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Reportaje

Cómo condicionan un rodaje las limitaciones y consideraciones legales de trabajar con menores

¿Trabajan tantas horas como un adulto? ¿Necesitan un tutor? ¿Qué ocurre con escenas no aptas para su edad? ¿Y los padres? Respondemos a estas cuestiones

Madrid·Actualizado: 30.05.2023 - 04:53
Sofía Otero, en un fotograma de '20.000 especies de abejas'
Sofía Otero, en un fotograma de '20.000 especies de abejas' · Fotografía: BTeam

A Alfred Hitchcock se le atribuye aquella frase sobre no rodar ni con animales ni con niños. Aún así, quienes deciden desoír esta máxima del maestro del suspense –quien no tenía fama de ser el director más amable del mundo, precisamente–, siempre podrán atribuir a un rodaje con niños adjetivos como caótico, divertido, agotador, enriquecedor, complicado y emocionante. Todos o ninguno pueden servir, según cada caso particular. Pero, más allá de calificar la experiencia desde un punto de vista personal u otro, en Kinótico hemos querido acercarnos a cómo afecta a la logística de un rodaje el contar con menores y hemos preguntado por ello a una directora y a un director y a dos coach actorales que han participado en varios rodajes con niños y adolescentes.

En ‘Vaya vacaciones’, estrenada hace algunas semanas y que está planteada como una comedia para toda la familia con un especial homenaje a todos esos abuelos que se afanan en criar a sus nietos, son varios los menores que participan y de distintas edades. Cuenta su director, Víctor García León, que antes de empezar a rodar le pidieron un Certificado de Delitos de Naturaleza Sexual y que, en su caso, la logística de tener niños en el rodaje lo que implicó fue tener que ajustarlo a sus horarios, estipulados siguiendo la normativa.

Él le explicaba a la ayudante de dirección y a la directora de producción cuál era su plan de rodaje y ellas le devolvían un esquema con lo que podía rodar y cuándo. “A Marta, que es la más pequeña, no la podía tener todo un día”, apunta. Así que lo que hacían es que la niña que hace de la menor de las nietas en la película iba a primera hora y luego se iba o llegaba a última hora y se marchaba como el resto. Cuando hacía falta avanzar, tiraban de los adolescentes con más de 16 años, que tienen menos restricciones en este sentido, y “se fastidian y se comen” (bromea) lo que los más pequeños no pueden hacer.

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