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Entrevista

Laetitia Dosch ('El juicio del perro'): "Me preocupa nuestra sociedad y quería hablar de ella aunque fuera desde lo absurdo"

La actriz y dramaturga debuta en la dirección con una sátira, a medio camino entre el ecologismo y el feminismo, sobre el proceso penal a un perro llamado Cosmos

Madrid·Actualizado: 15.01.2025 - 06:30
La actriz, directora y guionista Laetitia Dosch, en un fotograma de 'El juicio del perro'
La actriz, directora y guionista Laetitia Dosch, en un fotograma de 'El juicio del perro' · Fotografía: FILMIN

Nuestros medios, y sus titulares, están llenos de sensacionalismo, pero la idea es prácticamente universal en todos los países que se afirman en el Estado de derecho: si un perro muerde a una persona, el responsable legal es el dueño del perro. Esto ocurre, en parte, porque en la gran mayoría de los ordenamientos jurídicos el mejor amigo del hombre es también su posesión, un objeto más. ¿Qué pasaría si dejara de serlo, si un ramalazo antiespecista poseyera a un juez y fuera un perro el sujeto juzgado? Eso es lo que pensó la directora, guionista y actriz franco-suiza Laetitia Dosch al escribir el guion de 'El juicio del perro', que llega el viernes a los cines españoles (después lo hará a Filmin), inspirándose en el caso real del proceso a un can en Francia, que provocó algunas protestas ecologistas a nivel local.

Protagonizada por ella misma, y por el simpático perro Kodi (aquí Cosmos), 'El juicio del perro' es un ejercicio de exploración de la sátira por parte de Dosch. ¿Hasta qué punto es absurdo dotar de entidad jurídica a un perro? ¿Es una cuestión especista o lo que subyace es la idea misma de consciencia? ¿Puede un perro ser misógino? ¿Cómo de ridículo es, siquiera, plantearse todas estas preguntas? Desde lo irónico, pero sin olvidarse de hacer transitar su filme y sus ideas por nuestra era, con lo que ella implica a nivel de feminismo o ecologismo, la película triunfa en su absurdez y se convierte en un artefacto bastante inteligente. Después de pasar con el filme por el Festival de Cannes (en la sección Una cierta mirada) y abrirse paso en una plaza tan inhóspita para las comedias como Locarno, Dosch atiende a Kinótico por videollamada.

¿De dónde surge una idea tan, en teoría, absurda como hacer pasar por un juicio penal a un perro?

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