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Entrevista

Albert Serra estrena 'Tardes de soledad': "Si no la hacía yo, no la iba a hacer nadie. Alguien tiene que hacer el trabajo sucio aquí"

El director estrena en cines su primer trabajo documental, última Concha de Oro y un polémico acercamiento a la tauromaquia de la mano del torero Andrés Roca Rey

Madrid·Actualizado: 06.03.2025 - 06:30
El director catalán Albert Serra estrena 'Tardes de soledad' en cines el 7 de marzo
El director catalán Albert Serra estrena 'Tardes de soledad' en cines el 7 de marzo · Fotografía: GTRES

Llega al ruedo con calma y finura, como un diestro dispuesto a pelear la faena incluso cuando se le discuta en fondo, forma o discurso ético. Albert Serra, quizá el único director español que hace compromiso autoral hasta de lo que viste, se encuentra con Kinótico antes de que el 7 de marzo llegue a los cines 'Tardes de soledad', su última película y una de las Conchas de Oro más inapelables de la última década. Esa soberbia fílmica, ajena a la personalidad de un autor radical que se ha convertido en fetiche de proyección para la cinefilia patria más arcaica, no hace acto de presencia en la persona, un director que se define como "humilde" y "capaz de adaptarse a cualquier cosa" mientras rueda. La polémica, después de abrazar a un mundo, el del toreo, que al principio miró con desdén su acercamiento a la lidia, estaba servida desde que la Universidad Pompeu i Fabra ("que son unos pesados", dice) le insistiera en hacer un documental y él acabara aceptando: lo haría, sí, pero sobre la tauromaquia.

"Hay algunos sitios a los que no voy, eh, que están muy lejos. Lejos, lejos, fui a Estados Unidos y a Canadá. Y ya está", comienza a responder icónico Serra, preguntado acerca de la repercusión -la mayor hasta la fecha para su propia filmografía- de su película. "Ni siquiera fue idea mía hacer un documental, a mí no me gustan los documentales, fue porque me molestaban todo el rato. En la universidad tienen una especie de máster de documental creativo desde hace años. Me iban diciendo que lo hiciera, pero durante años no había encontrado ningún tema que me interesara. ¿Para qué lo iba a hacer? Si no había ningún interés visual. No quería hacer algo en plan exótico", apunta Serra, cuya relación con la tauromaquia es bien rara. Asistente de niño a varias corridas, el germen de su celebrado trabajo de no ficción viene, en realidad, de una relación personal. Conocido de Salvador Boix, apoderado histórico del diestro José Tomás, por ser del mismo pueblo (Banyoles), el director era un admirador de la parafernarlia: "De más joven leía literatura taurina porque me interesaba. Tampoco con mucho ahínco, eh. Al final, me llamaba la atención saber por qué la tauromaquia había atraído a tanta gente a lo largo de la historia. No dejo de ser un estudiante de literatura, al fin y al cabo", confiesa como casi apesarado el realizador.

"Yo no pienso, actúo. Primero un toro y después otro, hasta el día del juicio final"

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