Entrevista

Guillermo Galoe ('Ciudad sin sueño'): "En la Cañada Real hay una pulsión por no ser invisibles"

El director ha presentado, a competición en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes 2025, la película 'Ciudad sin sueño', adaptación de su propio cortometraje

Cannes·Actualizado: 21.05.2025 - 05:30
El director Guillermo Galoe, antes de su entrevista con Kinótico en el Festival de Cannes 2025

Entrevista en Cannes 2025 con Guillermo Galoe por su película 'Ciudad sin sueño'

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El director Guillermo Galoe, antes de su entrevista con Kinótico en el Festival de Cannes 2025 · Fotografía: Kinótico

"Vibrante, melancólica e inmersiva". "Una sorpresa, un descubrimiento, una revelación". Sin economía de adjetivos ha recibido la prensa internacional la película 'Ciudad sin sueño', segundo largometraje del director Guillermo Galoe y una de las sensaciones de la Semana de la Crítica en el Festival de Cannes. En el filme seguimos a Toni (Antonio Fernandez Gabarre), ante la vicisitud de si marcharse con sus padres del poblado chabolista en el que viven, decepcionando a su abuelo con el que comparte todo, o de si quedarse con lo conocido, renunciando a sus anhelos de una vida más común y, por tanto, también más fácil, en una vivienda de protección oficial. Con el realizador se sentó a la vera de la Croisette con David Martos, para hablar con Galoe sobre su acercamiento a la Cañada Real, el trabajo con su carismático elenco y también para conocer detalles sobre cómo se adapta un trabajo desde el corto al largo, sin dejarse la esencia del filme original por el camino, o qué significa para el filme llegar a Cannes.

"Tenemos la sensación de haber atravesado un desierto muy largo y lo hemos hecho juntos. Hemos conseguido llegar juntos al mar y nos estamos pegando un baño disfrutando de todo esto", explica nostálgico Galoe para arrancar la charla, dando cuenta del proceso colectivo del filme. Y sigue, sobre la apuesta por sus actores naturales: "La película la fuimos encontrando, pero también estaba claro que teníamos una hoja de ruta marcada. Sabíamos que había que preservar un espacio de libertad fuerte, también para los actores, para que pudieran realmente desplegar todo lo que hay en ellos frente a la cámara (...). Junto a Víctor Alonso-Berbel hemos invertido mucho tiempo y mucho esfuerzo en entender nuestra relación con el espacio, con el sitio, con las personas, y cómo incluir eso en el guion, que hemos ido reescribiendo constantemente. Estamos trabajando en un mundo con nombre y apellidos. Con una voz propia. Y eso no se puede evitar", apunta.

Antonio Fernandez Gabarre en un fotograma promocional de 'Ciudad sin sueño', de Guillermo Galoe
Antonio Fernandez Gabarre en un fotograma promocional de 'Ciudad sin sueño', de Guillermo Galoe · Fotografía: BTEAM

"Toda relación te transforma. Nosotros hemos crecido mucho en este tiempo, junto a la peli. Y en todos los sentidos. La Cañada [Real] ha ido cambiando y nosotros hemos ido registrando esos cambios, incorporándonos al guion. También hemos ido metiendo el sentir de la gente, respecto a la situación que están viviendo, a la situación de desalojo, esa sensación de desvanecimiento que recoge la película. Los personajes se enfrentan a la pérdida del mundo, de una manera de vivir, pero se aferran también con mucho orgullo a los valores, a los mitos. Es una energía muy bonita", rememora Galoe, que va camino de la década embarcado en ambos proyectos y que, también en lo extracinematográfico, ha conseguido llevar el foco informativo al poblado. "Hay una pulsión en ellos por ser vistos, por ser escuchados, por dejar de ser invisibles", reivindica.

El director, que explica en el micrófono de Kinótico que llegó al poblado madrileño por pura intuición cinematográfica, habla de su relación ya personal con el mismo: "Cuando estaba rodando 'Frágil equilibrio', llegué allí siguiendo historias de familias que habían sido desahuciadas en la crisis de 2012. Está a 15 minutos del centro de Madrid... y aluciné. Aluciné porque existiera un lugar tan alejado del tiempo y del espacio en el que vivimos. Me pareció muy fuerte que existiera, también porque había visto y oído cosas muy distintas a la realidad. Me di cuenta de la estigmatización y de la discriminación que ha sufrido ese lugar y la gente que vive ahí", explica Galoe, que hace hincapié en la "gran herida" mediática contra la que está narrada realmente la película. "8.000 personas, de las cuales la mitad son niños y niñas, llevan sin luz casi cinco años. Es una Torre de Babel, con muchas contradicciones, un caos muy interesante que propone sus propias leyes. Es un lugar que nos pone en cuestión en muchos niveles", se queja.

"La película plantea una serie de preguntas sobre la ambivalencia que puede tener la palabra libertad. Sobre todo en un lugar así, sin querer romantizar nada ni caer en sentimentalismos ni juicios"

"La película plantea una serie de preguntas sobre la ambivalencia que puede tener la palabra libertad. Sobre todo en un lugar así, sin querer romantizar nada ni caer en sentimentalismos ni juicios. La película se queda en la mirada de Toni, quiere ser vista desde ahí. Es alguien que está a punto de llegar a la vida adulta pero que sigue en la infancia", apunta Galoe sobre el discurso de 'Ciudad sin sueño', sin arrugarse ante hablar de ella en su inserción en el panorama industrial español. "Nos vamos en el barco de Toni, en el del futuro incierto. Después de todo este proceso, en el que estás muy concentrado en la burbuja, llegas a un lugar lleno de paradojas como Cannes. Esto es el centro del cine mundial después de estar en los márgenes (...). El cine de autor es uno que hay que poner en valor, uno necesitado de ayuda, de respaldo. También a la hora de desarrollarlo. Es un trabajo de mucho tiempo que no está previsto en los presupuestos o en cómo funcionan las películas a nivel industrial. Y, en mi caso, solo pude sobrevivir ese tiempo gracias a residencias artísticas", completa sincero el director.

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