Temporada de Premios

Objetivo Goya 2026. 'Zona Wao', el corto documental que tiende un puente entre España y la Amazonia y que "abre los ojos"

Nagore Eceiza, directora y guionista de este cortometraje documental incluido en la ‘shortlist’ de los Goya 2026, analiza los puntos fuertes para su nominación

Madrid·
Publicado:
Fotograma del cortometraje documental 'Zona Wao', de Nagore Eceiza
Fotograma del cortometraje documental 'Zona Wao', de Nagore Eceiza · Fotografía: EL SANTO Films

‘Zona Wao’, cortometraje dirigido, escrito, fotografiado y montado por Nagore Eceiza y producido por EL SANTO Films y Medicus Mundi, afronta el camino hacia las nominaciones de los Premios Goya con el refrendo de un recorrido internacional en el que acumula ya 12 premios y una consolidada presencia en festivales calificadores. Así lo cuenta Eceiza, quien apunta a esa carrera internacional como una de las fortalezas de su trabajo para pasar al siguiente nivel en los Goya y dar el salto de la ‘shortlist’ de 18 (en cortometrajes documentales se ha superado la cifra de 15) a las nominaciones. Con ella hemos hablado de este documental que conecta la realidad de un lugar tan lejano como la Amazonia ecuatoriana con el consumo en Occidente.

“Desde hace más de 50 años, empresas petroleras nacionales e internacionales extraen petróleo de la Amazonía con mayor biodiversidad del planeta amenazando la vida de las comunidades indígenas con la complicidad del Gobierno ecuatoriano. Son las denominadas: Zonas de sacrificio”. Esta es la sinopsis de ‘Zona Wao’. Nagore Eceiza se desplazó hasta allí con una idea en mente: el potencial de este documental para levantar un puente que conectase “una realidad tan aparentemente lejana como es la de contar lo que está sucediendo en el Amazonia con respecto al impacto petrolero” con “comprender cómo nuestro consumo está impactando” precisamente en este otro lado del mundo. Ahonda un poco más en esa idea dibujando una secuencia muy cinematográfica: “Qué sucede al otro lado del mundo cada vez que nosotros llenamos el depósito de gasolina sin ser conscientes de lo que estamos haciendo”. Eso es lo que cree que “está llamando la atención del público” en los festivales por los que ha pasado, donde ha cosechado buenas críticas y reconocimientos.

"Queríamos convivir con esa comunidad, tuviéramos el tiempo que tuviéramos, que nuestra medida no fuera una cuestión de presupuesto ni de tiempos" (Nagore Eceiza)

Otro de los puntos fuertes de ‘Zona Wao’ a la hora de explotarlo como baza para estar finalmente nominado a los Premios Goya 2026 en la categoría de Mejor Cortometraje documental tiene que ver con el nivel de producción, con su impacto en pantalla y con cómo luce. Sobre esto, precisa Eceiza que tanto ella como su equipo siempre tuvieron claro, como condicionante para rodar, que no querían hacer un documental de “ir y venir”. Es decir, que lo que querían era “convivir con esa comunidad, tuviéramos el tiempo que tuviéramos, que nuestra medida no fuera una cuestión de presupuesto ni una cuestión de tiempos. Lo que queríamos era llegar y poder convivir con esas personas”. Y eso es lo que hicieron. Aunque para ponerlo en práctica tuvieron que realizar un trabajo previo de planificación muy cuidado y medido casi al milímetro, al gramo. Por un lado, porque para acceder a la zona donde habita la comunidad de Dicaro solo hay una carretera, la que se conoce como Vía Maxus y que “está diseñada para que las petroleras puedan llevar el petróleo de un lugar a otro. Por otro, porque dicha comunidad es muy pequeña, está muy aislada y es vecina de los “Tagaeri y Taromenane, que es una de las pocas tribus que quedan hoy en día sin contactar y que así desean seguir”.

Nagore Eceiza, directora y guionista del documental 'Zona Wao'
Nagore Eceiza, directora y guionista del documental 'Zona Wao' · Fotografía: EL SANTO Films

Ser consecuentes y generar "una huella de carbono cero"

Aún hay más, el cómo llegar hasta un lugar tan aislado con el material necesario para rodar un documental y generar el menor impacto posible. “Teníamos que ser autosuficientes”, explica Nagore Eceiza, “llevándonos todo nuestro material, nuestras camas, nuestras comidas y tratando de generar una huella de carbono cero”. Era, esa, una manera de ser “consecuentes también con el tipo de documental que queríamos hacer”. Eso se tradujo en un equipo de seis personas que debía cargar con todo el material. “Significaba que había que decidir y diseñar un equipo de rodaje muy ligero para que cuando hiciéramos caminatas por la selva no nos pesara, para poder sacar la cámara y grabar de una manera versátil y ligera”, añade.

