, que le llamo y me dice: "Yo creo que yo me voy a quedar con el cuadro". "Si te quedas con el cuadro yo te ruedo todo el documental desde ya", le dije. Y y así fue. Desde el principio empezamos ya a rodar, en cuanto pudimos y y hemos seguido durante tres años la aventura.

Fotograma promocional de 'The Sleeper. El Caravaggio perdido', documental dirigido por Álvaro Longoria
Fotograma promocional de 'The Sleeper. El Caravaggio perdido', documental dirigido por Álvaro Longoria · Fotografía: MORENA FILMS

Quería preguntarte por por el acceso. Ya sabemos que Christie's en lo internacional, Ansorena aquí, son casas que cuidan muchísimo la confidencialidad. De hecho, por circunstancias personales, yo mismo acabé entrevistándome con Jorge [Coll] esa semana (...) Claro, hay una amistad, pero una cosa es la amistad y otra son los negocios. ¿Cómo le convences para meter las cámaras ahí?

Yo lo que le digo esencialmente es: "Mira, somos amigos, yo no te voy a putear, no te voy a traicionar". O sea, el podía estar tranquilo de que la información iba a estar segura, de que todo lo que me contase no iba a salir hasta que tuviera que salir. El proceso es largo. En tres años hay unas negociaciones y hay unos momentos muy delicados donde, si cualquier información a la que yo tengo acceso sale, podía afectar a la negociación, al precio del cuadro. Estamos hablando de muchísimo dinero, entonces esa tranquilidad que él tiene, porque somos amigos y él tiene confianza, es lo que permite que él me deje entrar. Si no, nunca jamás. Él me lo decía: "Mira, me han llamado 20 para hacer el documental, pero solo lo voy a hacer contigo porque de ti me fío".

Este es el fondo, la chicha del documental, pero hay una parte de forma que también es muy interesante. 'The Sleeper' está narrado como un thriller, con una banda sonora incluso que se entrega a la tensión. Incluso la iluminación juega a favor del thriller. ¿Cómo se construye?

A mí me encantan los thrillers, soy fan total de David Fincher. Era una historia fantástica para narrar en el claroscuro, en esa especie de cine negro... aquí nada está claro, es cine negro puro. Los personajes no son lo que parecen y nunca sabes si lo que te están contando es verdad o mentira. Además, los giros de guion son perpetuos. Todo el rato pasaban cosas que lo cambiaban todo, de repente. Nunca sabíamos si era verdadero o no, no sabíamos si estaba en buen estado o no, no sabíamos si se podía sacar de España o no. No sabíamos si se iba a vender. Todo eso hace que la propia aventura fuera un thriller y desde un principio lo quise meter en esa estructura. Para mí es fundamental que los documentales sean divertidos. Un documental sesudo, con teorías... aquí no aplica. Esto va de unos tipos que tenían un cuadro de 1.500 pavos y lo han vendido por un dineral. Y tú lo que quieres saber es cómo ha sido ese proceso.

Más allá del Festival de Málaga, habéis formado parte con el documental de una exposición monográfica dedicada a Caravaggio. ¿Cómo ha sido la experiencia, el viaje a Italia?

Después de estar tres años viviendo con Caravaggio a todo el rato, en lo que más pienso es en nuestro guiño al claroscuro. La historia de Caravaggio y su estilo lo son. Hemos estrenado allí y resulta que Caravaggio es como una estrella del rock. Todo el mundo estaba hablando de eso. Era el gran evento cultural de la ciudad y el estreno en salas fue muy bonito. No había tenido la oportunidad de verlo en público y fue una gozada escuchar que la gente se lo había pasado bien viéndolo.

Antes de despedirnos, quería preguntarte por la decisión de nombrar a Júlia Olmo como directora del Festival de Santander. Sobre todo en un contexto en el que apenas hay mujeres al frente de grandes certámenes...

El Festival de Cine de Santander es una aventura en la que nos metimos casi por inercia. En ese momento de apertura del Centro Botín, estábamos muy cercanos a la Fundación Botín, y la cosa empezó a crecer. Yo no soy un director de festivales ni tengo intención de serlo. Y, de pronto, me vi gestionando una cosa que ya tenía una cierta entidad. Había que buscar a alguien que lo pudiese llevar a otro nivel. Además, volviendo a la esencia del festival que es la creatividad, la gente joven. Sobre todo, el festival está formado por óperas primas. Así fue como buscamos a gente joven, que tuviera una visión diferente y que lo pudiera convertir en algo especial. Nosotros no buscamos competir con Málaga o con San Sebastián, sino ser un referente del nuevo talento. Júlia [Olmo] nos parecía perfecta para eso. Ha llegado el momento, los 'boomers' estamos chupando demasiado espacio.

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