Llegar hasta allí, hasta la comunicad de Dicaro, no fue una decisión fácil ni un camino en línea recta. La idea del documental surgió después de ver una imagen aérea que acompañaba un artículo. En ella “se veía perfectamente en la selva, en la mitad, había un rectángulo que era un campo de fútbol perfectamente recortado donde, casi con colores fosforitos, estaban alineados dos tonos de verde de césped artificial”. La imagen impactó a Eceiza. En el texto del artículo se contaba que la comunidad trabajaba para una petrolera española que les había ofrecido elegir entre una planta purificadora de agua o un campo de fútbol. Habían optado por lo segundo. A ella no le cuadraba la elección, sobre todo teniendo en cuenta el nivel de contaminación del agua de la zona, y eso fue lo que impulsó su curiosidad.

Imagen de la petrolera tomada con el dron
Imagen de la petrolera tomada con el dron · Fotografía: El SANTO Films
"La nueva petrolera, esta vez es ecuatoriana, había contratado al líder de la comunidad, le había regalado un coche" (Nagore Eceiza)

No fue hasta que llegó a la zona (y como se refleja en el documental) que comprendió la razón de esa elección. “Cuando llegamos allá seis meses después de que hubiera leído este artículo, me encontré que había una realidad completamente distinta. La nueva petrolera, esta vez es ecuatoriana, había contratado al líder de la comunidad, le había regalado un coche y, por tanto, había silenciado las voces de esas personas ya que ahora pasaban a ser empleados de la petrolera y dependían de ellos”, narra. A partir de ahí encontraron algunos problemas para contar lo que estaba y está ocurriendo en la zona. Pero también contaron con aliados, como un extrabajador que, con la ayuda de un dron parte del equipo, les ayudó a identificar los puntos críticos y contaminantes de la planta. De hecho, esa fue una de las partes más complicadas del rodaje, porque se colaron en el perímetro de la petrolera, que “estaba completamente prohibido”, y no sabían si tumbarían el dron en el caso de que les descubrieran.

Todo este valor social, de concienciación y de denuncia de ‘Zona Wao’, cree su máxima responsable que también puede ser uno de sus puntos fuertes de cara a la nominación. “Sin ambición de ser adoctrinador, ni en ningún caso dejándote las cartas marcadas ni diciéndote lo que tienes que pensar, va más allá, esconde la reflexión y la responsabilidad también de no cerrar los ojos a lo que nuestro consumismo desde España está generando allá. Creo que de alguna manera nos abre los ojos a ser un poco más responsables”. Y no solo a nivel consumidor particular, si no también, añade, a nivel institucional y gubernamental.

Fotograma del cortometraje documental 'Zona Wao', de Nagore Eceiza
Fotograma del cortometraje documental 'Zona Wao', de Nagore Eceiza · Fotografía: EL SANTO Films

Para acabar, y con la preselección en el bolsillo, ¿qué supone para un corto como ‘Zona Wao’ haber entrado en la ‘shortlist’ y qué supondría la nominación? “Para todas las personas que hemos intervenido detrás y delante de la cámara creo que es un impulso enorme. Por una parte, a la temática, para que a través del cine, de una manera más artística, creativa y con nivel de cine podamos trasladar este tipo de relatos a un público mucho más generalista que disfrute y que utilice la herramienta, ya no solo como un entretenimiento, sino también como una herramienta de reflexión y crítica social”.

También sirve para poner en valor, ensalza, a organizaciones como Médicos Mundi y “empresas españolas, asociaciones y ONGs que están haciendo las cosas bien a nivel internacional y que se preocupan de contar lo que sucede y de mejorarlo”. Luego, más a nivel personal, a ella, como directora embarcada en la realización de su primer largometraje, ‘If you wish to make an apple pie’, “el eco que está generando este documental obviamente me resulta superinteresante”. Para cerrar, recuerda a los académicos y académicas que hay ya dos pases programados de ‘Zona Wao’ en la Academia de Cine: uno el 28 de noviembre a las 16:00 horas y otro el 15 de diciembre a las 13:00 horas.

*** Este artículo es posible gracias al cortometraje documental ‘Zona Wao', dirigida por Nagore Eceiza, producido por EL SANTO Films y Medicus Mundi y distribuida por Selected Films

También te puede interesar